Recientemente se reveló que el Gobierno de Guatemala solicitó a la Embajada de Reino Unido e Irlanda del Norte “respetar” el proceso electoral, luego de que ambas representaciones diplomáticas invitaran al Tribunal Supremo Electoral (TSE) a conversar sobre “la inscripción de ciudadanos y partidos políticos”.
En contraste, el oficialismo y aliados han interferido, según varias fuentes que han confiado en La Hora, así como analistas en su momento han advertido, en la designación de funcionarios para el control de la mayoría de las instituciones públicas.
También es importante recordar por ejemplo el reportaje: Lo que incomoda a Porras de G. Alejos: ¿cómo Giammattei pasó de 60 a 82 votos para elegir su JD? Del 13 de agosto de 2023.
En ese trabajo, se describe parte de la declaración que Gustavo Alejos Cámbara iba a rendir ante la FECI y que pudo conocer esta redacción, sobre cómo apoyó al presidente Alejandro Giammattei para que un militante de su partido VAMOS dirigiera el Organismo Legislativo, ya que las bancadas estaban fraccionadas y él corría el riesgo de que la oposición, el partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), se quedara con la Junta Directiva.
En esa oportunidad, Allan Rodríguez fue electo como presidente del Congreso, junto a representantes de otras bancadas que se convertirían en aliadas al oficialismo.
Giammattei a la vez ha mantenido una relación cercana con otros actores como la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Silvia Patricia Valdés y la fiscal general, María Consuelo Porras, a quienes ha llamado “amigas”.
Para analistas consultados por La Hora, la comunicación emitida a través del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex), denota “intolerancia”, “hipersensibilidad” y un “mensaje negativo arbitrario” por parte del Gobierno del presidente Alejandro Giammattei en lo relacionado al interés de la comunidad internacional en este importante evento democrático.
MINEX: INVITACIÓN SEÑALA “IRRESPETO”
En una nota enviada a la delegación, el Minex recalcó que Guatemala es un país que “ejerce su Democracia plenamente”; por lo cual, las expresiones vertidas en la invitación “son consideradas desafortunadas y con falta de sutileza diplomática, las cuales señalan irrespeto, al exteriorizar términos que caen en interpretaciones que no tienen certeza y las afirma como suyas”.
De esa cuenta, la cartera solicitó a la embajada “respetar el desarrollo del proceso electoral, el cual asegura es independiente y de claridad meridiana, por lo tanto, no necesita la “supervisión de actores externos para deslegitimar y descalificarlo, como se interpreta del espíritu de su comunicación”.
EL MENSAJE A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
Renzo Rosal, analista político independiente, considera que la nota da el mensaje a la comunidad internacional a no involucrarse en cualquier tema relacionado al proceso electoral actual.
Además, afirma que este tipo de reuniones se han realizado con regularidad en cada proceso electoral en el pasado y se han ejecutado de manera abierta, siempre en el marco de la competencia que le corresponde a la comunidad internacional.
“No es la primera reunión que se lleva a cabo (…) ni siquiera con el fin de cuestionar, sino solo para conocer la evolución del proceso y sus fases. Eso sirve para establecer el tipo de apoyo que se puede brindar en el proceso electoral, de hecho, ha existido una mesa de cooperantes que el mismo TSE ha organizado (…) y ha brindado medidas concretas para apoyar el fortalecimiento institucional”, explicó Rosal.
“HACE GALA DE UNA INTOLERANCIA”
Por su parte, Edgar Celada, analista que decidió opinar como ciudadano, comentó que el Gobierno, a través del Minex, “hace gala de una intolerancia o hipersensibilidad”.
A su criterio, dicha “hipersensibilidad” no es mostrada cuando el Gobierno acude a recibir y usar recursos de otros países como Taiwán, por ejemplo, “para financiar su lobby entre parlamentarios estadounidenses” con el fin de mejorar su imagen.
Además, el académico considera que la nota denota la “intolerancia” del Gobierno hacia la observación internacional del proceso electoral en curso.
“Su quisquillosidad o molestia porque se pregunte sobre la negativa a inscribir a ciertos candidatos deja el sabor de que avala esa línea ostensiblemente antidemocrática de quienes cierran los espacios políticos de participación a quienes se percibe como opciones molestas al sistema imperante”, aseveró.
DE NUEVO SALE LA “SOBERANÍA”
Para Rosal, llama la atención que, en los párrafos donde el Minex hace alusión a la invitación por parte de las embajadas al TSE, no se observan expresiones fuertes o fuera de lugar, cuestión que podría denotar el “famoso” argumento de la soberanía.
“Me parece que es una anomalía más de las diversas que se presentan en este proceso, es otro rasgo del regreso que se tiene en este proceso actual. Es digno de una preocupación a nivel social y particularmente de la comunidad, intencionalidad a la que le están diciendo que no pregunte, que no busque ningún espacio, que no se involucre. Es un mensaje negativo arbitrario”, destacó el analista.
ABONA LA DESCONFIANZA
Adicionalmente, Celada considera que este tipo de notas abona al clima de desconfianza ciudadana hacia la transparencia del proceso electoral; aunque de forma distinta, pues ya se han registrado acciones similares en el pasado.
SIN POSTURA DE ASIES
La Hora intentó contactar a varios analistas de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), sin embargo, indicaron que por la observación electoral que realizan no podían emitir opiniones y remitieron a Eduardo Stein, pero advirtieron que se encontraba fuera del país.
EL PAPEL DEL OFICIALISMO EN EL PROCESO
La postura del Gobierno ante la invitación de las embajadas que son parte del Grupo de Donantes G-13, se da en un contexto de diversos señalamientos de analistas políticos relacionados a la estrategia del oficialismo para buscar su permanencia por otros cuatro años más, especialmente lo referente al control de las instituciones públicas.
En el reportaje de La Hora: “El control total de las instituciones: la diferencia entre VAMOS y otros oficialistas”, se detalla que, a diferencia de otros gobiernos de turno que contaban con una estrategia electoral apegada a los alcaldes, el oficialismo cuenta con el control de entidades esenciales para el funcionamiento de un proceso electoral democrático, como la Contraloría General de Cuentas (CGC), la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y el propio TSE, así como la Corte de Constitucionalidad.
“De acuerdo con analistas consultados por La Hora la aspiración del partido oficial no se limita solo a una fórmula matemática que garantice el triunfo, sino en el control de las instituciones públicas”, se consigna en ese reportaje.