Juan Antonio Mazariegos G.

El pleno de diputados al Congreso de la República se apresta a elegir la Comisión Pesquisidora que tendrá a su cargo la investigación sobre posibles hechos delictivos que el Presidente de la República haya cometido al momento de nombrar al Presidente del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y, hasta donde tengo conocimiento, también sobre la supuesta participación que haya tenido el Presidente en los posteriores hechos delictivos que se investigan en el denominado Caso IGSS, con el objeto de decidir retirarle o no la inmunidad de la que goza por su derecho a antejuicio.

El pleno, según lo establece la Constitución deberá, mediante sorteo, definir qué diputados integrarán la comisión y como ya pudimos observar, cuando sucedió lo mismo con la exvicepresidenta Roxana Baldetti, lo normal es que en un sorteo, por simples probabilidades, la comisión se integrará por mayoría de diputados de las bancadas mayoritarias. En el caso de Baldetti, la bancada del partido Libertad Democrática Renovada tuvo la suerte y gran oportunidad que uno de sus diputados, precisamente hermano de su candidato presidencial fue electo en primera instancia y como consecuencia fue nombrado presidente de la comisión y abrió para Baldizón la enorme oportunidad de que a ojos del pueblo, un Baldizón enviara a los leones a la exvicepresidenta, aunque finalmente dicha oportunidad ya no se materializó, pues no contaban con que la ahora exvicepresidenta prefiriera renunciar y como consecuencia el proceso de antejuicio quedara sin materia en ese caso.

Ahora, las acciones del Presidente, la vida y la política le traen a Baldizón una segunda oportunidad, la Corte Suprema de Justicia consideró que había lugar a dar trámite al antejuicio y ahora él y su bancada deben tener puestas velas y una buena dotación de puros a Maximón para que la suerte les acompañe y puedan integrar convenientemente la Comisión Pesquisidora y entreguen al pueblo la cabeza del Presidente de la República retirando su inmunidad y así podrán demostrar que la alianza que mantuvieron con el PP ha dejado de existir y marcarán distancia.

No dudo que cualquier otro partido también esté hoy en pleno rezo con los mismos propósitos, el personaje más señalado luego de la salida de la exvicemandataria puede ser un estupendo trofeo para estos últimos meses de una apagada campaña que se ha visto superada por los escándalos de corrupción y en donde es urgente que algún político se vista de héroe para elevar sus bonos en la contienda electoral.

Por supuesto, todo lo anterior es solo un análisis según mi entender, claro está que en Guatemala pensar mal es un ejercicio que normalmente se queda corto y como dicen las bancadas hoy en distintos medios, se aprestan a hacer un análisis objetivo del proceso…

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