Fotografía de archivo del 8 de agosto de 2024 del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante una reunión ministerial en el Palácio del Planalto, en Brasilia (Brasil). EFE/ André Borges
Fotografía de archivo del 8 de agosto de 2024 del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante una reunión ministerial en el Palácio del Planalto, en Brasilia (Brasil). EFE/ André Borges

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este viernes que Venezuela «vive un régimen muy desagradable, con una tendencia autoritaria», aunque no llegó a considerarlo una «dictadura», y volvió a exigir que sean publicadas las actas del proceso electoral.

«La oposición dice que ganó, (el presidente Nicolás) Maduro dice que ganó y yo sólo puedo reconocer que el proceso fue democrático si presentan las pruebas», declaró Lula en una entrevista con la emisora de Radio Gaúcha.

El mandatario brasileño comentó la reacción contraria de Maduro y de la oposición a la sugerencia que planteó este jueves de celebrar nuevas elecciones si no se reconoce un resultado.

«No les gustó la idea», reconoció Lula, quien subrayó otra vez que la salida para el conflicto político desatado tras los comicios del 28 de julio «depende única y exclusivamente del comportamiento de los venezolanos».

En el caso de la posición del Gobierno de Brasil, reiteró que para reconocer un resultado de las elecciones es necesario «saber si son verdad los números» que presentan el Consejo Nacional Electoral (CNE), que le adjudicó el triunfo a Maduro, y la oposición, que denuncia un fraude y se atribuye la victoria.

Para eso, Lula insistió en la difusión de los resultados mesa por mesa, que el Consejo Nacional Electoral aún no ha publicado. «¿Dónde están esas actas?», reiteró.

El presidente brasileño también consideró que el actual conflicto no llevará a una «guerra civil», como se ha advertido en diversos círculos políticos tanto dentro como fuera de Venezuela.

«Creo que hay muchos países dispuestos a ayudar a que vivamos en paz en Suramérica», declaró Lula, quien intenta llevar adelante una suerte de mediación junto con los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y México, Manuel Andrés López Obrador, aunque este último se ha distanciado de ese proceso en los últimos días.

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