Por María Laura Aráoz
Berlín,
Agencia dpa
«No hay conflicto en el mundo que se solucione solamente por la vía militar, pero hay situaciones en las que sólo los medios militares ayudan a conseguir una solución política», dijo Merkel en una sesión extraordinaria del Parlamento en la que esgrimió las razones para romper con la tradición alemana de no enviar armamento a regiones sacudidas por conflictos armados.
El gobierno alemán dispuso el domingo el suministro de misiles antitanque, ametralladoras y varios miles de armas por valor de 70 millones de euros (91 millones de dólares) a los combatientes de la región autónoma kurda de Irak.
Berlín enviará 30 lanza-misiles antitanque del tipo Milan y 500 proyectiles, así como 16.0000 ametralladoras y fusiles de asalto, bazucas y 8.000 pistolas, entre otro material bélico, para armar a unos 8.000 efectivos kurdos.
Además, el gobierno de Merkel se comprometió a destinar otros 50 millones de euros en ayuda humanitaria, que se suman a unos 50 millones destinados al envío de mantas, medicamentos, alimentos y tiendas de campaña efectuado este mes.
El gobierno alemán tiene competencia exclusiva y no precisa de la anuencia del Parlamento como en el caso del destacamiento de tropas. No obstante, los diputados apoyaron de forma simbólica la decisión con la mayoría de los votos de los partidos oficialistas, las uniones social y demócrata cristianas (CDU/CSU) de Merkel y el Partido Socialdemócrata (SPD).
Merkel alegó que los fundamentalistas del Estado Islámico (EI) han cometido «actos de una brutalidad inimaginable» en la región que deben ser impedidos en el futuro. «Eliminan de su camino con crueldad todo lo que no encaja con su cosmovisión. Están abusando de la religión de una forma horrorosa para legitimar el asesinato, el terror y el imperio de la violencia».
«Existe la amenaza de desestabilización de una región ya de por sí frágil y esto tendría también efecto en Europa. También para nosotros aumenta el peligro y se ven afectados nuestros intereses de seguridad», recalcó la mandataria y recordó que según informes de inteligencia, unos 400 combatientes del EI tienen pasaporte alemán y más de un millar provienen de Europa.
«El inmenso sufrimiento clama al cielo y nuestros intereses de seguridad están en peligro», insistió.
Merkel anunció que Alemania pondrá a disposición armas a los kurdos «a escala limitada y en estrecha coordinación» con sus socios y con la «expresa aprobación del gobierno central iraquí».
La oposición criticó duramente la medida. «Cuando se es el tercer exportador de armas del mundo se hace dinero con cada guerra. Y no se tiene el derecho de hacer algo así», dijo el jefe del grupo parlamentario de La Izquierda, Gregor Gysi.
El líder opositor calificó de «de muy mal gusto» que el gobierno diese a conocer el envío de armas al norte Irak precisamente en el día que Alemania «desató hace 75 años la peor guerra en la historia de la humanidad».
El jefe de la bancada de Los Verdes, Anton Hofreiter, expresó los temores que sienten muchos diputados sobre el destino final que pueda tener el armamento. «Nadie puede controlar dónde aterrizan finalmente estas armas o el uso que se les dará». Berlín rompe así con una tradición y suministra armas por primera vez a una facción beligerante. La decisión ha generado polémica en un país que abrazó el pacifismo como consecuencia de dos guerras devastadoras. Dos tercios de la población rechazan en las encuestas el envío de armamento.
Esta no es la primera vez que se envían armas alemanas a una región en conflicto. Alemania provee desde hace décadas a Israel de armamento y equipamiento militar, independientemente de la situación en el Cercano Oriente. El derecho de existencia de Israel es política de Estado en Alemania desde el genocidio de los judíos de Europa a manos de los nazis.
En el caso de Irak, Alemania respalda por primera vez a una facción en conflicto que no es un aliado tradicional. El gobierno autónomo kurdo de Irak persigue fines que son rechazados e incluso considerados peligrosos por Berlín. El presidente de la región kurda iraquí, Massud Barzani, quiere la independencia de Irak.
Los kurdos iraquíes reciben ayuda militar de varios países en su lucha contra los terroristas islámicos. Estados Unidos e Irán proporcionan armas desde hace tiempo. Francia, el Reino Unido e Italia también suministrarán armamento.