Definitivamente, el invierno ya se instauró en todo el territorio nacional, y con él llegaron los derrumbes y las inundaciones. Muchas de esas situaciones y los daños provocados a personas, viviendas, cultivos y vehículos tienen que ver con que en muchos de los casos los fenómenos climatológicos son tan fuertes que superan las previsiones humanas.
Pero también con los errores cometidos en la planificación de viviendas y asentamientos humanos, debido a que se construye en sitios declarados no habitables o se botan árboles y se destruyen bosques completos para construir viviendas y centros comerciales.
Si retrocedemos a finales del siglo pasado, encontramos que la vivienda construida y designada para una familia ahora está transformada y tiene dos apartamentos arriba de ella, que representan mayor requerimiento de agua potable, alumbrado eléctrico y por supuesto de drenajes.
Una de las situaciones que se produjo al inicio de esta semana tiene que ver con este último punto, la lluvia fue copiosa y los drenajes no se dieron abasto, por lo que muchas calles se vieron imposibilitadas de transitar.
Además de la inmensa cantidad de árboles que se derrumbaron pusieron a las cuadrillas de trabajadores de la municipalidad a trabajar horas extras. Dándonos un ejemplo, si les cerramos el paso a las raíces de los árboles, si los cortamos para construir viviendas y si no prevemos lo que podría pasar
Vamos a finalizar un año con muchos daños, como ya ha ocurrido en el pasado. Como la tormenta Stan, el paso del Huracán Mitch son solo algunos ejemplos de los que debiéramos haber aprendido para vivir más tranquilos y seguros.
Agregándole a ello que Guatemala es uno de los países de más riesgo de desastres y crisis humanitarias.
Así que esta semana los Capellanes de la Policía Nacional Civil, cuyo objetivo es ayudar a las personas a encontrar en sus creencias personales la fortaleza interna necesaria para enfrentarse a las dificultades de la vida, y volverse resilientes ante las adversidades diarias y ante situaciones conflictivas, participaron en una capacitación impartida por el especialista Luis Alvarado de la Organización Global Refuge, sobre: Primeros Auxilios Psicológicos”.
Tomando en cuenta que su Capellanía es un espacio en donde cuidan la vida y el desarrollo espiritual de los estudiantes y del personal académico y administrativo de la institución policial, además de proporcionar apoyo y consejo confidencial en los momentos críticos, mediante la específica y calificada atención, tanto al personal policial en actividad, como al personal retirado y a su familia.
Por ello, la promotora de la charla licenciada Susana Oscal, jefa del Departamento de Psicología de Salud Policial, consideró valioso acercar a los capellanes al conocimiento y práctica de los Primeros Auxilios Psicológicos.
Durante la presentación de la capacitación en el Auditórium de la Escuela de Especialidades de Policía (EEPOL) en zona 6 tanto el Inspector Eliezer Bonilla, jefe de la Capellanía Policial. Como el Subcomisario Ruperto Román, Secretario Técnico de la Subdirección General de Salud Policial, estuvieron de acuerdo en la importancia de ir cada día una paso adelante y estar preparados para poder brindar también atención humanitaria.
Como comida, agua, orientación de refugios, escucha, localización de familiares, privacidad y respeto a los derechos humanos y de la intimidad de las personas que se encuentran en medio de una situación como una colisión múltiple de tránsito, derrumbes, inundaciones y otros, considerando los factores que pueden influir como la edad, el sexo, el estado de salud, el ambiente político/social, relaciones familiares, la emocionalidad.
Para finalizar la capacitación, la capellana Débora Sandoval agradeció a sus compañeros su presencia y participación activa en nuevos aprendizajes, considerando que: ¡NO HAY MAÑANA, #LA SEGURIDAD ES HOY!