Aunque el Ministerio de Energía y Minas (MEM) niega la veracidad de un audiovisual divulgado por el ambientalista Sergio Izquierdo, en el que da a conocer un posible proyecto hidroeléctrico en el río Usumacinta en la Reserva de Biosfera Maya, Petén, persiste una controversia entre pobladores en dicha área, dado que desde 1950 se ha tratado de impulsar un proyecto similar.
El titular del MEM, Alberto Pimentel, aclara que la información es incorrecta y no existe solicitud, proyecto en ejecución o estudio de este tipo en dicha zona por parte del gobierno de Guatemala.
Parte de la confusión se debe a que en el “Plan de Expansión Indicativo del Sistema de Generación 2022-2052”, se hace referencia a la potencialidad del Usumacinta, con base en el Plan Maestro de Electrificación Nacional creado en la década de 1970.
“Sin embargo, a la fecha no hay tal proyecto en ejecución o en fase de estudios de prefactibilidad o factibilidad, como tampoco ha ingresado alguna solicitud al MEM para iniciar una construcción de este tipo”, informa dicho ministerio en un comunicado.
También desmiente que tal proyecto haya sido abordado con la Secretaría de Energía (SENER) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ambas de México con el fin de impulsar acciones para fortalecer el intercambio de energía entre ese país y Guatemala.
A lo interno del MEM, un técnico que solicitó no ser citado explica que los proyectos que se incluyen en el Plan de Expansión “son ficticios, se colocan aleatoriamente, sin ningún sustento técnico, más que para planificación, con el fin de incluir varios escenarios y distintas tecnologías”.
AMENAZA LATENTE
En un video de 8:08 minutos de duración, Izquierdo denuncia la supuesta intención de construir una presa a lo largo de la cuenca del Usumacinta, que divide el territorio con México, al que solo es posible acceder por lancha. Parte de este tramo recorre el parque nacional Sierra del Lacandón, el segundo más grande del país, administrado en conjunto por del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) y la Fundación Defensores de la Naturaleza.
Sin embargo, Humercindo Martínez, líder comunitario de la cooperativa La Técnica, e integrante del Frente Petenero contra las Represas, comentó que existen temores basados en una serie de antecedentes de proyectos de este tipo que datan del año 1950 y que en diferentes momentos se han abandonado y retomado de acuerdo con la coyuntura política y social.
Martínez afirmó que su organización representa a 76 comunidades de tres municipios asentados en las márgenes de los ríos Usumacinta y La Pasión. “No es que estemos en contra del desarrollo, pero siempre se ha buscado la manera de generar energía a gran escala. Tenemos temor a que se repita lo sucedido en Río Negro con la represa de Chixoy”, señaló.
De acuerdo con el dirigente, la unión alcanzada les ha permitido detener un proyecto similar en Sayaxché, Petén, pero la alarma surgió de nuevo a partir de una columna publicada en octubre del año pasado por Mario Antonio Sandoval, en el diario Prensa Libre.
UN MEGAPROYECTO QUE IMPLICARÍA ÁREAS PROTEGIDAS
La organización ambientalista Funcagua destaca en un estudio la importancia del río Usumacinta como un cauce fundamental para el desarrollo de hábitats ubicados en territorios de Guatemala como los estados de Chiapas, Tabasco y Campeche del lado mexicano, además es el más caudaloso de la zona maya, con un torrente que al unirse con río Lacantún sobrepasa los 50 millones de metros cúbicos.
Un resumen de este recuento histórico identifica proyectos a lo largo de los años 1960, 1980, 1985-1987 y 1989, así como en la década de 1990 y en la del 2000.
Por tal razón, el ambientalista Izquierdo considera que es un proyecto que ha estado latente, aunque no se implemente en el corto plazo.
En el 2007 varias organizaciones ambientalistas publicaron el estudio Tenosique, análisis económico-ambiental de un proyecto hidroeléctrico en el río Usumacinta, en cuyas conclusiones resalta que podría tratarse de una inversión que no es rentable y generar pérdidas a la empresa por hasta US $219 millones, costos de inequidad, así como consideraciones para reducir reevaluarlos, de acuerdo con el impacto ambiental a largo plazo y regional.
“Siempre han estado en el ambiente estos proyectos, me gustaría creer que no es viable, pero hay que estar siempre atentos”, opina Javier Márquez, director ejecutivo de Defensores de la Naturaleza y participante del citado estudio.
Asimismo, un informe de actividades de la Comisión Federal de Electricidad de México del 2015 identifica una serie de problemáticas y restricciones del proyecto, desde la oposición comunitaria, por ubicarse en un área protegida, hasta nueve poblados que deberían ser reubicados debido a la construcción de un embalse, sitios arqueológicos afectados, así como dificultades legales, tanto del lado mexicano como de Guatemala.
HIDROELÉCTRICAS GENERAN HASTA EL 50%
Durante el 2021, en Guatemala se produjeron 11,943.08 GWh, de los cuales un 71.37% fue a partir de fuentes renovables, principalmente por medio de recursos hidroeléctricos que correspondió al 49.91 % del total generado. También participan recursos renovables como biomasa, eólico, solar, geotérmico y biogás.
Actualmente existe una capacidad instalada en el Sistema Nacional Interconectado de 3,379.46 MW y una demanda máxima de 1,829.53 MW registrada en 2021, de acuerdo con el MEM.
Anayté Guardado, directora ejecutiva de la Asociación de Generadores de Energía Renovable explica que Guatemala tiene suficiente capacidad productiva para exportar energía eléctrica a El Salvador; sin embargo, aclara que es un dato que debe tomarse con cautela, debido a que, en la transición del periodo de lluvia a la temporada seca, la capacidad instalada se consume a lo interno e incluso, desde hace unas semanas se importa energía de México, explicó.
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Además, la exportación de energía eléctrica a El Salvador puede terminarse, ya que dicho país está por concluir una planta generadora de gas búnker.
POTENCIAL PROYECTO SE TENDRÍA QUE PUBLICAR
Guardado concluye que los proyectos de energía renovable u otros participan en procesos de licitaciones abiertas, transparentes y públicas. “Las distribuidoras nacionales publican las bases de licitación y términos de referencia, que son conocidas y aprobadas por la Comisión Nacional de Energía Eléctrica, información que es pública y permite a cualquier persona a participar en igualdad de condiciones”, afirmó.
CNEE: NO HAY PROYECTO
Rodrigo Fernández, presidente del directorio de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE), también informó que no se tiene ningún proyecto de represa en el Usumacinta, dado que, por tratarse de una autorización de bienes de dominio público, primero se necesita la aprobación del MEM, según la Ley General de Electricidad para luego pasar a la validación de la CNEE.
Admite que hay antecedentes porque el aprovechamiento del caudal del Usumacinta resulta interesante, por su alto potencial, sin embargo, afirma que existen una serie de barreras materiales, que van desde la geografía, técnicas y políticas.
“Siempre ha sido atractivo, pero al momento de estudiar la factibilidad hay complicaciones. No puede abordarse con el diseño de embalse por la consecuente inundación, especialmente por el impacto que representaría en áreas protegidas, sitios arqueológicos y comunidades”, añadió.
También recordó que la última vez que se abordó el tema en forma binacional con México fue durante el gobierno de Otto Pérez, en 2015.
Agregó que del lado mexicano sí puede haber mayor interés puesto que el Usumacinta colinda con una zona poco desarrollada y necesitada de energía.
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Aquí el vídeo de Sergio Izquierdo:
