“El 3 de mayo fue proclamado como el Día Mundial de la Libertad de Prensa en 1993, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, siguiendo la recomendación de la Conferencia General de la UNESCO. La fecha se eligió para que coincidiera con el aniversario de la Declaración de Windhoek, en la cual los representantes de medios de comunicación africanos que participaban en un seminario organizado por la UNESCO en la capital de Namibia, elaboraron un documento donde se recogían los principios de la libertad de prensa.”
Tras 32 años, la conexión histórica establecida entre la libertad de buscar, difundir y recibir información y el bien público sigue siendo tan relevante como en el momento de su firma. Está previsto que durante la Conferencia Internacional del Día Mundial de la Libertad de Prensa se realicen conmemoraciones especiales del 32º aniversario. Según establece el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la libertad de expresión es un derecho fundamental: «Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión».
Y hoy se conmemora porque “la libertad de prensa es esencial para fortalecer la democracia, promover la pluralidad de voces y los derechos humanos”. Hoy se solidariza a toda la prensa nacional e internacional con los periodistas, columnistas, comunicadores sociales y comunitarios; especialmente a La Hora, sus directores, periodistas, columnistas y editores, porque la prensa no decae en la tarea de poner al descubierto la corrupción y abusos de poder del estado.
“Por cualquier medios de comunicación, queremos tener las libertades, que sean reconocidas en un marco legal para los leyes de nuestro país, que queden plenamente reconocidas y garantizadas, “porque la libertad se puede ejercitar, no puede ser violentada y tampoco se puede renunciar a ella. Es por eso que se les llama libertades fundamentales.” Necesitamos una prensa independiente y libre, tener un sistema democrático para lograr mantenerse en pie, debe existir y respetarse la Libertad de expresión y de información. En esta tarea de todos los días, los actores principales son hombres y mujeres, que llevan a los medios escritos, radiales, televisivos, redes sociales o digitales a través, son los hechos más sobresalientes del acontecer nacional e internacional. Para ser periodista debemos tener un código deontológico y e ética con su profesión para ejercicio para estos medios. Y son justos, rectos, legítimo e imparcial, críticos y puntual, porque así es, necesitamos una prensa que se requiere para ser honesto consigo mismo y con los demás, tener dignidad de conciencia, conducirse con la Verdad, para poseer capacidad de análisis y brevedad para alcanzar la excelencia espiritual en su vida profesional.
Una línea editorial de un medio de comunicación, que es ser autónoma, juiciosa, justa y constructiva; que su política editorial sea total y completamente independiente; abierta a todas las corrientes de pensamiento y acción y que propicie la confrontación dialéctica de ideas. Estos editoriales deben ser concisos, concretos, claros y muchas veces denunciadores. Decirse la verdad totalmente, utilizando la absoluta franqueza. Debe utilizarse el esplendor de la VERDAD, el VALOR de la JUSTICIA, el
uso correcto de la LIBERTAD
Un periodista es un pilar de la prensa y de medio de comunicación social, como periodistas o columnistas, la prensa se magnifican y alcanzan mayores estaturas, cuando la tarea de ser periodista debe desarrollarse en un país como el nuestro, en donde por décadas se nos negó la voz y la palabra. Se arremetió, atropelló y asesinó a muchos que con valor, patriotismo y entereza criticaron con energía y veracidad un sistema social y político totalmente discriminatorio, injusto e inhumano, para tratar de acallar el pensamiento. Un periodista debe ser íntegro, un hombre de claridad y veracidad, es un periodista juicioso, analítico y certero en sus comentarios. Hace mucho tiempo que la prensa está bajo ataque a periodistas y medios de comunicación, que han agredido y acusados por el Ministerio Público, por jueces, magistrados, diputados, policía nacional y políticos corrompidos perversos.
Hay denuncias que el diario ha presentado contra la Fiscal General María Consuelo Porras, y en este vespertino ha sido uno de los más críticos de los tres organismos: ejecutivos, legislativo y judicial y se han publicado casos reales de corrupción y sus testaferros del Ministerio Público, y lo peor son los diputados y diputadas que tiene la podredumbre, la corruptela y depravación. El columnista de La Hora Emilio Matta, dijo muchas cosas en el Legislativo con algunos fragmentos: “ . . . hay un desastre, ni siquiera son capaces de ponerse de acuerdo en la agenda del día y dos parlamentarias se jalaron del pelo y se agarraron a golpes en pleno hemiciclo; “y luego el presidente del legislativo salió huyendo a su oficina, para que después el diputado Arzú, secundado por sus colegas Alan Rodríguez, Felipe Alejos y otras joyas de nuestra fauna política, saliera en conferencia de prensa diciéndole improperios al presidente Ramos, quien ni lento ni perezoso, cual precandidato presidencial, replicó un mensaje con un discurso vacío, rayando en lo ridículo (al igual que el de su camarada Arzú Escobar) y Nery Ramos se retrató como otro populista más.” ¿Así es la democracia de los representantes?
