Jinetes corren en tradicional carrera de caballos de Todos Santos Cuchumatán

Ana Lucía González

El alcalde de Todos Santos Cuchumatán, Huehuetenango, Martín Jerónimo Jiménez, levantó la talanquera para dar la bienvenida a los turistas y dar por inaugurada esta mañana la tradicional carrera de caballos que se celebra cada 1 de noviembre.

La celebración que invoca a los ancestros comienza desde el día anterior con fiestas, bailes, conciertos y en la nueva pista oficial para los jinetes, que se pudo observar en transmisión en vivo en las redes sociales municipales.

Vestido con la indumentaria tradicional mam de este pueblo, el jefe edil se acompañó de las reinas del municipio y dio la bienvenida en mam y en español, pidiendo porque este año no se dieran accidentes.

Con fondo de marimba, los espectadores se colocaron en improvisados terrenos de mayor altura para apreciar el recorrido de los aguerridos jinetes.

Después de dos años de pandemia, esta vez la carrera cuenta con el apoyo del alcalde Jerónimo Jiménez, puesto que el año pasado se llevó a cabo sin la autorización municipal y la logística requerida.

El día anterior, el jefe edil dio un reconocimiento a los jinetes en un acto oficial que atrae cientos de visitantes para este evento que se ha convertido en la principal atracción turística anual de este pueblo.

ORIGEN REBELDE

Para los pobladores de Todos Santos Cuchumatán esta no es una competencia deportiva. También es conocida como Juego de Gallos.

“Se estima que tiene unos 300 años de historia y surgió como una protesta hacia los antiguos conquistadores, aunque se carece de evidencias”, relató en su oportunidad Pablo Mendoza, cronista del pueblo para una nota en La Hora.

Explicó que los caballos fueron un elemento esencial para la movilidad y opresión de los invasores hacia los pueblos mayas. En ese entonces, les prohibieron montarlos y criar ganado caballar como estrategia de defensa, recordó Mendoza.

El día anterior, los pobladores celebran con un emotivo convite en la casa del capitán del equipo, porque algunos de los jinetes ofrecen su vida durante la cabalgata.

El desfile también ha roto paradigmas, pues el año pasado tuvo el protagonismo de una jinete femenina migrante, Odilia Pablo, una estudiante de Ingeniería, quien vino de Estados, junto a otros migrantes para unirse a la celebración de su natal Todos Santos.