Introducción
Decíamos en el artículo anterior que en el manejo inicial de la emergencia de la inconsciencia es suministrar sustratos a las células cerebrales, es decir, oxígeno y glucosa. Se aseguran las vías respiratorias libres, se inicia la reanimación cardiopulmonar (RCP) en caso de paro cardíaco y se administra glucosa en caso de sospecha de hipoglucemia.
También señalábamos que las causas comunes de disminución de la conciencia son hipoxia, hipercapnia, hipoperfusión cerebral o fármacos sedantes/analgésicos. En caso de sospecha/confirmación de influencia de opioides y/o benzodiazepinas, se considera que la administración intravenosa de susbstancias como la naloxona o flumazenil son necesarias además de las maniobras de salvamento de respiración y funcionamiento cardíaco. Durante el traslado al hospital, es muy posible que al paciente se le administre glucosa, un azúcar, por vía intravenosa. Pero si usted es el que traslada al paciente con una vía aérea comprometida, colóquelo en posición prona lateral si esto es posible.
Exposición: Es posible que sea necesario realizar un examen situacional de todo el cuerpo. Si hay hemorragias considere la posibilidad de detenerla como prioritaria al igual que si hay pérdida de calor. Recuerde que la detección temprana y detenimiento de hemorragias y perdidas de calor, pueden prevenir un paro cardíaco. Los problemas con las «vías respiratorias», la «respiración» y/o la «circulación» pueden causar un paro cardíaco también habíamos dicho. Pero el traslado del paciente a una unidad de trasporte con paramédicos y al hospital es de lo más importante, pues la implementación de la reanimación cardiopulmonar avanzada (A-CPR) está reservada para el personal de atención médica y de ambulancias especialmente capacitado. Esto también debe ser parte de las habilidades de cada médico. Las diversas etapas de la A-CPR se pueden resumir así:
En las primeras etapas por especialistas, se debe garantizar el acceso venoso libre para permitir la administración de medicamentos/líquidos de infusión. Primero, se inserta un catéter venoso periférico (PVK) en el codo del paciente. En relación con el paro cardíaco, también es relativamente fácil insertar un PVK en la vena yugular externa generalmente bien visible en el cuello (vena yugular). Ya con eso se pueden administrar todos los medicamentos de emergencia, soluciones cristaloides y coloides.
¿Qué es posible que le administren al paciente antes de su llegada al hospital? Adrenalina, debido a su efecto a nivel de los pulmones, produce broncodilatación, y tiene a su vez, un efecto descongestionante en la mucosa de las vías respiratorias, esencial para abrir la vía aérea, que puede encontrarse comprometida. Pero también aumentaría la presión arterial y mejoraría el flujo coronario y cerebral. Pero también su uso depende de criterio médico y tiene sus contraindicaciones. Otro medicamento es la amiodarona es un agente antiarrítmico usado en varios tipos de taquiarritmias tanto ventriculares como supraventriculares. Y finalmente el tribonato o bicarbonato de sodio El tribonato o el bicarbonato de sodio ya no se recomiendan de forma rutinaria, pero deben considerarse en caso de paro cardíaco debido a hiperpotasemia o intoxicación con antidepresivos tricíclicos (ATC).
La actividad eléctrica sin pulso es quizá un elemento que necesita de diagnóstico rápido pues puede deberse a varias causas una isquemia miocárdica extensa, en la embolia pulmonar masiva, el taponamiento cardíaco, el neumotórax a presión positiva, la hipovolemia/sangrado pronunciados, los trastornos electrolíticos, la intoxicación y la hipotermia y por eso es que de acuerdo al diagnóstico es el tratamiento. La inconsciencia también puede ser causada por bradicardia extrema, bloqueo AV III, taquicardia ventricular y ciertas taquiarritmias supraventriculares.
Atención de seguimiento
Las personas que se han sometido a reanimación cardiopulmonar, necesitan atención de seguimiento en una unidad de cuidados intensivos o equivalente.
Hipoglucemia/coma insulínico su caso.