La anterior digresión resulta ineludible, situar a una figura de un periodista, de un columnista, de un diario o de un medio de comunicación social, se magnifican y alcanzan mayores estaturas, cuando la tarea de ser periodista debe desarrollarse en un país como el nuestro, en donde por décadas se nos negó la voz y la palabra. Se arremetió, atropelló y asesinó a muchos que con valor, patriotismo y entereza criticaron con energía y veracidad un sistema social y político totalmente discriminatorio, injusto e inhumano. Se persiguió y masacró a quienes no tuvieron miedo a los tiranos, porque en este País la utilización del recurso del miedo, del horror y del terror ha sido la única arma de los genocidas, los dictadores y sus testaferros, para tratar de acallar el pensamiento.
Tras 32 años, la conexión histórica establecida entre la libertad de buscar, difundir y recibir información y el bien público sigue siendo tan relevante como en el momento de su firma. Está previsto que durante la Conferencia Internacional del Día Mundial de la Libertad de Prensa se realicen conmemoraciones especiales del 32º aniversario. Según establece el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la libertad de expresión es un derecho fundamental: «Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión».
En La Hora, siempre se ha actuado a la altura que las circunstancias reclaman y demandan. En momentos de trascendencia, en momentos de coyuntura o en situaciones de estructuración, el periodismo objetivo, responsable y valiente de este medio de comunicación y orientación, ha sido ejemplo del periodismo nacional; es la posición y el ejemplo de valor, coraje y dignidad. En la prensa debemos tener la frente muy en alto y la conciencia tranquila, porque han sabido hacer un periodismo realista, honesto, responsable, gallardo, equitativo y sobre todo recto; con una dirigencia sin chaqueterismos serviles con el Mandatario de turno, ni los sobalevismos con los altos funcionarios, ni el pancismo con la corrupta clase política de esta Nación.
El periodista debe ser juicioso, analítico y certero en el comentario. La comunidad deposita su confianza en las opiniones de los hombres de prensa y por ello la tarea de los articulistas y comentaristas en los medios de prensa debe dirigirse a consignar sus impresiones, basándose en su mejor criterio y entendimiento, aun y cuando sus análisis y críticas no satisfagan a todos quienes les escuchan o leen. Y los editoriales deben ser concisos, concretos, claros y muchas veces enunciativos. Decir la verdad desnuda y total, utilizando la absoluta franqueza. Jamás deben ver la luz los editoriales aguados, nacidos para quedar bien con todos. Debe utilizarse el esplendor de la Verdad, el valor de la Justicia, el uso correcto de la Libertad, la concisión en el análisis y no la verborrea, la confusión y la parcialidad. Un Diario y cualesquier medios de comunicación deben ser el reflejo de su comunidad y como tal constituirse en un testimonio para la historia, del acontecer positivo o negativo de esa colectividad social. Las anteriores virtudes y cualidades de un periodista, de un columnista, de un diario, de un medio de comunicación social, se magnifican y alcanzan mayores estaturas cuando la tarea de ser periodista se desarrolla en un país como el nuestro, en donde por décadas se nos negó la voz y la palabra. Se arremetió, atropelló y asesinó a muchos que con valor, patriotismo y entereza criticaron con energía y veracidad un sistema social y político totalmente discriminatorio, injusto e inhumano. Se persiguió y masacró a quienes no tuvieron miedo a los tiranos, porque en nuestro país la utilización del recurso del miedo, del horror y del terror ha sido la única arma de los genocidas, los dictadores y sus testaferros, para tratar de acallar el pensamiento.
Por ello es atinado cerrar esta columna , el 10 de mayo de 1883, fecha en que Joseph Pulitzer adquirió el Word de New York, sabiamente dijo: «Somos una democracia, y solo existe un medio para sostener en pie una democracia en cuanto a su conducta individual, social, municipal, estadual y nacional, y es manteniendo al público informado de lo que sucede.». Es un diario dirigido a la gran masa de público y que ha combatido los intereses egoístas de las clases pudientes que le proporcionan la mayor parte de los ingresos a otros medios de comunicación. Ha sabido mantener la proporción en forma tal, que los anun¬ciantes representan el mínimo del ingreso y con ello ha sal¬vado su independencia y su honradez. Y hoy 3 de mayo fue proclamado como el Día Mundial de la Libertad de Prensa en 1993, en La Hora ha sido “Tribuna y no Mostrador”, ha sido “Trinchera del diarismo nacional”.