El Índice de Desarrollo Humano (IDH) y la competitividad del país guardan una relación directa entre sí, según la conclusión de un informe elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) que fue presentado.
El objetivo del informe es ser un marco de referencia para identificar las acciones de política pública que generen un impacto local significativo en el desarrollo.
Sin embargo, Guatemala se enfrenta a grandes desafíos, ya que muchas de las variables que definen el desarrollo humano y la competitividad son bajas.
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Entre los principales hallazgos figura una relación negativa en la dependencia de remesas y la competitividad.
Según los detalles del documento, en donde hay mayor dependencia de las remesas, respecto al producto interno bruto (PIB) local, el desarrollo humano es menor, sobre todo en cuanto a nivel de vida.
DESARROLLO HUMANO Y PIB
Además, se indicó que hay municipios con altos índices de desarrollo humano, como: Guatemala, Mixco o Santa Catarina Pinula, en donde la dependencia de remesas es menor al 8 por ciento de a cuerdo con su PIB.
En contraparte, en los municipios con dependencia de las remesas, como Chisec y Fray Bartolomé de las Casas Alta Verapaz; San Mateo Ixtatán, Huehuetenango; y Santa María Nebaj, Quiché, el porcentaje es mayor al 90 por ciento de su PIB. Además, sus índices de desarrollo humano son relativamente bajos.
Otro factor detectado indica que en donde hay mayor cobertura de servicios bancarios (agentes y agencias bancarios por 100 mil habitantes), es mayor el nivel de ingreso y el desarrollo humano.
La investigación refiere que hay una gran disparidad en el nivel de bancarización (cantidad de agentes bancarios). En Guatemala hay un promedio de 104.1 agentes bancarios por cada 100 mil habitantes.
Los departamentos que superan el promedio son Zacapa (205.9), El Progreso (174.9) y Petén (159.5).
Los que están debajo de la media son: Chimaltenango (89.1), Totonicapán (86.8), San Marcos (86.2), Huehuetenango (80.5), y Quiché (76.5). El más bajo es Alta Verapaz, con 58.2.
En la misma línea en que se marcan brechas en accesos a servicios y se asocian a baja competitividad, se encuentran la cobertura en salud, educación, electrificación y agua potable. En estos aspectos, Guatemala también marcó un bajo punteo.
INFRAESTRUCTURA, PILAR DE LA COMPETITIVIDAD
El tema de la infraestructura vuelve a ser objeto de estudio, el cual ha sido citado en otros documentos como un elemento importante para la atracción de inversión extranjera al país.
En el informe se evaluaron las condiciones de infraestructura en cuanto a su relación con el desarrollo humano.
“Un mayor desarrollo humano se logrará en la medida (en) que las personas puedan transitar de forma rápida y eficiente a territorios próximos, lo cual trae consigo acceso a más y mejores bienes y servicios, y a un costo menor”, se explica en el estudio.
La infraestructura también es un pilar fundamental para aumentar la competitividad local, la generación de empleo y el acceso a mercados de pequeños productores.
No obstante, las condiciones de infraestructura en el país son deficientes, por lo que en el informe se recomienda priorizar la inversión en la infraestructura social.
Según el estudio, la infraestructura debe ser orientada a mejorar el acceso al agua y el saneamiento de esta, vivienda digna, servicios de salud y educación, electrificación y caminos rurales.
“Si los municipios con mayores índices de pobreza y menor desarrollo humano no invierten en infraestructura para el desarrollo, es difícil pensar en escenarios optimistas que mejoren la competitividad local”, advierte el informe.
GUATEMALA EN LOS ÍNDICES DE COMPETITIVIDAD Y DESARROLLO
La competitividad es medida en 12 variables:
- Instituciones.
- Infraestructura.
- Adopción de TICs.
- Entorno económico.
- Salud.
- Habilidades.
- Mercado de productos.
- Mercado laboral.
- Sistema financiero.
- Tamaño de mercado.
- Dinamismo de los negocios.
- Capacidad de innovación.
Al evaluar las variables se establece el índice de competitividad. Guatemala ha marcado una tendencia en crecimiento en el índice de competitividad de 47.67 puntos registrado en 2007, a 56.77 en 2022.
Sin embargo, se han registrado retrocesos en algunos municipios. Esto debido a rezagos en Instituciones, Fuerza laboral y talento, Inversión productiva, Mercado laboral, y Tamaño del mercado.
En tanto, el informe del Desarrollo Humano 2019, que fue utilizado en el estudio de PNUD y Fundesa, colocó a Guatemala en un nivel medio, con un índice de 0.663, quedando por debajo del promedio latinoamericano (0.776). Guatemala se ubica en el puesto 129 de 189 evaluados.
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