Continuando con el tema de los salarios mínimos, agrego los siguientes comentarios:
Etiquetas. En este torbellino, donde se impone la publicidad y el ruido mediático, los verdaderos argumentos se asfixian en el fondo porque privan, en la superficie, las ideas manoseadas o incompletas. Este es el caldo de cultivo propio donde fermentan las confusiones y prosperan los slogans propagandísticos y, sobre todo, demagógicos. En este contexto, etiquetan como “explotadores” o “neoliberales”, o simplemente insensibles a quienes se oponen al incremento arbitrario de salarios mínimos. Por el contrario, se les califican como “consecuentes”, solidarios, humanistas, etc. quienes impulsan incrementos por decreto. Bien, si así es el juego pues ¡subamos el salario mínimo un 50%! Aplausos. Pero la cosa no es tan simple, una buena –o acaso demagógica– intención puede repercutir en daños irreversibles: desempleo, quiebras de empresas, informalidad, delincuencia, etc. Como dicen los médicos: “la mejor medicina es un buen diagnóstico”. Tratemos de diagnosticar el complejo escenario.
Salarios diferenciados. En el año 2015 se establecieron salarios diferenciados en cuatro municipalidades, con el objeto de promover trabajo formal en sus comunidades: Masagua, Estanzuela, San Agustín Acasaguastlán, Guastatoya; en ese entonces el mínimo rondaba los Q2,750 y la propuesta era de cerca de Q1,960 (unos 800 menos del mínimo oficial). La idea era buena en el sentido de que atrajera a empresas (aunque fueran medianas o pequeñas) y establecerse en esas circunspecciones y en el marco pleno de la formalidad (IGSS, SAT, etc.). Sin embargo, la iniciativa fue anulada por supuesta inconstitucionalidad con el argumento que esa diferenciación de salarios contravenía el principio de igualdad consignado en la Constitución. La Corte de Constitucionalidad de entonces, tan clarividente como todas, suspendió los decretos, pero bajo premisas equivocadas: “no debe haber desigualdad en los salarios mínimos”. Pero pasó por alto el hecho de que nuestra legislación sí contiene salarios diferenciados: agrícola, no agrícola, exportación, aprendizaje, circunscripción económica uno (departamento de Guatemala), entre otras (acuerdo gubernativo 285-2021). ¿Entonces?
Salario mínimo por hora. Tradicionalmente los salarios mínimos se fijaban en base a “la hora”; luego se multiplicaba por 8 para determinar el salario por día y, por 30, para el salario mensual. En el decreto 264-2024 no se hace referencia alguna al mínimo “por hora”. No parece una simple omisión, no. Es muy a propósito con el objeto de enfrentar las posiciones del “trabajo a tiempo parcial”. Si se paga el salario mínimo por hora (parcial) no tiene importancia el pago total al final de mes. Los sectores sindicales y laboralistas impugnan el contrato de tiempo parcial porque, aducen, no cumple con el pago del salario mínimo. Pero ello depende: si estamos hablando del salario mínimo por día o por mes. Una persona que labore solo 4 horas por día, o trabaje solo 3 días a la semana, no va a totalizar los Q3,700 al mes. Los opositores insisten en que el espíritu esencial de los salarios mínimos es el emolumento al fin de mes.
Guatemalteco buen trabajador. En una sociedad armónica y feliz es de desear que los asalariados devengaran salarios altos. Pero eso depende de cómo el empleador aprovecha su esfuerzo en el amplio marco del servicio o producto del que forma una pieza. Y eso, a su vez, depende del medio en que el emprendedor se desenvuelva. Seguridad, infraestructura, menor bloqueo burocrático, certeza jurídica, energía disponible y a buen precio, políticas de importación-exportación, tasas impositivas, baja o nula corrupción, etc. Si tal tuviéramos en Guatemala los empresarios serían “más productivos” y podrían pagar salarios más elevados. Irónicamente el trabajador guatemalteco es muy bien visto en los Estados Unidos, sobre todo el de Huehuetenango y San Marcos; muy eficientes en la construcción y en labores agropecuarias. El mismísimo trabajador que aquí ganaría el mínimo (en caso afortunado de tener empleo), allá ganaría unos 10 dólares por hora (o más). (Continuará).