Walter Juárez Estrada

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El expresidente Alejandro Giammattei quedará registrado en la historia jurídica-política guatemalteca, como el gobernante más corrupto, superando a sus antecesores, el extinto Colom, Morales, la mancuerna Pérez Molina-Baldetti, llegando al peor de los extremos de tener el control mediante una dictadura “solapada” de  los organismos del estado, que obliga por imperio legal a accionar contra él y sus cómplices, para sentar un precedente y por supuesto no debe quedar impune la compra ilegal de las vacunas Sputnik, que originó el malestar de miles de guatemaltecos, al morir sus familiares, por la falta de una dosis a raíz de la crisis mundial del Covid.

La Contraloría General de Cuentas en julio del 2021, presentó 5 denuncias penales en torno a la compra anómala de las vacunas Sputnik V imputándole responsabilidad a la exministra Amelia Flores. Acción que hasta ahora no ha prosperado por la indolencia del Ministerio Público y de los órganos de justicia. En razón a esa irresponsabilidad, la Procuraduría General de la Nación, presentó a los tribunales otra denuncia, donde pide que se proceda con arreglo a derecho a accionar contra todos los funcionarios que intervinieron en esa sucia negociación donde se pagaron millones de quetzales, a una empresa Rusa fantasma.

Flores ha dicho reiteradamente que ella actuó con instrucciones del expresidente Giammattei y se mantuvo en “secreto” la negociación porque fue el convenio de las partes. Si lo dicho por la ex titular de Salud es verdad, el ex jefe del ejecutivo, debe dar cuenta a los tribunales y su ex canciller Pablo Brolo, que viajó a Rusia, para formalizar la sucia negociación, donde se afectó a miles de guatemaltecos. De profundizar en ese caso los tribunales, el MP debe cumplir con lo que dice la ley y solicitar que al exgobernante, ahora diputado del insípido Parlacén,  se le enjuicie, como se ha hecho contra otros exfuncionarios de los gobiernos pasados y de su administración.

El testimonio que debe dar en los tribunales, la exministra Flores, despejará las dudas. Ese caso, como los otros que han denunciado los nuevos funcionarios del presidente Bernardo Arévalo, no deben quedar en simples denuncias. Pero se duda, por el control que aún tiene Giammattei, en  los órganos del Estado. El Congreso, como se evidenció al no aprobar el decreto de calamidad por el caso de los incendios. Es aquí en donde el guatemalteco debe exigir, se haga justicia y que todo el peso de la ley, caiga contra todos del denominado pacto de corruptos.  Quedar la denuncia en blanco y negro, sería un insulto más a lo que el pueblo por años ha exigido y Giammattei, debe estar atrás de las “rejas”, como dice una canción.

Es un hecho que debe llegar hasta las últimas consecuencias, se lucró con la salud de miles de guatemaltecos y da vergüenza la complicidad de la PDH que ha sido la entidad que está al margen de lo que debe ser para defender los derechos humanos.

La fiscal general, Consuelo Porras, debe dar la cara en  los tribunales por esa sucia negociación de la compra ilegal de las vacunas Sputnik V, no hacerlo demostraría que aún sigue bajo la férula del corrupto ex gobernante Alejandro Giammattei Falla, que se burló del pueblo que en mala hora lo eligió.

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