Ada Lucía Mira

Líquida y elemental es la primera publicación de Ada Lucía Mira con el que incursiona en el cálido espacio de la poesía. La autora de origen guatemalteco se desarrolla en el campo docente y ha realizado estudios de filosofía y pedagogía en la Universidad de San Carlos de Guatemala y en la Universidad Mariano Gálvez.

Momentos
Parada en la frontera
del deseo y de acto…

Olvidada de todos
los tabúes reverentes
me comparto contigo

Y en medio de un suspiro asonante y convulso
me quedo con tu aliento
impregnado en la piel

Vuelvo a mí…
retornada,
y, contigo o sin ti,
soy mujer

Parada en la frontera del deseo y el acto

Descubrimiento
(después de haber soñado)

Es
la primera vez
que te pienso así:

como una palabra nueva
con ritmo y melodía,

como una primavera
con flores y todo…

Es
la primera vez
que te sueño así:

como agua en el desierto
como río…

como sueva respuesta
a una vieja pregunta

y —disculpa—
es
la primera vez
que te deseo así:

como queriendo morirme
de dolor en tu cuerpo

como queriendo irme
para poder quedarme
contigo.

Se me hace…

Se me hacen melodías tus palabras
y tus miradas se me hacen obra de arte.

Se me hace la luz al encontrarte
y el coincidir contigo me hace desearte

Se me hace que tú casi piensas lo mismo
y que algún buen poema te hace recordarme.
Se me hace…

Parada

Me quedé en esta esquina
de mi vida
por ti.

Impreciso el momento
de la acción inicial.

Cautivada en tus ojos,
tus palabras, tu ardor.

Me detuve a escuchar
los ruidos de tu alma

Y qué bueno que no
pasé de largo.

Creciendo

No te detengas ahora
ni me detengas.

Permite a este mover
sutil y extraño
invadir los sentidos,
hacerse un verso,
una mirada, piel
o hacer silencio.

Déjalo así.
no hables.
que crezca y cristalice,
se vuelva un sueño,
sin plazos, sin razones,
sin prisa alguna.

Cual suave movimiento
de hermosa sinfonía
escúchalo latir
en tu interior.

Deléitate en sus voces,
no lo censures.
En plenitud será
—sin duda— amor.

Escribiendo

Escríbeme un poema en la piel
recorriendo, entre líneas, mis anhelos,
marcando con figuras literarias
mi ser completo.

Con palpable ansiedad escribe en mí,
hurga en cada rincón, descubre versos
y encuentra la húmeda armonía
del deseo.

Haz en mí, con tu ritmo palpitante,
una rima de suaves movimientos
que tenga la cadencia necesaria
para horadar mi cuerpo.

En este punto y con deleite interno
permíteme seguirte en estas vueltas,
susurrando a tu esencia elemental:
Escribamos un verso.

Números

Diez de la noche y sol en plenitud.
Algo dentro se mueve, gira y crece.
Luz sin tinieblas que alumbrar. Volcán.
Volcán erupcionando en cuerpo y mente.

Cinco, seis, diez millones de sentidos.
¡Caricias tan volátiles e intensas!
Eros marca la dermis y él camino,
antes vedado, ahora se despeja.

Ríos crecidos, lagos desbordados.
Estrellas titilando en pleno día.
Mil voces de sirenas en arrullo
y mil y más de mil cálidos sueños

tornándose en palpable realidad
en suave y húmeda y feroz materia,
Dulce dolor, intermitente y lento.
Ah… ¡Cuánta eternidad en un momento!

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