Entre la vista pública, etiquetas y protocolos, la vida de la realeza muestra un alto grado de expectativas, ya que siempre está expuesto al mundo de las críticas. Los miembros de la realeza tienen muchos privilegios, pero también se deben regir a obligaciones, normas y protocolos debido a su posición de linaje. Y es de saberse que estas responsabilidades también involucran a los más pequeños, que por consanguinidad deben seguir el legado.
En ese mismo margen de eventos y coronaciones, los adultos toman protagonismo en dichos eventos; sin embargo, los niños han llamado la atención de los medios de comunicación. Para un niño implica un reto estar quieto durante los eventos, una hazaña de aguante y que más de alguna vez ha costado un regaño o llamado de atención en público.
La infancia en la familia real no resulta ser igual a la de otros, en una normalidad en donde siempre deben ser educados y refinados frente a las cámaras y a veces puede salirse de control. En el auge de la coronación del rey Carlos III, una ceremonia histórica para los británicos, ha dejado comentarios positivos y negativos al respecto.
Es así como el príncipe Luis y la princesa Carlota; hijos de Kate Middleton y el príncipe William han protagonizado dos momentos curiosos de la coronación: él ha bostezado y a ella la han captado tocándose la nariz, aunque estos comportamientos para los niños son inevitables de alguna forma vivir una vida de estrictas reglas puede llegar a afectarles.
¿Qué dicen los psicólogos infantiles al respecto?
Los niños de la monarquía están aprendiendo a conocerse a sí mismos, así como su entorno y las personas que los rodean. Esto puede provocar que su desarrollo sea un tanto complicado y difícil.
“La psicología evolutiva indica que los límites y las normas son necesarios cuando se trata de educar a los más pequeños. Les permite entender aquello que es adecuado en cada momento. También aprender a frustrarse y orientarse en el complejo mundo social, desarrollando sus habilidades socioemocionales a la vez que adquieren valores y respeto hacia los demás”, explican los expertos.
ALGUNAS NORMAS Y REGLAS DE LOS PEQUEÑOS MONARCAS
NIÑERAS
Los pequeños integrantes de la realeza tienen niñeras que se encargan de protegerlos en todo momento.
Viajan con ellos a cualquier lugar a donde vayan, pues las actividades de sus padres no siempre les permiten estar pendientes de los niños. Por esta razón, una de las reglas que deben seguir es que tienen que obedecer a sus niñeras y respetarlas tanto como a sus padres.
Sus cuidadoras por lo general son mujeres y deben estar preparadas para ayudar en la educación de los niños, por lo que se instruyen en temas como cuestiones de seguridad, idiomas y cómo actuar ante una emergencia.
VIAJES
En cuestión de viajes, también existen reglas para los integrantes de la corona británica. Evidentemente, cuentan con su propio transporte, pero hay mucho más que eso.
Una de las reglas más específicas en cuanto a esto, es que después de cumplir 12 años, los niños ya no pueden viajar a lado de sus padres.
IDIOMAS
Como miembro de la realeza debes tratar con personas de diferentes países y regiones del mundo, con los cuales la comunicación será vital.
Para irse preparando con la mayor anticipación, a los niños se les comienza a enseñar varios idiomas desde que son pequeños, para que los dominen cuando lleguen a la edad adulta.
NO BERRINCHES
Desde muy pequeños se les enseña a los infantes de la realeza a evitar estas actitudes, pues deben mantener un buen comportamiento cuando están en actos públicos (y también en la vida privada).
HABLAR DE FORMA CORRECTA
Los infantes suelen hablar con diminutivos o palabras infantiles cuando son pequeños, pero claro, todo esto se aprende por medio de los padres del menor. En la familia real ésta es otra de las cosas que no pasa. Desde un inicio, a los niños se les debe enseñar las palabras como corresponde y hablarles de la misma manera, pues el lenguaje infantilizado está prohibido.