Marco Tulio Trejo

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Soy periodista, comunicador social y un soñador creador de opinión pública, para hacer conciencia que permita mejorar los problemas sociales, económicos y políticos que nos aquejan y nos mantienen inmersos en una sociedad con pocas oportunidades de vida para las nuevas generaciones. Estoy convencido de la importancia que tiene la prensa, en el fortalecimiento de la democracia, para coadyuvar a la consolidación de un Estado de Derecho con una certeza jurídica y el lema de mi señor padre siempre fue: “la pluma no se vende, ni se alquila”.

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Marco Trejo

Los distribuidores de combustibles empezaron aparecer en medios de comunicación y redes sociales, para tratar de justificar porqué no le bajan los precios a los combustibles y aducen que todo se rige al precio del barril de petróleo en el mercado internacional. Estos señores tratan de darnos atol con el dedo y se aprovechan de un tema que solamente beneficia sus bolsillos a costillas de la población que paga un producto sobrevalorado.

Aunque primero mencionaron que la guerra entre Rusia y Ucrania había disparado los precios, luego que fue por el ataque a uno de los centros de abastecimiento en Medio Oriente. Incluso el “flamante” ministro de Energía y Minas, Alberto Pimentel Mata, salió a dar estimaciones y puso el galón de combustible a más de Q40, dando vía libre para que eso sucediera.

Sin embargo, el titular de la cartera de hidrocarburos señaló que los cambios experimentados en la primera semana de marzo en cuanto a los precios locales e internacionales, responden a la coyuntura internacional del conflicto entre Rusia y Ucrania, que cerró el barril de petróleo en US$115.00.

Pero ahora que el precio del mismo barril de petróleo cerró en US$97.70 no sé qué va a salir a decir o bien se hará de la vista gorda, como es su costumbre, para que los “especuladores” hagan su agosto en plena Semana Santa.

Aquí surge nuevamente la pregunta: ¿Será que la Dirección de Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor (Diaco), logró denunciar a las otras 170 gasolineras que encontraron especulando con los precios? ¿O será que también se hará de la vista gorda, como lo hace con los boticarios?

En El Salvador, el gobierno ha hecho “micos y pericos” para que la escalada de precios no afecte al salvadoreño, el Presidente de la República, los Congresistas y los que velan por la protección al consumidor han logrado su cometido, pero en Guatemala la cosa parece todo lo contrario, los funcionarios y diputados parecieran que están a favor de castigar los bolsillos de los guatemaltecos y voltean a ver para otro lado en lugar de promover acciones que beneficien a sus ciudadanos.

El Congreso de la República aprobó el decreto 19-2022, una Ley Temporal a los Consumidores de diésel y gasolina regular, que lo único que provocó fue que se terminarán las existencias de combustibles, incluso unas de las ocho empresas salió a decir que no aplicarán dicho subsidio porque ellos compraron a otro precio y que gradualmente van empezar a aplicarlo cuando se les termine el abastecimiento que tienen almacenado.

En el Ministerio de Energía y Minas se encuentran registradas 1 mil 500 estaciones de servicio, las cuales pertenecen en su mayoría a las ocho marcas, que se ponen de acuerdo en la mesa de las gremiales, para acordar el precio a su conveniencia. Se conoce que los renegados empiezan a sufrir amenazas, las cuales cesan hasta que estandarizan los rubros que pasan diariamente.

El presidente de la República, Alejandro Giammattei anunció que su gobierno va a sancionar a los que especulen con el precio de los combustibles, pero al final de todo no pasó nada, todo se quedó en que iban a sacar precios tope y a denunciar en el Ministerio Público (MP), para que se deduzcan responsabilidades a los especuladores.

El chiste de todo esto es que los gasolineros se ríen de lo que dice un gobierno débil y para colmo de males los señores diputados, quienes son dueños de gasolineras, no se van a meter un “tiro en el pie”, aprobando una Ley que permita proteger al consumidor, menos ahora que están en busca de “dinerito”, cuando se acercan las elecciones generales del próximo año.

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