Fernando Castro

Analista Migratorio guatemalteco. Vice Cónsul de Guatemala y Encargado del Despacho, en el Consulado ubicado en Comitán de Domínguez, Chiapas, México, desde 2018 al 2021. Director de Comunicación Social, Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala, CONAMIGUA.

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Estamos cerca del 5 de noviembre del presente año, día en el que se elegirá un nuevo presidente de Estados Unidos, la nominación de Donald Trump como presidenciable del Partido Republicano se ha consumado, aprobando un programa electoral en el que se incluye de llegar a la presidencia la deportación masiva de inmigrantes, tema que debería preocupar al Gobierno de Guatemala, para implementar programas de empleo para incorporarlos y posible reducción de remesas al país, que afectaría la economía de más de 6.5 millones de familiares de inmigrantes y al país, por lo que se debe trabajar en planes de contingencia por el actual gobierno.

En el documento de más de 900 páginas, en el cual se describe 4 objetivos principales para un eventual nuevo gobierno republicano, en el cual se contempla: Restaurar a la familia, como pieza central de la vida estadounidense; desmantelar el estado administrativo; defender la soberanía y las fronteras en dicho país; y asegurar los derechos individuales otorgados por Dios para vivir libremente, enfatizando que se realizará la mayor deportación de migrantes de la historia de dicho país.

Los miembros del Comité Nacional Republicano (RNC, en inglés) en su convención realizada en Milwaukee (Wisconsin), aprobaron el programa que contiene 20 puntos para desarrollar de ganar la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump y J.C. Vance como Vicepresidente.

Dentro de los puntos aprobados, adoptan un concepto antiinmigrante que promueve Trump, quien propone realizar acciones concretas para detener la invasión inmigrante que sufre Estados Unidos, incrementada en la administración de Joe Biden, que aumentó anualmente en cifras que deberían haber preocupado a la actual administración estadounidense, ya que en 2020 fueron capturados 646,000 personas migrantes; en el 2021 se incrementó a 1,956,519 ; cifra que en 2022 subió a 2,766,582 capturados y en el 2023 se obtuvo una cifra de capturas de 3,201,144 migrantes entre hombres, mujeres y menores, para un total 8,270,245 razón por la que Trump promueve “llevar a cabo la operación de deportación más grande de la historia” de Estados Unidos, según sus palabras.

En el 2023, para hacer una referencia en los primeros lugares de capturas fue México con 735,937; Venezuela con 334,914; Guatemala 221,949; Honduras 216,028; Cuba con 200,287; Colombia con 167,388; Haití con 163,781; Nicaragua con 138,729; Ecuador con 117,487 y Ucrania con 101,815.

Del total de capturados, 137,994 son menores migrantes no acompañados de los cuales 49,478 fueron de Guatemalaocupando el primer lugar de capturas y en el caso de unidades familiares fueron 87,317 ocupando el cuarto lugar, lo que debería ser atendido por parte del gobierno central de Bernardo Arévalo, ya que las cifras serán superadas en el presente año, con acciones para generación de empleo y desarrollo para mermar la migración hacia Estados Unidos. Actualmente ya se dan serios problemas para encontrar mano de obra para sectores en agricultura, servicios, construcción, transporte y no es atendido por la falta de visión de funcionarios de las instituciones vinculadas al tema migratorio.

Regresando al programa político de los republicanos, el mismo contempla: Expansión de los poderes presidenciales; Mayores restricciones al aborto; Recortes en políticas ambientales; Inmigración y economía; también “poner fin a la inflación” y convertir a Estados Unidos en una potencia energética mundial, entre otros.

En cuanto a la política exterior, el plan de Trump de ser ganador en las elecciones del 5 de noviembre y regresar a la Casa Blanca, se mencionara el “prevenir la Tercera Guerra Mundial, trabajar en la restauración de la paz en Europa y en Oriente Medio”, expresó el candidato republicano.

A la vez, contempla la construcción de “un gran escudo defensivo contra misiles” en Estados Unidos al estilo de la Cúpula de Hierro israelí y trabajar en la deportación de radicales pro-Hamás” que participen en protestas universitarias.

