Repatriar producción, como se plantean Estados Unidos o Francia desde que la pandemia de coronavirus desorganizó las cadenas de suministro mundiales, podría ser contraproducente, destacó este martes el FMI, que sugiere diversificar los países de aprovisionamiento.
«Las propuestas políticas para reducir la dependencia de proveedores extranjeros, en particular en sectores estratégicos, ganaron importancia, incluso en los principales mercados como Europa y Estados Unidos», destaca el FMI en un capítulo de sus perspectivas económicas mundiales (WEO).
«Estas propuestas podrían ser prematuras», consideraron los autores del reporte.
DIVERSIFICAR ES LA OPCIÓN
En cambio, llaman a los gobiernos a privilegiar una «diversificación del aprovisionamiento internacional y una mayor capacidad de sustitución en el abastecimiento», es decir más facilidad para reemplazar un producto por otro.
Este abordaje limitaría los riesgos de que se vea afectado el crecimiento en caso de que un acontecimiento imprevisto golpee la producción.
«Es importante aumentar la resistencia de la cadena de suministros no solo a emergencias sanitarias como la pandemia, sino también a otros tipos de choques como la guerra en Ucrania, los ciberataques y los fenómenos meteorológicos extremos ligados al cambio climático», alertaron.
INSISTEN EN ELLO
«El desmantelamiento de las cadenas de producción mundiales no es la solución. Más diversificación, y no menos, mejora la resistencia», concluyen los tres autores del reporte, Davide Malacrino, Adil Mohommad y Andrea Presbitero, en una entrada de blog.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quiere repatriar a Estados Unidos parte de la producción de semiconductores, ante la escasez de estos componentes electrónicos clave para fabricar por ejemplo autos, cuyo incremento de precios contribuyó a atizar la inflación.
Este capítulo del WEO se conoce antes de las reuniones de primavera boreal del FMI y el Banco Mundial que serán virtuales entre el 18 y el 24 de abril.