El italiano Francesco Bagnaia (Ducati) ganó el domingo el Gran Premio de MotoGP de Gran Bretaña, celebrado en el circuito de Silverstone, prueba en la que el líder del campeonato, el francés Fabio Quartararo (Yamaha) terminó en octava posición.
Bagnaia, ahora 3º en el campeonato, conquista así su segundo Gran Premio consecutivo después de su victoria en Países Bajos. El español Maverick Viñales (Aprilia) y el australiano Jack Miller (Ducati) completaron el podio, aprovechando la caída del francés Johann Zarco (Ducati-Pramac), que ocupaba la primera posición después de tomar la salida desde la pole position.
«Vengo de perder las dos últimas carreras. Ahora, Pecco (Francesco Bagnaia) es mucho más competitivo por el título», señaló Quartararo, que conquistó el campeonato el pasado año tras superar al italiano.
Luego de 12 de las 20 pruebas del campeonato ya celebradas, Quartararo cuenta con 180 puntos, 22 de ventaja sobre el español Aleix Espargaró (Aprilia), que terminó en la novena posición, y 49 sobre Bagnaia.
El gran perdedor de la jornada fue Zarco, que arrancó desde la primera posición de parrilla y lideraba la carrera para lograr su primera victoria en la categoría reina cuando sufrió una caída en la quinta vuelta del circuito inglés.
Sin consuelo, el francés vio desde su garaje cómo Bagnaia ganaba la carrera y le adelantaba en el campeonato. Zarco perdió dos posiciones en la tabla, al ser también superado por Enea Bastianini (Ducati-Gresini), que terminó en el cuarto puesto en Silverstone.
«Tuve mala suerte», reaccionó Zarco, dos veces campeón del mundo en Moto2 (2015, 2016), pero que continúa sin coronarse en la máxima categoría del motociclismo mundial.
«Las altas temperaturas me empujaron a llevar un neumático medio delante, era un buen neumático, ya que Pecco (Francesco Bagnaia) ganó con él, pero parece que esa fue la razón de mi caída, tenemos menos agarre», se justificó
«Puedes pasar de ser el héroe a no ser nadie en poco tiempo», señaló Zarco.
Para lograr la victoria, Bagnaia confió en la potencia de su Ducati. Después de una buena salida desde la segunda línea, se aprovechó de la caída de Zarco para situarse segundo por detrás de Alex Rins (Suzuki), efímero líder de la prueba.
Penalización de Quartararo
Bagnaia consiguió adelantar a Rins en su primer intento y, a partir de entonces, comenzó a distanciarse. Amenazado por Viñales en las últimas vueltas, el italiano mantuvo la sangre fría, incluso cuando fue doblegado brevemente por el español, para recuperar la primera posición y lograr así su octava victoria en la categoría reina.
El subcampeón del mundo todavía mantiene la fe en sus posibilidades de arrebatar la corona a Quartararo, después de un inicio de temporada muy complicado. En la pasada temporada ya desempeñó una muy buena dinámica a final de año, ganando 4 de las seis últimas carreras.
El vigente campeón del mundo atravesó una jornada muy complicada, empeorada por la penalización ‘long lap’ que arrastraba desde el Gran Premio de Assen, por haber derribado a Espargaró.
Esta penalización, que le obligaba a tomar una de las curvas del circuito británico por una trayectoria más larga, le hizo caer de la segunda posición a la quinta, sin poder reengancharse en la lucha por el podio en el resto de la carrera.
Para Bagnaia, Quartararo «se equivocó» en los Países Bajos, por lo que fue sancionado. Pero, «en circunstancias normales, hubiera luchado por la victoria conmigo», indicó el piloto italiano.
Con Bagnaia lanzado y Espargaró manteniendo el pulso a Quartararo, la MotoGP entra en una fase entretenida y decisiva para determinar al nuevo campeón. Próxima parada: el 21 de agosto en Austria.