Crear un álbum inédito no fue fácil para Natalia Lafourcade tras siete años de explorar terrenos como el folclor, boleros y música tradicional mexicana. Foto La Hora: Ap.

Crear un álbum inédito no fue fácil para Natalia Lafourcade tras siete años de explorar terrenos como el folclor, boleros y música tradicional mexicana. «Hay toda una búsqueda que hacer. Para mí este proyecto … en un punto se sentía como un desierto,» dijo la cantautora durante una entrevista reciente con The Associated Press en Nueva York. «Es así como ‘no sé ni por dónde arrancar. No sé por dónde empezar'».

Y, sin embargo, todo empezó a fluir cuando Lafourcade fue atrás en el tiempo y empezó a armar canciones que formaban un rompecabezas de los últimos cuatro años de su vida. Así nació «De todas las flores», un álbum que ella describe como un trabajo autobiográfico que le permitió conocerse mejor a sí misma.

«Yo he tenido a través de este disco la oportunidad de revisitar mi propio jardín, mi propio mundo interior y en él atender todos los aspectos que había que atender,» explicó. La artista mexicana, galardonada con dos Grammy y 12 Latin Grammy, presentó el disco recientemente en un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York, en el que cantó junto a Omara Portuondo y Jorge Drexler. Previo a su álbum, Lafourcade había presentado uno de los sencillos del disco, «Mi manera de querer,» una canción que honra las distintas formas del amor y el amor sin género.

El diálogo que entabló consigo misma al hacer el disco y su conexión con la naturaleza quedan plasmadas en canciones como «Canta la arena», en la que Lafourcade habla sobre el goce de la vida y el presente.

La cantante comenzó su carrera interpretando pop y bossa nova y gravitó hacia la música tradicional mexicana. Primero con «Mujer divina – Homenaje a Agustín Lara», por el que ganó el Latin Grammy al mejor álbum de música alternativa en 2013; luego con «Hasta la raíz», que se mereció los Latin Grammy a grabación y canción del año en 2015, y más adelante con sus dos volúmenes de «Musas (Un homenaje al folclore latinoamericano en manos de Los Macorinos)», premiados como mejor álbum folclórico en 2017 y 2018.

En 2020 recibió tres Latin Grammy, uno de ellos a álbum del año, por «Un canto por México, Vol. 1», un recorrido por los géneros tradicionales mexicanos, del mariachi al son jarocho, la música ranchera, el huapango, el bolero, la cumbia y hasta la polca ranchera. En 2021 lanzó «Un canto por México, Vol. 2,» en el que la acompañaron artistas como Caetano Veloso, Rubén Blades, Carlos Rivera, Mon Laferte, Ely Guerra y Aida Cuevas, entre otros.

«Yo estaba muy contenta de cantar folclor, de cantar música tradicional de México, de cantar boleros, de hacer todos estos proyectos que vine trabajando y me sentía muy feliz. Aprendí mucho también. Yo necesitaba aprender esa música,» explicó. «Y eventualmente supe que tenía que volver a mi música y tenía que volver a al estudio para hacer algo propio».

En «De todas las flores» la muerte está muy presente, sobre todo en canciones como «Que te vaya bonito Nicolás,» dedicada a un sobrino de Lafourcade que falleció en 2021. «Fue una cosa muy difícil para la familia, pero a la vez fue una enseñanza de la muerte y la vida, de cómo la muerte trae vida y viceversa. Es un ciclo que no podemos romper. No hay manera,» dijo la artista.

Otra de las canciones del disco se titula precisamente «Muerte» pero habla de esperanza y gratitud. Y precisamente con esos sentimientos, Lafourcade pudo ir forjando el álbum y al mismo tiempo fue ayudándose a sí misma, dijo. «Era como mi manera de desahogarme, de darle orden a mis emociones de alguna manera … Escribir música me ayudaba a empaquetar una emoción y, a ponerla, y decir ‘ahí quedó'», apuntó.

 

«Me gusta pensar que en diez años o cinco años o 20 años, no sé, si sigo acá, puedo escuchar este disco y recordar este tiempo de mi vida y estas enseñanzas», agregó.

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