La gratitud, la cualidad de ser agradecido, consiste en apreciar los aspectos no materialistas de la vida, y la voluntad de reconocer que los demás desempeñan un papel para lograr nuestro bienestar emocional.
Es una emoción fuertemente relacionada con la salud mental, la satisfacción vital, el optimismo, la autoestima, las relaciones sociales y la felicidad que perdura a lo largo de la vida.
Esta es una habilidad esencial para lograr el autoconocimiento y la autogestión, y puede abrir las puertas del éxito.
HERRAMIENTA PARA LA VIDA
Para la psicóloga Ingrid de la Luz Cifuentes, esta actitud de agradecimiento es de las herramientas más grandes que se puede tener, porque permite ampliar las cosas buenas en la vida.
Según la experta, las personas agradecidas son más felices y están más satisfechas con su vida, sus amistades, su familia, su comunidad y su persona.
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Las personas que deciden ser más agradecidas experimentan más esperanza, optimismo y autoestima y rinden más en la escuela y el trabajo.
La gratitud está relacionada con una mayor compasión, dando lugar a relaciones más sólidas, en el ámbito laboral y persona, cuando una persona es sincera de la gratitud que siente, es percibida como más honesta.
IMPACTO EN LA SALUD
También se asocia con un estilo de vida más saludable, un mejor descanso, un sistema inmune fortalecido y menos emociones negativas como la envidia, la depresión, el sentimiento de soledad y el materialismo.
La gratitud contribuye a la esperanza, la resiliencia y el afrontamiento de las crisis. Puede ayudarnos a gestionar emociones como la pérdida y el estrés.
La gratitud, sumada a una mentalidad optimista, puede aumentar los neuroquímicos esenciales del bienestar, como la dopamina, la oxitocina y la serotonina.
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