Las autoridades de la Fundación Pro-Bienestar del Minusválido (Fundabiem) fueron cuestionadas este 29 de octubre por la comisión de Finanzas Públicas del Congreso.
En medio de la petición de más presupuesto para el 2025, el diputado Luis Contreras, les cuestionó a las autoridades de Fundabiem por qué habían cedido un terreno en Malacatán, San Marcos, en donde se pretendía instalar un centro de rehabilitación.
Los representantes de Fundabiem pidieron a los diputados un presupuesto de Q15 millones, pues en la actualidad cuentan con un plan de Q12 millones.
Contreras le cuestionó a Tania Samayoa, directora general de la institución por el terreno y ella confirmó que había sido vendido.
Esto causó molestia en el congresista, que le consultó sobre el monto de la venta.
Samayoa informó que la transacción fue por Q2 millones a una sociedad anónima.
«Cuando se hizo la operación en la escritura que nosotros teníamos, ignorábamos que había sido ese el objetivo», explicó Samayoa.
La directora agregó que «por eso razón, la Fundación tomó esa decisión que era para invertir, tanto en Malacatán como en otras áreas».
«Nos enteramos sobre esa situación y nos sorprendió. La escritura de 2010 no tenía ninguna situación de esta clase, entonces cuando vimos la situación hace cuatro meses nos apresuramos a ver que lo que estaba pasando», recordó.
Según Samayoa «nos comentaron de un punto de acta, pero obviamente a la hora de saber que existe esa situación, actualmente estamos haciendo un cambio con la persona con quien se hizo la negociación y se está rescindiendo ese contrato».
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La fundación cuenta con 21 centros de rehabilitación en el país.
PIDEN INFORME A FUNDABIEM
La respuesta de los delegados de Fundabiem molestó a los diputados, pues parte de los fondos es para crear centros de rehabilitación, por lo que el presidente de la comisión, Julio Héctor Estrada, solicitó un informe circunstanciado de la situación del terrero.
Contreras comentó que fueron seis cuerdas de terreno que se doraron, lo cual no puede ser vendido, y resaltó que eso «no se vale», pues la donación es para atención a personas necesitadas.
Según el legislador, cada cuerda tiene un precio de Q300 mil.