Por Elena Box
Madrid
Agencia/dpa

«Yo no tengo ideología, tengo biblioteca». Así de rotundo se manifestó hoy el escritor Arturo Pérez-Reverte durante la presentación de «La Guerra Civil contada a los jóvenes», una obra con la que pretende «refrescar los elementos indiscutibles» del capítulo más negro de la historia reciente española.

Sorprendido al ver que un libro de texto resumía la vida de Antonio Machado como «poeta español muy bueno que murió en Francia», el autor de «El capitán Alatriste» decidió tomar cartas en el asunto. Y es que según el escritor y académico, por el afán de «protegerles» de las atrocidades del conflicto «los jóvenes se están quedando huérfanos de memoria».

Muy crítico con los contenidos que se enseñan actualmente en los colegios, Pérez-Reverte insistió en que «retirar de la educación los aspectos oscuros y trágicos es un error». «Creemos que ocultando a los niños la realidad los protegemos, y lo que hacemos es dejarlos indefensos», pues los vuelve «mucho más manipulables ante cualquier cliché o tweet», añadió. «Ocultar las tragedias es todavía peor que contárselas mal».

En «La Guerra Civil contada a los jóvenes» (Alfaguara), que acaba de salir a la venta ilustrado por Fernando Vicente, el escritor resume en menos de 150 páginas su visión de la tragedia que partió España en dos entre 1936 y 1939, se prolongó durante la dictadura franquista y comenzó a reconstruirse a finales de los 70 con la Transición a la democracia.

En total, Pérez-Reverte desglosa la contienda, sus causas, protagonistas y consecuencias en 30 breves capítulos en los que ha evitado adjetivos y juicios para centrarse en los hechos, hasta componer un texto «conciso y limpio», explicó. Todo ello completado con un glosario, una cronología de «momentos clave» y varios mapas sobre la división territorial.

«Por cada media página han sido 20 folios reduciendo y tachando», contó. Por eso, el libro no tiene nada que ver con su serie de artículos «Una historia de España». «Ahí soy yo opinando y mi personaje, esto es otra cosa», declaró el escritor de «Territorio comanche», famoso por no morderse la lengua en su columnas o a través de las redes sociales a la hora de abordar cuestiones espinosas.

«Nadie pone en duda, porque es evidente, que hubo un golpe de Estado ilegítimo contra un gobierno legítimo», declaró. Pero «a partir de ahí, hubo una responsabilidad colectiva de los dos bandos en la tragedia», y ahora que muchos de sus testigos ya no pueden contarlo, «queda un territorio gris y confuso donde es muy fácil manipular y hablar de falangistas perversos y hordas de ‘rojos'».

Como excorresponsal de guerra que cubrió entre otras las contiendas de Bosnia, Eritrea o Sudán, Pérez-Reverte afirmó que conoce bien hasta dónde puede llegar la condición humana. «Y en España hubo dignidad y valor, pero también vileza en los dos bandos». Lo que sucede hoy en día, añadió, «es que hemos llegado a extremos en los que ni siquiera se reconoce al otro la más mínima de las virtudes».

Por eso, él ha tirado de «biblioteca», uniendo «lo indiscutible» para las dos Españas enfrentadas y en lo que coinciden historiadores internacionales como Paul Preston o Antony Beevor. Y contó que el «padrino espiritual del libro» es el periodista español Manuel Chaves Nogales («A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España»), el hombre «que con más lucidez» retrató la contienda.

Y es que hoy en día, sostuvo, «los políticos han sustituido a los historiadores». Algo «gravísimo», pues a veces éstos son «unos incultos que convierten en influencia cualquier argumento que se les ponga a tiro». Todo ello teniendo en cuenta que «hay una diferencia enorme en cuanto al peso intelectual con los políticos de hace 40 años», apuntó.

Con todo, él tampoco pretende «sustituir» a los libros de historia, sino «abrir una puerta que incite al profesor y al alumno a introducirse en el tema», recalcó. Su objetivo es que «La Guerra Civil contada a los jóvenes» sea «una herramienta», el «acicate» para que cualquier estudiante entienda «que no fue un conflicto de buenos y malos» sino algo mucho más complejo.

«Hay que hacer ciudadanos lúcidos», apostilló, «y la lucidez se hace con memoria y conocimiento». De forma paralela al lanzamiento del libro, el Museo ABC de Madrid acoge hasta diciembre una exposición en la que podrán verse los originales de las ilustraciones de Vicente para el libro, realizadas en acrílico y en las que plasma con la sobriedad del gris y el sepia el horror de la tragedia.

«Yo no tengo ideología, tengo biblioteca».

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