También se plantea “acabar con los cárteles de drogas extranjeros y aplastar la violencia de las pandillas”, además de modernizar el Ejército estadounidense para que sea “el más fuerte y poderoso del mundo”.

Dentro de la propuesta económica, se contempla el mantener el dólar estadounidense como la principal divisa a nivel mundial, así como el evitar recortes en el programa de salud pública Medicare.

El programa republicano amenaza con recortar la financiación federal a los colegios que hablen sobre racismo y sobre identidad de género porque cree que son contenidos “inapropiados” para los menores. A la vez, se está en contra de que las mujeres trans, puedan participar en competiciones deportivas femeninas.

Llama la atención que también prometió proteger la integridad de las elecciones, agitando de nuevo el fantasma del fraude electoral, una teoría en la que Donald Trump ha insistido, sin pruebas desde que perdió contra el actual presidente Joe Biden en las elecciones de 2020.

Donald Trump arrasó en las primarias del Partido Republicano y fue ratificado oficialmente como candidato presidencial en la Convención Nacional Republicana efectuada en Milwaukee.

Los republicanos se han enfocado en contra la vicepresidenta Kamala Harris, virtual candidata presidencial demócrata que deberá ser ratificada en próxima convención a realizarse, a quién se le señala del fracaso en permitir el ingreso de miles de migrantes a la Frontera Sur de Estados Unidos, aunque se debe enfatizar que la labor le compete administrar al Departamento de Seguridad Nacional (DHS), a cargo de Alejandro Mayorkas.

Recordemos que el presidente Joe Biden, designó a la vicepresidenta Harris, como encargada de proyectos de desarrollo en Centroamérica, con inversión de más de 5,200 millones de dólares originalmente con el fin de que eventualmente, se redujera la inmigración por motivos económicos.

En tres años, la estrategia coordinada por la vicepresidenta Kamala Harris, se contempló cinco pilares, a través de los cuales se ha permitido promover la inversión de 5,200 millones de dólares por parte de empresas y organizaciones, lo que lamentablemente se desconocen, son las áreas de inversión, la forma de escogencia de las personas beneficiadas, cómo acceder a dichos beneficios, el número de núcleos familiares que desarrollan los proyectos, el monto invertido y un informe de la auditoría de los gastos.

Recordemos que en la administración de Barack Obama, en ese entonces el Vicepresidente Joe Biden, fue el encargado de desarrollar el Plan de la Alianza para la Prosperidad, el cual fue un total fracaso para frenar la migración y que como he descrito anteriormente, se ha incrementado en los últimos años en cifras nunca antes registradas.

De llegar a la presidencia Donald Trump, debe considerarse la posibilidad de que sea impuesto nuevamente un acuerdo de Cooperación de Asilo (ACA) , o Acuerdo de tercer país seguro”, avalado y suscrito en julio de 2019 en la mal recordada administración de la presidencia del gobierno guatemalteco y el que se puso fin en febrero de 2021, el cual permitía deportar migrantes hondureños y salvadoreños a Guatemala.

El acuerdo establecía que al llegar los migrantes retornados a Guatemala vía aérea procedentes de EE. UU., los extranjeros eran trasladados al Instituto Guatemalteco de Migración para identificar si se encontraban bajo algún temor y para elegir uno de los tres caminos: asilo, protección o retorno asistido a su país de origen, en la que prevalecía en la mayoría de los casos, que tanto los ciudadanos hondureños y salvadoreños retornaban a sus países.

Dicho convenio de asilo impuesto, generó diversas críticas en Guatemala y Estados Unidos al momento de su suscripción en 2019, pero también durante su desarrollo, esperando que no sea impuesto nuevamente de llegar Donald Trump a la presidencia.

Mientras no se generen soluciones integrales para promover empleo y desarrollo en los países expulsores de migrantes, así como mejorar la situación económica y política de países como Cuba, Haití, Ecuador, Venezuela entre otros, la migración no se detendrá, un tema que no debe dejarse postergado por los gobiernos, como parte de la responsabilidad social a sus connacionales.

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