Las Naciones Unidas dijeron el 25 de julio que habían comenzado a transferir un millón de barriles de petróleo de un superpetrolero oxidado frente a Yemen devastado por la guerra, en un intento por evitar un derrame catastrófico.
Las Naciones Unidas dijeron el 25 de julio que habían comenzado a transferir un millón de barriles de petróleo de un superpetrolero oxidado frente a Yemen devastado por la guerra, en un intento por evitar un derrame catastrófico. Foto La Hora: AP.

Las operaciones de trasvase de más de millón de barriles de crudo de un petrolero varado frente a las costas de Yemen, para evitar una marea negra, empezaron este martes y se prolongarán durante unas tres semanas, anunció la ONU.

«Naciones Unidas inició una operación para desactivar lo que podría ser la mayor bomba de tiempo del mundo», declaró el secretario general, Antonio Guterres, en un comunicado.

Se trata, dijo, de una «operación compleja» que pretende trasvasar 1,14 millones de barriles de crudo del FSO Safer, un navío de 47 años, convertido en terminal flotante de carga y descarga, que está anclado desde los años 1980 frente al estratégico puerto de Hodeidah (oeste).

Desde 2015, poco después del inicio de la guerra que ha causado una de las peores crisis humanitarias del planeta, el navío no ha tenido mantenimiento. Su cubierta está oxidada y amenaza con partirse.

Su carga es cuatro veces mayor que la del petrolero Exxon Valdez que se hundió en 1989 frente a las costas de Alaska.

La ONU espera que la operación, que durará unas tres semanas, y tendrá un costo de 143 millones de dólares -todavía faltan 20 millones-, permitirá evitar una catástrofe ambiental cuya limpieza costaría más de 20.000 millones de dólares.

Una marea negra sería un duro golpe a la fauna y la flora, así como a los pueblos de pescadores y los puertos de Yemen y podría perturbar el tráfico marítimo internacional entre el estrecho de al Mandeb y el Canal de Suez que lleva al Mediterráneo.

Desde hace años, las siete u ocho personas que integran el equipo del navío tratan de impedir cualquier fuga o explosión que provocaría el derrame de petróleo en el mar Rojo.

En marzo el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) compró el buque Nautica para trasvasar el petróleo del Safer.

Dos meses después, expertos de la empresa privada SMIT Salvage hicieron una inspección para ver si la terminal podía soportar esta operación.

 

Aunque se concluya con éxito el trasvase de petróleo, el Safer seguirá siendo una «amenaza para el medio ambiente» ya que contiene «residuos de hidrocarbono viscosos y amenaza con romperse», advirtió la ONU.

Ahora falta determinar a quién pertenece la carga de crudo del buque, ya que la rivalidad entre los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, y las fuerzas gubernamentales apoyadas por Arabia Saudí, se mantiene pese a que prácticamente han cesado los combates.

«Por el momento, no se ha llegado a ningún acuerdo para la venta del petróleo», dijo en una conferencia de prensa Achim Steiner, director del PNUD.

Pero esta operación «podría ser una etapa importante para el diálogo entre las partes en conflicto», dijo por su parte David Gressly, coordinador humanitario de la ONU para Yemen, esperando que pueda desembocar en «mayor apoyo para un proceso de paz».

Desde abril de 2022, el conflicto prácticamente ha cesado en el país gracias a una tregua negociada por la ONU, que sigue siendo respetada pese a que hace varios meses que ha expirado oficialmente.

Con la reconciliación entre Irán y Arabia Saudí se espera que la paz vuelva a Yemen.

 

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