Fernando Mollinedo C.

La administración de Jimmy Morales tendrá serias resistencias y chantajes por parte de los grupos económicos de la “granítica” derecha y los grupos atomizados de la izquierda; aparte por los continuos apretacanutos internos derivados de las ambiciones y oportunismos para usufructuar posiciones de poder en el nuevo gobierno.

El presidente electo tuvo impresiones desagradables al conocer que algunos malos amigos suyos comprometieron su buena voluntad realizando acciones fuera de su conocimiento; lo anterior le produce de inmediato un desgaste ante la opinión pública.

La composición de acuerdos con los sectores del país sería ideal en esta etapa de transición con la aplicación de las políticas sociales que dejen de ser rehenes de un solo partido; las consecuencias serían positivas para el buen funcionamiento de los servicios de gobierno amparados en el diálogo que impidieron los poderes paralelos en el pasado.

La posible “oposición” tendrá también la responsabilidad de actuar para corregir los destinos por ignorancia, mala fe o intereses partidarios que se presenten en el ejercicio del poder, buscando las razones políticas, de lealtad para el mejor funcionamiento de la administración durante los próximos cuatro años.

Los partidos de oposición tendrán que demostrar como grupo parlamentario su conocimiento real sobre los negocios del Estado en beneficio de la población más necesitada y ejercer una vigilancia sobre el Ejecutivo y el mismo Congreso para obligarlos a la respectiva rendición de cuentas y la transparencia de sus actos legislativos.

De esa cuenta, lograr que la administración fije sus objetivos inmediatos, mediatos y teleológicos con acciones y programas que faciliten la vida de la población, que es a quien se deben, sin buscar satisfacer las intenciones particulares de quienes gobernarán. Ojalá que el gobierno central y el Legislativo tengan capacidad de diálogo y no los infructuosos enfrentamientos como ha sucedido desde hace 194 años de vida “independiente” para desterrar la política sesgada y limitada de los “dueños del país” que han frenado el avance el desarrollo nacional. Cuatro años por venir: esperanza de un mejor país para las presentes y futuras generaciones.

Por otro lado, se vino el fin de año; la esperanza de los convivios, la ilusión de los regalos o del estreno y principian a tomar forma los famosos “propósitos de año nuevo” aunque a veces surgen emergencias, imponderables que no podemos posponer; por lo que deberemos priorizar nuestros objetivos, tenemos que ser conscientes que siempre habrá obstáculos, sinsabores, problemas; pero, también admitamos, si no fuese así, la vida sería aún más tediosa de los que a veces percibimos que es.

Cuidar el dinero, es un tema de ocupación y muchas veces de preocupación, pues hay factores que no podemos controlar (ganar más, vender menos, que nos paguen lo que nos deben, entre otros) pero hay factores que se pueden resolver gastando menos, inteligentemente y con criterio de consumidor astuto porque la llamada «cuesta de enero» existe, y por lo mismo, hasta febrero se nos hace muy pesado.

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