Danilo Santos

dalekos.santos@gmail.com

Politólogo a contrapelo, aprendiz de las letras, la ternura y lo imposible. Barrioporteño dedicado desde hace 31 años a las causas indígenas, campesinas, populares y de defensa de los derechos humanos. Decidido constructor de otra Guatemala posible.

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Los días pasan y una calma chicha se apodera del clima político, a pesar de en las profundas mareas de la realidad nacional, las fuerzas antidemocráticas siguen operando con todas sus fuerzas y recursos. Tres hechos destacables de las últimas semanas marcan la ruta: la orden de la Corte de Constitucionalidad para que el Congreso elija magistraturas de la Corte Suprema de Justicia y Cortes de Apelación; la petición de retiro de inmunidad de la CSJ a las y los magistrados del Tribunal Supremo Electoral; y el retiro de antejuicio al vicepresidente de la República.

Estamos en el ojo del huracán político electoral, cuando termine de girar y pasar sobre la ciudadanía, los poderes del Estado y la Constitución Política de República, sabremos si hemos sido capaces de defender el remedo de democracia al cual nos aferramos con las fuerzas políticas, organizativas y sociales que tenemos en el país.

Del lado de la clase política en el poder y los liderazgos políticos populistas, hay un esfuerzo denodado por seguir el curso de boicotear la toma de poder del Movimiento Semilla y, crear un clima de rechazo popular con base en un supuesto fraude electoral fraguado desde el sistema Transmisión de Resultados Electorales Preliminares, TREP. Además de estar espulgando a Semilla desde las elecciones de 2019.

Las líneas de acción en la estrategia de golpe de estado, utilizando a la CC, la CJS y el Congreso de la República, eran predecibles; lo que llama la atención es que además de Semilla, hay otros objetivos políticos, como el ataque al vicepresidente Castillo: esto significa una declaración de guerra muy particular con el sector privado.  Independientemente de lo que pase con el resultado de la Comisión Pesquisidora en el Congreso, la cual decidirá sobre el antejuicio del vicepresidente, este hecho nuclea a los más duros y corruptos, incluso en contra de quienes han sido sus aliados de control y negocios en Guatemala.

Los procesos contra las y los magistrados del TSE, el partido Semilla y ahora el vicepresidente Castillo, seguirán su curso cansino y de desgaste, el objetivo, aunque parezca que las aguas se han calmado, sigue siendo un gobierno de transición luego de la declaratoria de unas elecciones fraudulentas por parte del Ministerio Público y el respaldo de la CC. 

Estamos en el ojo del huracán de una tormenta político electoral que aún no termina de pasar, cuando termine de pasar sobre nosotros, sabremos si somos seres anodinos que permiten que pase de todo, sin el mayor interés por la realidad nacional, o somos una ciudadanía para la que la democracia electoral es esencial en cuanto al respeto de la voluntad popular expresada en las urnas: esto, demostrado de la manera que las circunstancias lo exijan.

Preparémonos pues, para una navidad atípica, luchando contra el sistema corrupto y sin el apoyo de la mayoría de los partidos que participaron en las elecciones, principalmente de VAMOS, que es el centro de esta vorágine. Y por supuesto, sin el apoyo de alcaldes, alcaldesas, diputadas y diputados electos, que luego de lograr su objetivo político, personal y desapegado de sus votantes, se han olvidado del pueblo y la crisis de gobernabilidad que vivimos. 

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