Luis Alfredo Aguilar Contreras (*)

Este es un intento de semblanza de uno de los educadores más destacados de Guatemala. Una semblanza completa de una persona extraordinaria debe ser escrita con el aporte de varios: familia, amigos, alumnos y colegas. Solo con diferentes puntos de vista se puede abarcar o intentar conocer el sentido y significado de su importancia para la vida de muchos.

«Rolando Marroquín Tánchez nace el 15 de agosto de 1940 en la ciudad de Guatemala. Realiza sus estudios en la escuela Ramona Gil, en la escuela Francisco Marroquín y en el Colegio San Sebastián, donde recibe el título de Maestro de Educación Primaria Urbana. Sus estudios superiores los lleva a cabo en la Universidad de San Carlos y en la Universidad Francisco Marroquín.

En enero de 1979 asume la dirección de la sección secundaria del Colegio San Sebastián, puesto que desempeñó por más de 31 años y en total estuvo más de 50 años involucrado en  el  trabajo  administrativo  del colegio.

En su etapa escolar se destacó como dibujante, escritor en el periódico Nuestro Guía, decano de los periódicos escolares en Guatemala, fue integrante y comandante de la Banda Guerra, en el colegio fue bibliotecario, encargado de la banda de guerra, inspector general del colegio y miembro de la Junta Directiva.  Siempre se distinguió como uno de los exalumnos que más amor profesa por esta institución.

En el ámbito social siguió los pasos de los fundadores y las enseñanzas por ellos impartidas. Fue una persona solidaria, colaboradora, de buen humor, aunque algunas veces tenía que mostrar dureza de carácter por las responsabilidades que su cargo le exigía, siempre dispuesto a extender la mano a quien lo necesitara, una característica muy arraigada en Rolando Marroquín Tánchez.

 

Catedrático de Idioma Español de primero básico y Estudios Sociales de segundo básico en el Instituto Mixto Nocturno de Educación Básica Pedro Arriaza Mata, catedrático de Artes Industriales, Ortografía y Religión en el Colegio San Sebastián, Maestro fundador de la Banda de Guerra del Instituto Guatemalteco Americano, Maestro Ad Honorem de la Banda de Guerra del Instituto Normal de Señoritas Centroamérica; solo una parte de su actividad docente.

Rolando Marroquín es reconocido en el ámbito escolar como un director accesible, entusiasta y que apoya a los jóvenes y sus sueños; esto le ha valido múltiples reconocimientos por diversas instituciones educativas.

No se puede hablar del Colegio San Sebastián sin hablar de Rolando Marroquín Tánchez.

Sobrepasa el centenar de premios, reconocimientos, medallas, plaquetas, platos conmemorativos, diplomas que le han sido conferidos en estos más de 50 años de vida docente, algunos de ellos son: la condecoración PALMAS MAGISTERIALES, otorgada por el Ministerio de Educación en julio de 1997, plaqueta otorgada por el Liceo Guatemala en reconocimiento a su labor y dedicación a las bandas escolares. Plaqueta otorgada por la Asociación Nacional de Colegios Católicos de Guatemala, ANACC, por los servicios prestados, Plaqueta de reconocimiento otorgada en la 33 Asamblea de Educación Católica en Monterrey, Nuevo Laredo, México, Medalla Cruz de Méritos en Tierra otorgada por el Ministerio  de  la  Defensa  Nacional y  Ejército  de Guatemala, Botón  de  oro  otorgado  por  la  CIEC,  por  ser  el presidente de ANACC, representando a Guatemala en Ecuador, Homenaje del programa Cívico Permanente del Banco Industrial, S.A., confiriéndole el honor de izar la  bandera  nacional  en  la  plaza  cívica  de  dicha institución.

A propuesta de un destacado grupo de exalumnos se decidió crear la orden Rolando Marroquín, como un homenaje permanente a la figura y memoria del maestro.

 

Es difícil resumir la biografía de una persona que ha sido, hombre de familia, esposo. padre, abuelo ejemplar, respetuoso de sus semejantes, entusiasta para todas aquellas actividades en las cuales se pone en alto el nombre del Colegio San Sebastián.» (*)

Hablar de Rolando Marroquín Tánchez es describir a un educador completo y comprometido con los ideales más puros de la educación. Lealtad a su institución, amor a la enseñanza, respeto y cuidado de la formación de cada uno de los estudiantes que integraron la gloriosa familia del Colegio San Sebastián.

Su digna familia guardará eso ideales sobresalientes y hará que la memoria del maestro Rolando Marroquín Tánchez siga viva.

He trabajado de maestro durante 37 años desde primero primaria hasta maestría. 25 años trabajé en colegios. Puedo referir a dos directores excepcionales y diferentes: por su don de personas y su preocupación por afianzar el sueño que estaban creando y viviendo; doña Conchita de Bianchi y el maestro Rolando Marroquín Tánchez.

Cuando el famoso poeta Oteño Joao se enteró del fallecimiento del maestro, compartió este poema:

Fui cómplice del robo de exámenes y usted siempre lo supo

Cuando uno ya está del lado de la muerte
recordar es un diálogo en silencio
solo un incalculable ahora conversado
eso hacemos hasta que el olvido sea la mejor despedida

pero nuestras nubes ya serán siempre pinturas rupestres en el cielo

 

 

 

después

miles de instantes imitarán lágrimas innecesarias
imágenes sueltas en el destino imposible de editar

la película perfecta

una despedida de palabras que dicen nada y cuentan un encuentro.

Al maestro Rolando Marroquín Tánchez

*Todos los aportes histórico-biográficos fueron de Edgar Marroquín y Juan Carlos Reyna. Infinitas gracias a los dos.

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