Es muy probable que el Mundial vaya de mal en peor para la selección de Qatar si sus jugadores no templan los nervios cuando se enfrenten a Senegal, campeona de África, en su segundo partido de la fase de grupos. Los qataríes son ya los primeros anfitriones que pierden el juego inaugural de un Mundial luego de caer por 2-0 frente a Ecuador en el Grupo A el domingo, en el mayor evento deportivo del país.
Esto los pone en peligro de convertirse también en el segundo anfitrión, desde Sudáfrica en 2010, que cae eliminado en la primera ronda. ¿Qué pasa si pierden todos los partidos? ¿O con la triste perspectiva de no anotar ni un solo gol en su Mundial?
Eso aumentaría las críticas a la decisión de la FIFA de conceder la Copa del Mundo al pequeño pero adinerado emirato del Golfo Pérsico, que nunca había clasificado para el mayor torneo del fútbol antes de conseguir el derecho a organizarlo hace 12 años. «Quizás nos sentimos un poco abrumados por la responsabilidad. También estábamos nerviosos», dijo el seleccionador de Qatar, el español Félix Sánchez. «Espero que tengamos menos presión (contra Senegal) y que podamos afrontar el juego de una forma más competitiva. Creo que es algo en lo que podemos trabajar».
La próxima oportunidad de Qatar para demostrar que merece un lugar en el escenario mundialista será el viernes contra Senegal, un equipo formado por jugadores de las mejores ligas — Inglaterra, España, Italia y Francia — que no tiene a su estrella, el lesionado delantero Sadio Mané.
«Tenemos mucho margen de mejora», señaló Sánchez luego de que sus jugadores se quedaran paralizados ante el escrutinio global frente a Ecuador. Qatar pudo ganar al Copa de Asia de 2019, pero que todos sus futbolistas jueguen en la liga local podría ser un indicador de la distancia que los separa del nivel exigido en un Mundial.
Los problemas de Qatar llaman más la atención frente a los resultados de las otras naciones árabes en la primera Copa del Mundo celebrada en la región. A la colosal victoria de Arabia Saudí ante Argentina le siguieron las impresionantes actuaciones de Túnez y Marruecos en la primera semana del torneo. Senegal también cayó en su estreno en Qatal, pero puso en apuros a una potente selección holandesa. Las lesiones del centrocampista Cheikhou Kouyaté y del defensa Abdou Diallo en la segunda mitad frenaron su ritmo y los holandeses aprovecharon la situación para anotar dos veces en los últimos minutos.
Es probable que Kouyaté no esté disponible ante Qatar, pero el seleccionador de Senegal, Aliou Cissé, dijo que el foco de su equipo está en la delantera, donde tiene grandes expectativas para un nuevo ataque formado por Ismaïla Sarr, Boulaye Dia y Krépin Diatta.
En su primer partido juntos tras la baja de Mané no estuvieron muy acertados, pero si se coordinan ante Qatar, tal y como espera Cissé, os anfitriones podrían tener otro día duro en el Mundial.