Ginebra/Buenos Aires,
Agencia AP
Un panel de la OMC formado por tres árbitros dictaminó en Ginebra que la Argentina violó reglas internacionales de comercio al aplicar, desde febrero del 2012, licencias de importación no automáticas.
La medida responde a un reclamo que en mayo del 2012 realizaran la UE, los Estados Unidos y Japón, que consideran que el mecanismo que rige para el ingreso a la Argentina de productos importados «no es transparente, se aplica de manera arbitraria y restringe ilegalmente el comercio».
El reclamo surgió después de que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner instrumentara las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), para resguardar el saldo de la balanza comercial y ante la escasez de dólares.
El panel de la OMC pidió a la Argentina que «tome las medidas necesarias para volver a respetar las normas internacionales de comercio».
La reacción de Estados Unidos no tardó en llegar: «Se trata de una gran victoria para los trabajadores, productores y granjeros estadounidenses», dijo el representante comercial de Estados Unidos, Michael Froman. El funcionario añadió que las medidas de Argentina influyen ampliamente en las exportaciones estadounidenses y afirmó que el gobierno estadounidense va a seguir trabajando por que los socios comerciales jueguen según las reglas.
La Argentina podría apelar la decisión. Si la apelación fuera rechazada y el país mantuviera las restricciones, los demandantes podrían solicitar a la OMC una autorización para aplicar sanciones. Se estima que el proceso podría demandar más de un año.
El diario «Clarín» señaló que el gobierno argentino apelará en septiembre y que en caso de que no resuelvan los problemas, en 2016 podría haber sanciones en las exportaciones de la Argentina.
El diario «El Cronista» señaló que el impacto negativo en las exportaciones podría ser de hasta 5.000 millones millones de dólares.