La ciudad ecuatoriana de Puyo se encontraba el miércoles sitiada por los manifestantes, sin custodia policial y en crisis por la falta de alimentos, tras una violenta noche en que los manifestantes indígenas incendiaron un cuartel policial, saquearon negocios y atacaron bienes públicos y privados.
La violenta jornada también ha dejado un protestante fallecido, Byron Guatatoca, por impacto de una bomba lacrimógena, tres policías secuestrados, 18 desaparecidos y 18 vehículos policiales incinerados, en tanto los mercados sin abastecimiento de alimentos debido al férreo bloqueo de los manifestantes de los puntos de acceso a esa ciudad, ubicada a 152 kilómetros al este de la capital y a la entrada a la amazonía.
Iván Illanes, representante de las nacionalidades indígenas de la provincia de Pastaza, cuya capital es Puyo, dijo en una rueda de prensa que «como habitantes de la provincia y en uso de nuestros derechos… para garantizar (la seguridad) a las comunidades y las personas» se ha pedido al ejército que tome el control del orden de la ciudad. También prometió que los manifestantes darán las garantías para la activación del comercio, el transporte y la movilización de vehículos particulares y personas y que evitarán cualquier confrontación con los uniformados en los puntos bloqueados.
Además, entregaron a dos policías que mantenían en su poder, aunque no se informó del paradero del resto de policías desaparecidos y secuestrados. Las protestas indígenas para demandar al gobierno del presidente Guillermo Lasso la reducción del precio de la gasolina y otras exigencias más cumplen más de una semana y se han agudizado principalmente en al menos seis provincias del país, entre ellas Pastaza, donde está Puyo. En la jornada el gobierno dijo que no acepta las condiciones impuestas por los indígenas para negociar.
#ÚLTIMAHORA EEUU llama «a todas las partes a que se abstengan de la violencia» en Ecuador, después de diez días de protestas que se han saldado con muertos, heridos y desaparecidos, dijo el jefe de la diplomacia para América Latina y el Caribe, Brian Nichols #AFP pic.twitter.com/UkOMLKSk1a
— Agence France-Presse (@AFPespanol) June 22, 2022
Diego Escobar, habitante de Puyo y quien estaba en las protestas, declaró por teléfono a The Associated Press que «hay mucho temor, miedo y zozobra por parte de la población; hoy estamos con los locales comerciales completamente cerrados, algunos protegidos con tablas y alambres por miedo a más saqueos, debido a que no hay presencia de policías y militares».
«Esta es una ciudad sitiada, sin posibilidad de que ingresen combustibles, ni alimentos, la situación es crítica para quienes estamos en el Puyo, porque hay escasez de alimentos y somos quizá la ciudad más afectada por el paro nacional», añadió.
El ministro del Interior, Patricio Carrillo, dijo en una conferencia de prensa horas antes que en esa localidad, de 70.000 habitantes, «no podemos garantizar el orden público… tienen sitiado el ingreso a la ciudad con armas, armas ancestrales y explosivos».
Informó que la noche del martes los indígenas protagonizaron «el incidente más grave que ha habido en los últimos años en la ciudad de Puyo, fue un día extremadamente violento» por lo cual «dudamos de las propuestas de diálogo que quieren hacer los dirigentes de una organización que bajo la protesta social comete todo tipo de… delitos», expresó.
Juan Guatatoca, hijo del fallecido en las protestas del Puyo, dijo a la AP que «la verdad fue muy duro lo que pasó ayer, pasó frente a mis ojos, pude ver como cayó muerto mi papá. Es muy duro para mi mamá y mis hermanos. Quiero justicia por lo que le hicieron a mi padre». Vive en la comunidad de Pindo Grande, cerca de esa ciudad.