Ganador ante Tonga por 49-18 con el bonus ofensivo, este domingo en Marsella, el vigente campeón mundial Sudáfrica roza los cuartos, pero deberá esperar al resultado del Irlanda-Escocia del sábado, mientras que Australia venció a Portugal (34-14) y evitó su eliminación matemática, aunque está prácticamente sentenciada.
Tras los dos partidos disputados este domingo de la cuarta jornada de la fase de grupos del Mundial de rugby, ningún equipo se une a Gales e Inglaterra, las únicas selecciones que tienen un billete asegurado a cuartos.
Con 15 puntos en la clasificación, los Springboks, que ya han jugado sus cuatro partidos de la fase de grupos, son líderes del grupo B por delante de Irlanda (14) y Escocia (10), por lo que deberían, salvo que se den una serie de circunstancias poco probables en el último partido entre estos dos últimos equipos, avanzar a cuartos, donde se cruzarían con Francia o Nueva Zelanda.
Sudáfrica tiene un ‘goal-average’ muy positivo (+117) lo que le debería servir para evitar sustos, incluso en caso de victoria escocesa bonificada contra Irlanda, lo que podría provocar un triple empate a 15 unidades y tener que decidir la clasificación por la diferencia de puntos.
En el Velodrome de Marsella, Sudáfrica exhibió su rugby ofensivo para cumplir objetivos frente a un equipo de Tonga potente y dinámico, pero limitado para competir con el vigente campeón.
El referente de los Boks Siya Kolisi celebró su 50º partido como capitán en 80 selecciones en un duelo en el que los suyos tuvieron que esperar hasta el minuto 49 para firmar el cuarto try y el consiguiente bonus, firmado por el center Jesse Kriel.
El XV de Tonga había resistido bien en la primera parte, con un try de Ben Tameifuna en el minuto 38 que ponía algo de suspense en el marcador al descanso (21-8). Finalmente, el triple campeón mundial marcó la diferencia, aunque el resultado no fue tan excesivo como el 74-10 de 1997, en el primer enfrentamiento entre ambos equipos en la competición.
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HASTA QUE HAY VIDA
Tras ganar a los Lobos portugueses este domingo en Saint-Etienne, los Wallabies australianos tienen una ínfima posibilidad matemática de clasificarse para cuartos y evitar la primera eliminación de su historia en la fase de grupos.
«Solo teníamos un objetivo esta semana que era seguir con vida, seguir en la competición y lo hemos conseguido esta noche. Los jugadores trabajaron duro para esto», dijo el veterano seleccionador de los australianos, Eddie Jones.
Necesitan que Fiyi sea sorprendida por Portugal dentro de una semana en Toulouse, sin que logre el punto de bonus, sea ofensivo o defensivo, lo que parece altamente improbable.
El equipo luso confirmó en su tercer partido en Francia la gran impresión que ha dejado durante el Mundial, desde su derrota inaugural ante Gales (28-8) pasando por el empate ante Georgia.
En el césped del estadio Geoffroy-Guichard cumplieron ante una potencia mundial, aunque de capa caída, como Australia.
Sin embargo, el equipo austral se puso pronto por delante, 7-3, y mantuvo la ventaja hasta conseguir el bonus ofensivo en el minuto 47. En la recta final sufrió ante el último esfuerzo de un bravo equipo portugués.
