Luego de haber prestado juramento para el cargo de ministros, el tiempo comienza a contar. Esas primeras horas quizás son las más importantes que un ministro tiene. En su primera semana de funciones nombrará a su equipo más cercano, definirá el perfil como funcionario público, dictará las grandes líneas de su administración y enviará los mensajes que le permitan ganarse la confianza de la población.
Vamos por partes. Al anunciar a su equipo más cercano, los ministros darán a conocer de qué profesionales se van a rodear, quiénes serán sus cuadros ejecutivos para llevar adelante los programas que se proponga. También, al conocerse esos nombramientos, la población podrá tener una idea más clara de qué personas serán las más cercanas del nuevo ministro o ministra.
Por otro lado, en la primera semana sabremos si será un ministro o ministra con apertura a los medios o si preferirá llevar un perfil ante la opinión pública. Para los ministros que piensen que la segunda es una opción, les tengo malas noticias. La población está cada vez más activa en la conversación política y les exigirá que se muestren y expongan ante los medios. La población exigirá conocer, de viva voz, las políticas y programas que los nuevos ministros se proponen llevar adelante.
Por esta razón, una presentación pública de los equipos de trabajo y la descripción, en grandes líneas, de sus planes de trabajo son los dos pilares sobre los que debe descansar la imagen y gestión de los nuevos funcionarios de Estado. Cualquier cosa por debajo de esto, tarde o temprano, disminuirá su espacio político y deteriorará su imagen.
Finalmente, y quizás lo más importante en esta primera etapa de presentación de los nuevos titulares de las diferentes carteras, este es el momento para tomar las decisiones que marquen una diferencia sensible entre ustedes y sus antecesores. No deben perder de vista que son ustedes, señores ministros, los encargados de cumplir con el mandato que el pueblo de Guatemala le ha entregado al presidente Bernardo Arévalo. Un mandato de cambio, transparencia, austeridad y ética en la función pública.
Un consejo, como ciudadano, anuncien sus primeras 5 medidas de alto impacto que marcarán un cambio radical en la forma en que sus antecesores gestionaron esos ministerios. Que se note su presencia. Que se haga sentir el cambio.
Es su deber hacer que la impronta y legado del presidente Bernardo Arévalo se empiece a ver desde el día uno (ya van 4) y que la población perciba esos cambios en su calidad de vida.
Decía Ortega y Gasset que la política es tener una idea clara de lo que se quiere hacer una vez alcanzado el poder. Ministros, la política es ahora.