Jóvenes por la Transparencia

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Andrés Alborná Montenegro
Estudiante de Relaciones Internacionales, USAC
Instagram: @aalborna
fcccmarcodeaccion@gmail.com

El mayor peligro no es un grupo de individuos corrompidos por la ambición y el poder; el verdadero peligro es el grupo de individuos que, desinformados, cada cuatro años, le otorgan el poder a cualquiera; incluso usando el voto en contra (y no a favor) de alguien, o “al menos peor”.

Según la forma de gobierno de la República de Guatemala, como democracia representativa, a los ciudadanos, se les da el poder de elegir cada cuatro años a sus gobernantes (y representantes) a través del sufragio universal. Pero… un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Y nosotros los jóvenes, representando ⅓ parte (35.6%) de la población, tenemos un enorme poder.

Los datos presentados por Jeanelly Vásquez de Quorum en octubre de 2022, indican que 2.6 millones de personas, sobre todo jóvenes, podrían no poder votar en las próximas elecciones; existiendo algunos obstáculos para que las personas se empadronen, en gran medida por falta de interés por la política, falta de información y la burocracia.

En el artículo se expone también la necesidad de “una fuerte campaña de comunicación” para incentivar la participación cívica en las próximas elecciones. Hasta entonces (octubre 2021), el Tribunal Supremo Electoral (TSE), de los Q1.1 millones asignados del presupuesto inicial para el “Registro de Ciudadanos para ejercer su voto”, habría ejecutado el 13.77% (Q155,345) para promover el empadronamiento.

Asimismo, se menciona que “según Guatecompras, el TSE ya tiene varias compras acordadas para los próximos meses”: Q428,722.50 en publicidad (redes sociales, radio, mupis, etc.) y Q559,420 en material promocional (playeras, pachones promocionales, afiches, etc.). Evidentemente se está invirtiendo más en artículos promocionales que en publicidad que motiven al ciudadano a votar o, aún mejor, en propagar información –verídica y confiable– sobre los candidatos.

Sin embargo, desde mi punto de vista, eso no es lo más preocupante… ya que, a pesar de que existen iniciativas para hacer del proceso de empadronamiento más efectivo, rápido y amigable, esto no garantiza en ningún sentido que el ciudadano esté informado (y capacitado) para elegir al candidato mejor calificado para tan importantes puestos. Por ahora, el empadronamiento indica que el ciudadano está autorizado a votar. Nada más.

No es de extrañar, pareciera que el sistema educativo, responsable de gran parte de nuestro conocimiento, más allá de enseñar sobre lo que es el país llamado “Guatemala”, sus habitantes, idiomas y costumbres (y no digo que no sea importante), aún no ha encontrado la forma de enseñar el -bello- arte de la política.

Esta falta de información pudiera ser facilitada por TSE si, en vez de invertir en camisetas, pachones y stickers, lo hiciera en generar bases de datos al ciudadano responsable, talleres informáticos y capacitación. Y que, para facilitar los trámites al ciudadano, el empadronamiento sea una pequeña evaluación sobre los partidos y sus candidatos. Esto requeriría que el TSE deje de invertir tanto en material promocional y empiece a invertir en informar y capacitar a los ciudadanos. Sin embargo, es importante aclarar que, a pesar de que con esta campaña informativa se lograrían mejores resultados, usar nuestro poder de voto y elección siempre está en nosotros. Somos nosotros los responsables de los resultados en base a nuestras propias elecciones.

Cada cuatro años tenemos la oportunidad de hacer las cosas diferentes, pero, ¿qué estamos haciendo para que las cosas sean diferentes? ¿Seguiremos votando por el “menos peor”?, ¿seguiremos votando en contra de alguien, en vez de a favor de un candidato idóneo? O, ahora sí, ¿seremos ciudadanos responsables?

Albert Einstein dijo una vez: “locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados.”

Es muy sencillo responsabilizar al gobierno de su mala gestión y quejarnos, cada cuatro años, de que la situación no cambia. Pero, querido lector, ¿qué haremos diferente esta vez?, ¿qué estamos haciendo para informarnos sobre los candidatos presidenciales?; como soberanos ¿qué estamos haciendo para elegir responsablemente? O, ¿acaso estamos locos?

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