El esófago es un conducto fundamentalmente muscular, encargado de transportar la comida desde la boca hasta el estómago. Foto La Hora: Cortesía.

 

Principiemos por entender que es lo normal; vea la figura de arriba, lo que vemos es que el esófago es un conducto fundamentalmente muscular, encargado de transportar la comida desde la boca hasta el estómago. En el estómago, los alimentos se mezclan con los ácidos gástricos para empezar su digestión, por tanto, la mucosa del estómago está preparada para soportar la acidez. El esófago, posee una mucosa similar a la de la boca, y no está preparado para los ácidos gástricos y entonces existe una valvulita llamada esfínter esofágico, que cierra para que no pase nada del estómago hacia arriba. Por consiguiente, la enfermedad por reflujo gastroesofágico, es aquella en la que, por razones diversas, el contenido ácido del estómago refluye al esófago y aparecen síntomas o alteración de los tejidos del esófago, que en parte tiene que ver con el esfínter esofágico inferior, que se abre para dejar pasar el alimento y se cierra para evitar que el contenido estomacal pueda volver atrás.

La causa de la ERGE no es causa única. Los estudiosos han divido las causas en dos grupos:

1ª El contenido gástrico tenga una mayor probabilidad de refluir al esófago: esto a su vez puede deberse a varias situaciones: 1. porque el contenido gástrico esté más cerca de la región gastroesofágica (como cuando alguien se estira en la cama después de comer. 2. Porque aumente la presión dentro del estómago (en caso de obesidad, embarazo, ropa apretada…) o 3. Porque aumente el volumen del contenido gástrico (por ejemplo, después de comidas copiosas).

2º Falla en las barreras que mantienen el contenido ácido del estómago. Esto a su vez puede deberse a varias causas: 1. disminución de la presión del esfínter esofágico inferior (distintas substancias, que pueden alterar la contractilidad del esfínter), 2. que aumente la presión externa y afecte la presión del esfínter esofágico inferior (por ejemplo, cuando aumenta el tono del diafragma en caso de estrés o ansiedad) o 3. que el esfínter esofágico inferior se encuentre desplazado (por ejemplo, en caso de hernia de hiato).

La enfermedad por reflujo gastroesofágico no es cosa sencilla ni obedece a una sola razón, es una de las enfermedades más comunes del tracto gastrointestinal superior. El síntoma más característico de la enfermedad es la acidez estomacal, que se presenta al menos una vez por semana. La prevalencia de la enfermedad varía y, dependiendo de la región del mundo, puede afectar desde unos pocos hasta más del 30% de la población adulta. Se estima que, en nuestra tierra, esta enfermedad puede afectar por encima de la tercera parte de la población adulta, aunque se ve ya en etapas tan tempranas como la adolescencia. Si no se trata, la enfermedad puede provocar complicaciones graves, como afecciones precancerosas y adenocarcinoma esofágico.

La farmacoterapia se considera el tratamiento de primera línea en pacientes con ERGE, pero hay cosas que debemos saber que se relacionan con conductas y sobre las cuales la única persona que puede influir, es el individuo enfermo y hábitos como el consumo moderado/alto de alcohol, el tabaquismo, la falta de actividad física posprandial, así como la falta de actividad física regular.

La ciencia y el quehacer médico, actualmente se encuentra interesada en investigar la correlación entre ciertos estilos de vida poco saludables y la incidencia de la enfermedad por reflujo gastroesofágico, para así proporcionar las pautas de estilo de vida para los pacientes con ERGE.

Sobre el ERGE, se ha encontrado que los 10 síntomas más comunes que refieren los que lo padecen son: reflujo, regurgitación ácida, plenitud posprandial, acidez estomacal, obstrucción o dolor al tragar, sensación de ardor epigástrico, parestesia faríngea es decir muchas veces referida como sequedad y constricción faríngea y a veces sensación de quemazón, dolor posesternal, laringofaringitis crónica y tos crónica. En los niños, el síntoma más frecuente es la regurgitación excesiva, que suele producir síntomas respiratorios.

Los 8 principales hábitos poco saludables encontrados y estrechamente relacionados con la ERGE han sido: Comer rápido, comer en exceso, dieta preferida picante, dieta preferida dulces, dieta preferida sopa, dieta alta en grasas y comida caliente, ansiedad, estrés no controlado.

Los análisis recientes en muchos estudios, han mostrado que la ERGE se encuentra correlacionada con el sexo (masculino), la edad (≥60 años), el índice de masa corporal (IMC) el tabaquismo, el alcohol, la comida rápida, la sobrealimentación, la comida caliente, la dieta preferida picante, la dieta rica en grasas, dietas preferidas con alto contenido de ácido, dieta preferida de alto contenido en azúcares, consumo de té fuerte y varias veces, preferencia de varias tazas de café; eso significa también algunos alimentos industrializados pueden contribuir negativamente como los que contienen grasas, agrios, picantes, jugo de naranja y pomelo, tomates y conservas de tomate, chocolate, bebidas carbonatadas, alcohol; todos ellos actuando como desencadenantes de los síntomas de la ERGE. Otros comportamientos y hábitos asociados son: buscar la cama después de la comida, defecación difícil, ansiedad y cinturón o ropa demasiado apretada. Algunos análisis estadísticos, han indicado que el mayor factor de riesgo para la ERGE era comer rápido, seguido de comer en exceso, población anciana y comer en caliente.

Lo señalado en los párrafos de arriba, permiten una conclusión: La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es un trastorno gastrointestinal crónico caracterizado por la regurgitación del contenido gástrico hacia el esófago. Padecer de la ERGE puede influir en la calidad de vida y con la salud de los pacientes y se asocia con un mayor riesgo de esofagitis, estenosis esofágica, esófago de Barrett y adenocarcinoma esofágico. La obesidad, el tabaquismo y la predisposición genética aumentan el riesgo de desarrollar ERGE. Actualmente, no existe una causa conocida que explique el desarrollo de la ERGE.

Los síntomas típicos de la ERGE a menudo son suficientes para determinar el diagnóstico, pero pueden presentarse síntomas y signos menos comunes, como disfagia y tos crónica.

Las personas mayores tienen un alto riesgo de ERGE, y los hábitos alimentarios poco saludables como comer rápido, comer en exceso, el cinturón y ropa demasiado apretada y comer en caliente, están estrechamente relacionados con la ERGE. Los estilos de vida diaria que causan ansiedad y permiten un estrés fuera de control a las personas, son otros elementos de riesgo para contraer la ERGE. La determinación de parte del tratante de los factores de riesgo modificables para esta enfermedad y sus síntomas, es importante para la prevención dietética eficaz y la terapia dietética y medicamentosa de la ERGE.

El manejo clínico de la ERGE influye en la vida de muchas personas y es responsable del consumo sustancial de recursos sociales y de atención médica.

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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