El Congreso de la República, está conformado por 160 diputados electos por el pueblo. Cada uno de los departamentos conforma un distrito electoral. El municipio de Guatemala, es el distrito central y los municipios del departamento de Guatemala el distrito de Guatemala.
Varios legisladores se han reelegido, gozan privilegios y beneficios. En las anteriores legislaturas los diputados se han “vendido al gobierno de turno”. En el presidente Bernardo Arévalo, uno de sus compromisos fue terminar con la corrupción, con los actos espurios den regímenes anteriores, ocasionándole distanciamiento con los otros organismos que conforman el Estado de la República de Guatemala.
En una sesión maratónica, sin precedentes la décima legislatura, logró aprobar en la madrugada del pasado 27 noviembre, el Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la Nación para el año entrante, por varios millones de quetzales. Con la oposición de los directivos del Legislativo, sin previo análisis, diputados se autorrecetaron un incremento salarial mensual de más de cincuenta mil quetzales, para equipararse al de los magistrados de las Cortes de Apelaciones. Al concluir su período, indemnización, seguro de vida, situación absurda, que no está contemplada en el Código de Trabajo. Esas ventajas le costarán al pueblo nada menos que Q116.3 millones.
O sea que, el año entrante el Congreso destinará 11.78% -Q118.7 millones de su presupuesto para el salario y bonificaciones a los diputados. Ese beneficio es un abuso y una afrenta a la pobreza que vive el pueblo de Guatemala, especialmente en aquéllas áreas donde el campesino se muere por falta de empleo. Los hospitales nacionales, están en crisis constante, al no tener un presupuesto que se ajuste a las necesidades de millones de guatemaltecos, que están apilados en áreas insalubres por el hacinamiento en las áreas de encamamiento.
Es un absurdo que los diputados se hayan incrementado el salario y tener otros beneficios que no están legalmente regulados en ninguna ley. Por años las últimas legislaturas, han sido un lastre y una vergüenza nacional, que el pueblo de alguna manera es corresponsable de esa infamia, al reelegir por años a los malos representantes.
El presidente del Congreso, Nery Ramos, que logró su relección, ha dicho de manera clara y reiterativa que a los directivos del órgano que dirige, les sorprendió la petición de 74 diputados encabezados por Luis Aguirre, de Cabal, porque en ningún momento ni se analizó, ni se discutió ese incremento y desconoce si hay fondos suficientes para ese fin. Representes del bloque Vos, a la disidente de la UNE, de Sandra Torres, promovieron una acción de amparo en la Corte de Constitucionalidad, para dejar sin efecto ese incremento, y las ventajas de los legisladores y esperan que se revierta, porque la consideran ilegal, absurda y abusiva.
Sin bien es verdad que los diputados son representes del pueblo, sus actuaciones no encuadran en los momentos de crisis política y económica que tiene Guatemala. Todos debemos unirnos y evitar que los traidores a la patria y la pobreza, se beneficien con millones de quetzales, al dejar sus curules, pues varios de ellos con engaños y mentiras se han enquistado y amarrado a sus curules, el pueblo los ha aceptado, pero se terminó y se debe pensar que en el próximo proceso electoral, se analice a fondo quiénes serán los representes del pueblo, no permitir su reelección, ser terceros interesados en la acción que en la CC que debe declarar con lugar el amparo de VOS es, una dura afrenta a la pobreza y la miseria que tiene la mayoría del pueblo.