Las células cerebrales dependen para su función y viabilidad de un suministro continuo de oxígeno y glucosa. La concentración baja de azúcar en sangre significa que hay muy poca glucosa en el torrente circulatorio. Si la concentración de azúcar en sangre alcanza un nivel demasiado bajo, se pueden presentar síntomas como los siguientes:
⦁ Sudor
⦁ Temblores
⦁ Dolor de cabeza
⦁ Sensación de desmayo
⦁ Ritmo cardíaco fuerte y rápido
⦁ Debilidad
Sin tratamiento, la concentración de azúcar en sangre puede seguir descendiendo. Esto puede provocar síntomas como los siguientes:
⦁ Mala coordinación
⦁ Confusión
⦁ No poder comer o beber con seguridad debido a la confusión
⦁ Pérdida del conocimiento
⦁ Convulsiones
Al encontrarse con un paciente inconsciente, el diagnóstico y la eliminación con los métodos rápidos actuales de si es problema de glucosa se puede obtener de inmediato. Si esta posibilidad no existe en un paciente inconsciente con diabetes conocida tratada con insulina, se debe iniciar la terapia con glucosa de inmediato; dar por boca 10 a 15 gr. de hidratos de carbono sencillos (azúcares).
En caso de inconciencia el traslado del paciente es urgente y es muy posible que en el trayecto al hospital le apliquen una ampolla de glucagón. El glucagón es una hormona que se fabrica en el páncreas y hace que el hígado libere azúcar. La dosis es por vía subcutánea en la parte anterior del muslo o por vía intramuscular si no se puede establecer un acceso venoso libre.
La inconsciencia, debido a la hipoglucemia, también puede observarse durante el tratamiento con antidiabéticos orales, especialmente sulfonilureas. Puede ser de larga duración, por lo que el paciente debe seguir en observación con controles de P-glucosa.
Intoxicaciones agudas
Los envenenamientos agudos pueden ser causados por drogas, alcohol, estupefacientes y una serie de sustancias diferentes que se encuentran en nuestro entorno (por ejemplo, hongos) o en los lugares de trabajo (cianuro y compuestos orgánicos de fósforo).
En algunos casos, los síntomas del paciente pueden ser causados tanto por intoxicación como por otros daños. Un ejemplo es el humo del fuego con el riesgo de envenenamiento por monóxido de carbono y cianuro, así como daño térmico a la laringe y daño pulmonar tóxico (ácido clorhídrico).
A la intoxicación por drogas, la información de testigos o los envases de tabletas llevados es la base principal para el diagnóstico. Lo único que puede hacer es mantener las vías respiratorias libres y la función cardiaca. Y sobre todo traslade al paciente lo más pronto ya que el tratamiento precoz es crucial para el pronóstico.
La mayoría de los envenenamientos son per orales. En casa se puede dar un vaso de leche o agua para diluir la sustancia ingerida y reducir el riesgo de lesión de mucosas al mismo tiempo que se facilita la provocación manual del vómito si se considera necesario el vaciado gástrico. La provocación del vómito después de la ingestión de sustancias corrosivas, por ejemplo, ácido, lejía y líquido lavavajillas, está contraindicada debido al riesgo de empeorar el daño corrosivo de la mucosa esofágica. Lo mismo se aplica a la ingestión de productos derivados del petróleo (riesgo de provocar/exacerbar la aspiración que puede conducir a una neumonitis).
Pérdida del conocimiento debido a daño estructural.
Siempre se debe descartar un traumatismo en un paciente que llega inconsciente sin un diagnóstico claro. La información de los paramédicos y otros testigos puede dar lugar a sospechas de los mismos.
La pérdida del conocimiento también puede ocurrir debido a lesiones estructurales no traumáticas. Por ejemplo, un hematoma, un absceso, un infarto grande, un tumor, puede producir inconsciencia a través de una afectación secundaria del tronco encefálico. La anamnesis y el examen neurológico (hallazgos focales), incluido el examen de fondo de ojo, pueden conducir a un diagnóstico de sospecha.
Inconsciencia en niños
Daño estructural
Por ejemplo, trauma con contusión cerebral y sangrado
Encefalopatía metabólica
Hipoxia (cuerpo extraño, asma),
intoxicaciones endógenas y exógenas, hipoglucemia o hiperglucemia, deshidratación, infecciones (meningitis, encefalitis) estado convulsivo estado epiléptico y convulsiones febriles posictales.
Otro
Shock anafiláctico (por ejemplo, drogas, comida, picadura de avispa, mordedura de serpiente), accidente eléctrico, arritmia y condiciones psicógenas (síndrome de hiperventilación).