La semana anterior analizamos cuáles fueron las fallas en las que incurrió la mayoría de los partidos participantes en el proceso electoral y de cómo estas fallas viabilizaron la ruta para que el Movimiento Semilla llegara al segundo lugar y hoy se encuentre en el balotaje programado para el 20 de agosto junto a la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
Lo anterior estuvo sin ser legalizado hasta ayer, cuando el pleno de magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE), en conferencia prensa, a la que fuimos invitados como representantes de la Asociación Caminemos, declaró la validez de los resultados de las elecciones del 25 de junio por medio del Acuerdo 1328-2023. La conferencia, iniciada a las 18:30 horas, además de declarar válida la elección de Presidente y Vicepresidente, también oficializó la cantidad de votos recibidos por cada agrupación participante.
Minutos antes, en redes sociales se propagaba un video del titular de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Rafael Curruchiche, anunciando la suspensión, por parte del Juzgado Séptimo de Instancia Penal, de la personería jurídica de Semilla por supuesta falsificación de firmas en la constitución de la agrupación. Lo resuelto por esta judicatura fue notificado al Registro de Ciudadanos del TSE a las 17:22 horas no obstante los magistrados negaron, en más de una ocasión, tener conocimiento del tema.
Ante la insistencia de los periodistas, los magistrados encabezados por su presidente, Elizabeth Palencia, adujeron no poder emitir opinión de algo que desconocían e insistieron en que el encuentro con la prensa era exclusivamente para avalar los resultados de la primera vuelta e informar que la oficialización de diputaciones y alcaldías se haría en otra oportunidad.
Como constituyente fue inevitable no ser abordado por los periodistas sobre la suspensión de Semilla y la respuesta fue inmediata basándome en el artículo 92 de la Ley Electoral y de Partidos Políticos “No podrá suspenderse un partido después de la convocatoria a una elección y hasta que ésta se haya celebrado”.
Diversos comunicados fueron emitidos incluyendo el del CACIF y otras organizaciones sociales, que exhorta el respeto al artículo 92 de la ley electoral, continuar con el proceso, mantener la fecha del 20 de agosto para realizar la segunda elección y mantener a los dos partidos políticos ganadores como las dos opciones para que la ciudadanía elija.
Aunque todos sostenemos que la Ley Electoral y de Partidos Políticos tiene rango constitucional, definitivamente vemos que nos encontramos en un momento crítico que confirma no sólo la judicialización de la política sino la manipulación de esta y el riesgo que corre el sistema democrático republicano.
NO SE VALE esgrimir, por parte de quienes están a favor de que suspendan a Semilla, que el TSE ya tiene el antecedente de haber suspendido a Prosperidad Ciudadana cuando este ya había sido inscrito, porque este no fue cancelado como partido, será hasta ahora por no participar. YA ES HORA de darnos cuenta de que el tema es más profundo y que muy probablemente estemos frente a un intento de romper el orden y volver a poner a prueba la Constitución, planeado independientemente si Semilla pasaba o no a segunda vuelta. ¿O será el resultado tener a dos partidos socialistas disputándose el más alto cargo político en Guatemala? De la judicialización de la política estamos a punto de pasar al caos, a la anarquía.
Es imposible proyectar mi pronóstico ante la amalgama de hechos y de acciones legales que tendrán que desarrollarse paralelo a la campaña política que desde ahora está permitida para UNE y Semilla. (Denuncia por el sistema, este proceso penal y procesos en contra de los mismos magistrados).
Yo insistiré en el respeto a la Constitución Política y a las leyes constitucionales y citando a la presidente del TSE quien dijo que “las elecciones se ganan en las urnas, derivado del sagrado sufragio de los ciudadanos… haríamos mal con externar opinión de algo que todavía no está en nuestro conocimiento”.
Queda en el ambiente una nebulosa que pareciera conducirnos al rompimiento del orden constitucional que busca repetir las elecciones. Es momento de recordar lo dicho por otras voces: “no es un sistema perfecto, pero es el mejor que conocemos para vivir tomando en cuenta la voluntad de las mayorías”.