Edith González
Los tres criterios para declarar una emergencia de salud pública de importancia internacional en virtud del Reglamento Sanitario Internacional se han cumplido con la viruela símica”.
Tedros Adhanom, Director General de la OMS
En la edición de mayo 2022 la Revista Noticias Gatica Trejo publicó:
“Infosalud, la revista médica, informó que el jueves 19 de mayo 2022, Italia y Suecia se convirtieron en los nuevos países en notificar casos de Viruela del Mono, después de los registrados en Gran Bretaña, España, Portugal y Estados Unidos, mientras la OMS ha pedido que se rastreen los contactos de la oleada de casos.”
Para entonces no se le dio la importancia precisa y sólo un mes después, “Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó la Viruela del Mono como Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional ante el aumento de casos a escala global —de 3,040 casos de 47 países notificados hasta junio, a 61,200 en más de 75 países para el 15 de septiembre, por eso es que se ha equiparado junto al Covid-19 y la poliomielitis con el establecimiento del nivel más alto de alerta mundial de salud.
El último caso confirmado de poliomielitis en América ocurrió en 1991. Pero la enfermedad no se extinguió. Debido a que la cobertura de vacunación cayó por debajo del 80% en los últimos años, 12 países de la región están en riesgo muy alto o alto de experimentar un brote.
La poliomielitis, que puede propagarse rápidamente entre las comunidades con una cobertura de vacunación insuficiente, no es tratable, pero se puede prevenir totalmente con vacunas. Lo mismo ocurre con la viruela, una enfermedad que se consideraba extinguida, ha renacido y prácticamente al igual que el Covid-19 vuela y navega para difundirse en todo el mundo
Para que la OMS declare una emergencia internacional, la enfermedad tiene que haber provocado una situación grave, repentina, inusual o inesperada. Además, la patología, en este caso el virus, debe tener implicaciones para la salud pública más allá de la frontera nacional del país afectado y puede requerir una acción internacional inmediata para controlarla.
Por lo que propone involucrar y proteger a las comunidades afectadas, intensificar la vigilancia y las medidas de salud pública, fortalecer la gestión clínica, la prevención y el control de infecciones en hospitales y clínicas. Y acelerar la investigación sobre el uso de vacunas, terapias y otras herramientas, y las recomendaciones sobre viajes internacionales.
Aunque la Viruela del Mono no es una enfermedad de transmisión sexual, la OMS ha observado que, fuera de las zonas endémicas, “el brote se concentra entre hombres que tienen sexo con otros hombres, especialmente aquellos con múltiples parejas sexuales”. Esto significa, han detallado, que se puede detener con las estrategias correctas en los grupos correctos.
“Por lo tanto, es esencial que todos los países trabajen en estrecha colaboración con las comunidades de hombres que tienen sexo con hombres, para diseñar y brindar información y servicios efectivos, y para adoptar medidas que protejan la salud, los derechos humanos y la dignidad de las comunidades afectadas”.
Sin embargo, la Viruela del Mono se puede contagiar fácilmente a través del contacto directo con la erupción infecciosa, costras o fluidos corporales o a través de las secreciones respiratorias. Por ello, cualquier persona que tenga contacto estrecho con alguna persona infectada puede acabar contagiándose, sin necesidad de mantener relaciones sexuales.
En nuestro país el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social ha confirmado a la fecha 38 contagios de la enfermedad en personas que nunca tuvieron acercamiento, ni se conocían, entonces ¿cómo pudieron contagiarse? ¿cúantas personas más hay por allí diseminando la enfermedad?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud los síntomas más comunes son: fiebre, cefalea, dolores musculares, dolor de espalda, falta de energía y ganglios linfáticos inflamados, erupciones que duran de dos a tres semanas, con brotes en la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies, los ojos, la boca, el cuello, la ingle y las regiones genitales o anales del cuerpo. Los síntomas pueden ser leves o severos y las lesiones pueden causar picazón, fiebre, ganglios linfáticos inflamados, erupciones en la piel, dolor de cabeza, músculos y cuerpo.
Evite compartir utensilios personales y platos y cubiertos. Utilice mascarilla, mantenga el constante lavado de manos, limpie y desinfecte espacios y ante todo evite el contacto con fluidos corporales de personas con lesiones en la piel, como abrazos, masajes, besos boca a boca, boca con piel y contacto sexual.
CUIDE SU SALUD, CUIDE SU VIDA.
