En Odontología hay dos caminos, o inicias un tratamiento dental a ciegas, sin contar con ningún dato diagnóstico, sin una historia clínica, que sirva como punto de referencia y que te ayuden a caracterizar y dimensionar la enfermedad presente en la cavidad oral, o partes de un sistema completo de información (Big data), que te ayude a desarrollar acciones preventivas y tratamientos certeros en beneficio del bienestar integral del paciente, sin duda alguna esto último, es el tránsito futurista de la odontología.
Hay que tomar en cuenta que la propuesta tecnológica en nuestro campo, cambia a cada momento, o nos subimos en el barco de la modernidad, o nos quedamos anclados en el pasado.
En la actualidad se hacen uso de medios diagnósticos y procedimientos qué son realizados fuera de la clínica, ello además de ser incómodo para el paciente, se presta a un manipuleo innecesario qué puede afectar la calidad del tratamiento final. Esto es más frecuente en el diseño de las prótesis dentales, las cuales con frecuencia hay que devolver al laboratorio dental para que sean mejoradas y corregidas, lo cierto del caso es que la producción de tecnología para mejorar la efectividad de la odontología, es dinámica e interminable, y no se detiene.
Históricamente y para el caso de nuestro país, la odontología ha sufrido etapas evolutivas qué inician con una práctica artesanal o autóctona qué fue desarrollada con mucho éxito por nuestros antepasados, los cráneos y vestigios encontrados de la cultura Maya así lo revelan, encontrar incrustaciones exactas las cuales están aún adheridas a las piezas dentales, sorprende el encontrar señales de tratamiento preventivo, como la eliminación del sarro, para prevenir la presencia de enfermedades dentales, reafirmando la existencia de una práctica dental de alta calidad.
Luego viene una etapa occidental, que se ha fortalecido actualizándose permanentemente, surgiendo nuevo equipo e instrumental dental, nuevas técnicas y procedimientos, que van haciendo menos invasivos los tratamientos. En esta etapa occidentalizada se ha dado una interpretación más amplia de las enfermedades bucales, existiendo la necesidad de que existan nuevas especialidades dentales que permitan un abordaje más profundo de cada tipo de enfermedad.
Como parte de este desarrollo permanente, hemos optado por el tratamiento integral y por la digitalización, adquiriendo equipo, que ayuda a diagnosticar y realizar los tratamientos eficientemente, lo cual permite ofertar tratamientos preventivos y curativos menos invasivos procurando su bienestar integral.
Esta etapa nos ha permitido también, abrigar bajo un mismo techo, tecnología digital, con equipo de última generación como el uso de radiología digital, scanners intraorales (CAD CAM), impresoras, fresadoras, lo cual permite diagnosticar y realizar con precisión los tratamientos dentales.
La Inteligencia Artificial no es posible usarla, si no se cuenta con una Big Data sistematizada, organizada y de carácter integral que de una información completa del historial del paciente, ya que ello permite hacer una interpretación integral del problema a tratar, no se trata de contar con solo con un historial de citas, se trata de contar con un sistema qué permita hacer un análisis de la situación retrospectiva y actual de la evolución positiva o negativa de la enfermedad en el paciente, es decir que el sistema permita observar el estado situacional de la presencia de la enfermedad y como los tratamientos realizados han impactado positiva o negativamente en la salud bucal, o si este, debido a la carencia de hábitos higiénicos se ha complicado.
La inteligencia artificial nos permite diseñar el tratamiento dental y las diversas estrategias que se deben desarrollar para lograrlo.
La Inteligencia Artificial es un instrumento de apoyo a la odontología, qué tiene mucho futuro y que requiere de contar con una Big Data eficiente qué permita hacer lecturas secuenciales y entrecruzadas que permita el uso de IA y nos dé un conocimiento profundo y formal del paciente y de la enfermedad dental que se tratará.
La inteligencia artificial (IA) en odontología estará transformando la forma en que se diagnostican y tratan las enfermedades orales, esta tecnología permitirá abordar los tratamientos dentales con mayor precisión y eficiencia, y repito que uno de los elementos clave es el uso de Big Data con Inteligencia Artificial, que ofrecerá una visión integral del historial del paciente, lo cual es esencial para diseñar tratamientos personalizados y efectivos.
La IA facilita no solo el diagnóstico, sino también la planificación de procedimientos, como la realización de prótesis dentales mediante tecnología radiológica, escáneres 3D, el CAD CAM para su realización. Además, permitirá corregir tratamientos anteriores, anticipando complicaciones al analizar la evolución de la enfermedad, en función de los datos clínicos históricos.
En resumen, la integración de IA con sistemas de datos completos y organizados es un recurso valioso para mejorar la calidad de la atención dental, optimizando tanto los resultados preventivos como curativos.
