El río Pinheiros, en Sao Paulo, Brasil, ha adquirido un color verde. Martes, 10 de septiembre, 2024. (Foto AP/Andre Penner)
El río Pinheiros, en Sao Paulo, Brasil, ha adquirido un color verde. Martes, 10 de septiembre, 2024. (Foto AP/Andre Penner)

Un importante río de la metrópolis de Sao Paulo de repente se ha vuelto verde esmeralda y los cielos han pasado esta semana del azul al gris. A última hora de la tarde, los rayos del Sol que se filtran a través de la bruma lucen un tono naranja intenso.

No es un mundo fantástico: Las amenazas medioambientales de los últimos días han transformado los colores del paisaje de la ciudad.

Las autoridades medioambientales del estado atribuyen la nueva tonalidad verde que ha adquirido el río Pinheiros a una floración de algas, resultado de una grave sequía que ha reducido considerablemente el nivel del agua. El fenómeno fue visible desde el lunes y continuaba el martes. Esos mismos días, la ciudad se vio envuelta en un aire cargado de humo, que las autoridades atribuyeron a una masa caliente y seca que complicó la dispersión de contaminantes provenientes de las zonas boscosas que se incendian.

Brasil está sufriendo su peor sequía desde que comenzaron las mediciones a escala nacional hace más de siete décadas, con el 59% del país bajo estrés, un área aproximadamente de la mitad del tamaño de Estados Unidos. Los principales ríos de la cuenca del Amazonas están alcanzando mínimos históricos. Y a esto se suma el hecho de que los incendios descontrolados provocados por el hombre en la selva amazónica y otros biomas del país han devastado zonas protegidas y han propagado el humo por una vasta extensión, empeorando la calidad del aire en todo el país.

 

Los habitantes de la ciudad más poblada de Sudamérica se quejan tanto del humo que envuelve la ciudad como de un olor fétido cerca del río.

“Si hace calor durante el día y baja la temperatura, el hedor aumenta considerablemente después de las 10 de la noche”, dijo Flavio Xavier Santana, analista de sistemas, en una entrevista con The Associated Press cerca del río.

Durante dos días consecutivos, el humo hizo que Sao Paulo, un área metropolitana de 21 millones de habitantes, respirara el segundo aire más contaminado del mundo, según datos reportados por IQAir, una empresa suiza de tecnología del aire. El martes por la tarde, la contaminación atmosférica de la ciudad sólo era superada por la de Adís Abeba, capital de Etiopía.

La agencia medioambiental del estado de Sao Paulo calificó el martes de muy mala la calidad del aire en la región metropolitana y aconsejó a la población que evitara el ejercicio intenso al aire libre, que se mantuviera hidratada y que mantuviera cerradas puertas y ventanas.

“Ni siquiera puedo practicar actividades físicas en la calle”, dijo a la AP la actriz Ingrid Camboí. “Ni siquiera abro el balcón de mi casa, porque el aire es realmente malo, afecta mucho mi salud”.

La cantante pop brasileña Marina Sena compartió en redes sociales un video que grabó desde su ventana con vista a Sao Paulo, expresando su alarma por el humo que nubla la vista de los edificios en el horizonte.

“Vivimos en un lugar donde hay una capa constante de humo en el cielo, una bruma. Un lugar donde no se puede respirar. ¿Qué demonios está pasando?”, dijo. “Chicos, creo que tenemos que reflexionar sobre esto”.

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