El delantero noruego Erling Haaland del Manchester City durante el partido de la Premier League que han jugado Manchester City y Brentford en Manchester, Reino Unido. EFEEPAPETER POWELL .
El delantero noruego Erling Haaland del Manchester City durante el partido de la Premier League que han jugado Manchester City y Brentford en Manchester, Reino Unido. EFEEPAPETER POWELL .

Acarició su tercer triplete consecutivo Erling Haaland, frenado solamente por el poste tras marcar los dos tantos de la remontada del Manchester City, tras un inicio dubitativo y de graves errores defensivos que aprovechó el Brentford, que no pudo parar al noruego y el pleno de triunfos de un líder que abre brecha tras el pinchazo del Liverpool.

Nueve tantos en cuatro partidos dan forma al espectacular arranque de temporada de un ‘asesino del gol’. Haaland no necesita aparecer en el partido con asiduidad para rebajar su eficacia cuando lo hace. En un día en el que el fútbol le alejó de la tristeza, cuando decidió jugar ante el ofrecimiento de Guardiola de descansar tras perder a un amigo que era familia, su mejor homenaje fueron los goles del triunfo.

Sirvieron para vencer al City en uno de esos días que gana por inercia. Enterrando errores que quedaran en el olvido para todos menos para Pep, molesto por la falta de tensión en el arranque de su defensa, con Stones reincidente en una primera mitad que le debió dejar en el vestuario. A los 22 segundos falló en un despeje en el área chica para poner en bandeja el gol a Wissa.

 

No había arrancado el duelo y el Brentford sorprendía. La amenaza al espacio de su pareja ofensiva de moda, Wissa y Mbeumo, llegó a invitar a pensar en que estaban capacitados para ponerse 0-2 en casa del campeón. Entre graves desajustes defensivos del City, 4 Mbeumo tenía el segundo y se topaba con un salvador Rico Lewis. Y en un contragolpe, Wissa silenciaba el Etihad, que quedó mudo cuando Collins, sólo tras un córner, perdonaba la más clara.

El mundo al revés. Un 73% de posesión para el Brentford, agresivo, desatando una imagen inofensiva con balón del City. Hasta que apareció Haaland. El primer balón que le cayó, lo mandó dentro de la portería rival con un disparo cruzado. De un centro de Walker y un mal control de De Bruyne. De la nada, empataba el equipo de Guardiola.

Todo regresaba al punto de origen, el duelo recuperaba la cordura y el City el balón para ir provocando que su rival retrasase metros. Hubo un intercambio de ocasiones con el disparo lejano repleto de intención de De Bruyne y el testarazo de Pinnock a la parte alta del larguero. Hasta que, de nuevo, apareció Haaland.

El partido se le fue al Brentford desde donde nunca se le debió marchar. Sorprendido desprotegido, instalado en campo contrario, endeble a un pase en largo del portero, Ederson, al 9 de referencia, Haaland. Expuesto Pinnock que perdió el cuerpo a cuerpo para dejar sólo ante el portero al gigantón noruego. Toque picado de zurda a la red y remontada certificada.

Así, sin la necesidad de recurrir a una tarde de brillantez, con la dificultad que siempre conlleva el regreso tras parón, el City sintió los deberes hechos. Ya dueño del duelo encontró en los intentos de Grealish con toques de calidad y los de Savinho añadiendo habilidad y regate, la manera de labrar su superioridad. Al Brentford se le apagó la luz con la lesión de Wissa, cazado abajo en un tobillo por Kovacic.

Ya con Rodri al mando, en sus primeros minutos de la temporada con su club entrando desde el banquillo, aumentó la seguridad con balón del City. Las opciones visitantes se rebajaban cada vez más y no ayudaban las malas elecciones de Lewis-Potter en los pocos acercamientos de peligro. Mientras, Savinho seguía a lo suyo, incesante en el esfuerzo y generando ocasiones sin el premio del gol.

Flekken, brillante con una mano salvadora abajo a Grealish, un mano a mano con Savinho y un zurdazo cruzado de Haaland, evitó una derrota mayor. El triplete de Haaland, que ya firma el mejor arranque goleador en la historia de la ‘Premier League’, lo evitó la madera que también acarició un disparo lejano de Walker.

A nadie le habría extrañado una goleada pero el que tuvo el empate en el tiempo añadido fue Yarmolyuk, que encogió el corazón ‘citizen’ con un disparo al que no llegói Ederson pero que no encontró portería.EFE

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