MANCHESTER, New Hampshire, EE.UU.
AP

Donald Trump y Bernie Sanders esperan salir de las primarias de hoy en New Hampshire con sus primeras victorias en la campaña para obtener la candidatura a las elecciones presidenciales de 2016. Ambos necesitan esas victorias para dar credibilidad a sus inesperadas campañas por obtener la nominación de sus respectivos partidos.

Trump lidera un bando republicano que se ha entregado en los últimos días a la campaña por la nevada New Hampshire. La poca elocuente aparición del senador por Florida Marco Rubio en el último debate ha puesto en peligro sus posibilidades de ganar distancia sobre un trío de gobernadores y establecerse como el principal rival a Trump y al senador por Texas Ted Cruz.

En la carrera a dos por la candidatura demócrata, Sanders lleva semanas por delante de Hillary Clinton en New Hampshire. El estado es un territorio favorable al senador de Vermont, y uno que debe ganar para tener alguna posibilidad de seguir siendo competitivo ante Clinton cuando la campaña llegue a estados más diversos y que se consideran más favorables a la exsecretaria de Estado.

«Tenemos una campaña muy radical porque decimos al pueblo estadounidense la verdad y eso es algo que no suele hacerse en la esfera política», dijo Sanders ayer al instar a sus seguidores a ayudarle a ganar. El senador quedó segundo por detrás de Clinton en las asambleas de partido de Iowa por un margen muy estrecho.

El entusiasta apoyo a Trump —un magnate de los bienes raíces que nunca ha ejercido un cargo político— y por Sanders —un demócrata que se describe como socialista— subraya el descontento público con el actual sistema político. Aunque ninguno de los dos consiguiera convertirse en el candidato de su partido, los que lo hagan tendrían que reconocer la frustración de los votantes que ha impulsado sus carreras.

Tras quedar por detrás de Cruz en Iowa, Trump pasó la semana pasada tanto cuestionando el resultado como retomando sus actividades de campaña más tradicionales. Aunque en general ha preferido los grandes mítines, el último día de campaña lo pasó en encuentros más modestos a nivel local.

Trump lanzó un dardo a Cruz durante un gran acto en Manchester anoche. Cuando una persona entre el público insultó a Cruz con un término vulgar para «cobarde», Trump lo repitió y regañó en broma a la mujer.

El abanico de aspirantes republicanos se redujo después de Iowa, pero sigue siendo un grupo numeroso de candidatos más tradicionales como Rubio, el exgobernador de Florida Jeb Bush, el gobernador de Ohio John Kasich o el gobernador de Nueva Jersey Chris Christie, que han apostado sus esperanzas de llegar a la Casa Blanca en New Hampshire. Esperan que un buen resultado allí haga que los votantes —y a los cruciales donantes financieros— reconsideren sus candidaturas.

Pese a las expectativas de derrota en New Hampshire, Clinton ha hecho una agresiva campaña en el estado. Entre sus mítines y reuniones municipales ha llamado a las puertas de los votantes y hecho visitas sorpresa a cafeterías y restaurantes.

«Estoy emocionada de estar aquí antes de la primera de las primarias del país para hacer mi último intento para convencer a tantos… como sea posible de que salgan y voten por mí», dijo Clinton durante una parada en Manchester ayer.

Sin embargo, bajo la positiva actitud de Clinton hay una creciente preocupación sobre la respuesta a su campaña entre los jóvenes, que apoyan en gran parte a Sanders. Algunos partidarios de Clinton también temen que no esté teniendo el éxito que debería entre las mujeres, una preocupación que se hizo patente después de que mujeres conocidas que la apoyan hicieran unas polémicas declaraciones que parecían menospreciar a las mujeres que apoyan a su rival.


SANDERS Y KASICH LIDERAN PRIMERAS VOTACIONES

Bernie Sanders y John Kasich fueron los más votados en la madrugada de hoy, en los compases iniciales de las primeras elecciones primarias de Estados Unidos.

Sanders logró los cuatro votos demócratas en la pequeña localidad de Dixville, mientras que Kasich adelantó a Donald Trump por 3-2 entre los republicanos.

De acuerdo con la ley del estado de New Hampshire, las comunidades con menos de 100 votantes pueden obtener el permiso para abrir sus casillas a medianoche y cerrarlas tan pronto como todos los votantes registrados hayan emitido su voto. Aunque eso sucederá en tres ubicaciones, tradicionalmente Dixville atrae la mayor atención debido a las instalaciones que prepara para la prensa en el Balsams Grand Resort Hotel.

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