Danae Reynaud, izquierda, y Joaquín Cosío en una escena de "Lecciones para Canallas." Foto La Hora: Cinépolis Distribución via AP.

El director mexicano Gustavo Moheno retrata dos cosas «endémicas» de México en su comedia «Lecciones para canallas», un estafador y un padre ausente, encarnadas en el mismo personaje: Barry el Sucio, interpretado por el primer actor Joaquín Cosio. En el filme, actualmente en cartelera en México, Barry cree que puede seguir viviendo de sus engaños y sin saber nada de su hija, hasta que llega a su puerta Jenny, quien, tras la muerte de su madre, intenta reestablecer el lazo con ese hombre hasta ahora desconocido para ella.

«Esta película surge del cariño y la admiración que yo le tengo a películas de estafadores», dijo Moheno en una entrevista telefónica reciente desde la Ciudad de México. «Una película de estafadores que, además, para bien o mal, le queda muy bien a México, porque en este país definitivamente abundan… hay estafadores, hay tranzas y hay mucha corrupción, pese a todos los esfuerzos diarios que hacemos por quitarnos ese estigma».

Moheno escribió la película junto con el coproductor Angel Pulido. No escribieron a Barry pensando específicamente en Cosío, pero sabían que el actor de filmes como «El infierno», «The Suicide Squad» («El escuadrón suicida») y Spider-Man: Into the Spider-Verse (Spider-Man: Un nuevo universo), al igual que series como «The Strain» («La plaga») y «Narcos: México», podría ser un canalla del tamaño de Barry sin perder la gracia y la empatía que hace que Jenny no salga corriendo una vez que empieza a conocer sus trucos.

«Al final fue una gran bendición contar con Joaquín, porque además de ser un gran actor es alguien que tiene un carisma extraordinario, que es el carisma que tienen las grandes estrellas», destacó Moheno. «Tipos como Joaquín pueden encarnar a villanos que pueden ser muy carismáticos y que terminas queriendo pese a las villanías que hacen».

Jenny, interpretada por Danae Reynaud («Club Sándwhich», «Lady rancho»), quiere ser abogada como su fallecida madre, pero para tratar de ganarse el corazón de Barry accede a ser su cómplice, después de todo tiene genes de sus dos padres. «Me parece que es una de las mejores actrices jóvenes que tenemos actualmente», afirmó Moheno. «Para mí era muy importante tener una actriz que te pudieras creer como hija de Joaquín Cosío y que además pudiera darle réplica, porque Cosío es alguien que de pronto se puede robar la pantalla, entonces necitas tener actores o actrices que sean igual de fuertes que él y Danae tiene esa fuerza».

Pero Jenny y Barry no están solos, para cuando se reencuentran, Barry tiene una apasionada relación con Marisela «La Marichula», una atractiva y astuta mujer, interpretada por Diana Bovio («Mirreyes contra Godínez», «Cindy la Regia»), quien es fiel a Barry pues la ayudó en un momento difícil y es su mano derecha para las estafas.

«Fue otro gran regalo para la película porque es otra gran actriz que tiene además un talento bárbaro para la comedia y puede expresar también cierta malicia, una malicia que era muy importante para el personaje de Marisela», explicó Moheno sobre Bovio.

La película fue filmada en 2019. Estaban en postproducción cuando comenzó la pandemia y el proyecto se detuvo por un año. En escena aparecen locales como el emblemático Café Trevi del centro de la Ciudad de México, que cerró en ese lapso y en él ocurre una despiadada pelea de Barry contra un mafioso que le quiere cobrar sus deudas. El combate se desarrolla al ritmo de «Amor, Amor» de José José.

«No es una película de acción, es finalmente una comedia», señaló Moheno. «Es una canción a la que yo le tengo mucho cariño porque era una de las favoritas de mi mamá».
El director también incluyó la canción en el filme pues para él representa cómo se enfrentan dos enfoques sobre el mundo. Para Barry lo más importante es el dinero, para Jenny es el amor, a pesar de que por años su padre estuvo ausente. Moheno ha abordado esta temática de los padres ausentes en algunos sus filmes anteriores, como «Eddie Reynolds y Los Ángeles de Acero» y «Hasta el viento tiene miedo».

«Es un tema recurrente en todo lo que yo hago, yo no lo hago conscientemente, pero sí me lo han señalado», dijo. «Aquí ya de plano es tocarlo y entrar de lleno al tema. Yo también vengo de un hogar de padres divorciados así que supongo que algo tiene que ver de por qué me toca mucho este tema … Definitivamente es algo que sucede muchísimo, que también es algo de las cosas endémicas del mexicano, por desgracia, me parece un tema muy rico y muy interesante».

 

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