Ducharse con agua, jabón y shampoo es parte de la rutina de higiene personal que debe realizarse todos los días y no tendría que durar más de 20 minutos. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la ducha no debe exceder los 5 minutos, es recomendable que la temperatura del agua sea tibia, ya que muy caliente puede causar resequedad en la piel y en el cuero cabelludo.
Tomar una ducha, después de un día ajetreado, es más que relajante, pero puede ser perjudicial para tu cabello. Aunque es normal que cuando decidas tomar un baño, también laves tu cabello, los expertos recomiendan no lavarlo todos los días.
¿QUÉ DICE LA CIENCIA SOBRE EL CABELLO?
En una entrevista, Lynne Goldberg, dermatóloga y directora de la clínica capilar del Centro Médico de Boston, menciona que lavarse con demasiada frecuencia el cabello, puede hacer más daño que bien.
«Es paradójico, pero las personas que se lavan mucho el cabello para deshacerse de la grasa se secan el cuero cabelludo y producen más grasa», dijo Goldberg.
Días después de ducharse, el pelo empieza a engrasarse, se vuelve más oscuro y brillante. De acuerdo a la ciencia, se debe a que las glándulas aceitosas, denominadas sebáceas que están cerca de la raíz del pelo, intentan que el cabello no se seque.
La cantidad de sebo segregada depende de cada persona y tipo de piel: grasosa o seca. La genética y las hormonas también influyen en tener un cabello graso. En esta perspectiva, la experta enfatiza que las personas que se lavan con frecuencia el pelo acaban secando el cuero cabelludo y produciendo mucho más aceite.
CADA CUÁNTO ES RECOMENDABLE LAVAR EL CABELLO
La dermatóloga menciona que para saber cada cuánto hay que lavar el cabello, hay que saber que tan grasoso es, por ejemplo: para el cabello seco está bien lavarlo dos días a la semana, por el contrario, si eres de las personas con pelo graso debes lavarlo de tres a cuatro veces a la semana.
Esto aplica para hombres y mujeres, aunque debes tomar en cuenta si tu cabello es rizado o lacio; este último tiende a ser más grasoso y a ensuciarse mucho más.
Además, considera los lugares a los que estás expuesto, por ejemplo, sitios con mucho polvo, humo, suciedad, etc. Las mechas, los tintes, el uso de la plancha o secador y otros tratamientos también influyen muchísimo en la cantidad de grasa, por lo que controla el uso que le des a estas opciones.