Pedro Pablo Marroquín

pmarroquin@lahora.gt

Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Consuelo Porras ha lanzado una campaña publicitaria para “ensalzar” su trabajo en el Ministerio Público (MP) y con ello pretende tener ventaja con sus competidores más cercanos, aquellos 5 (por lo menos) que le juran lealtad al Presidente.

No me voy a referir al uso de recursos públicos para satisfacer un deseo personal de Porras, si no más al contenido de los anuncios. Cualquiera que los escucha cree que estamos viviendo en país de primer mundo con un sistema de justicia de otra galaxia.

Porras tuvo Consuelo en un estudio del CIEN que analizó la cantidad de casos que por diferentes motivos llegaron a su fin (miles de ellos en la unidad de desjudicialización) o la de liquidación de casos (denuncias que nunca avanzaron y por ende las sacan del sistema reduciendo la cantidad de denuncias pendientes de resolver) y ello motiva la campaña de quien tiene la pistola de impunidad y dispara a diestra y siniestra.

Me pregunto yo ¿qué sentirán los papás de Jorge, quienes al día de hoy no ven al asesino de su hijo tras las rejas, al escuchar esos anuncios?

¿Qué sentirán los papás de los policías que han sido asesinados por maleantes que al día de hoy siguen atemorizando a la población?

¿Qué sentirá Elena, la joven mujer que fue violada, y aún ve a su agresor vivir tranquilamente?

¿Qué sentirán los ciudadanos de una población con poco acceso al agua, que saben que las obras no han llegado porque el pisto se lo han repartido desde el Congreso, como parte del pacto entre políticos, miembros del Ejecutivo y personas particulares?

¿Qué sentirá el empresario honrado que por no contar con el beneplácito del Centro del Gobierno de Giammattei, no puede vender sus bienes y/o prestar sus servicios porque no estuvo dispuesto a pagar una mordida?

¿Qué sentirán aquellos que hicieron bien las cosas y hoy son perseguidos porque Porras jura darle Consuelo eterno a algunas personas, pensando que con eso tendrá los 10 votos necesarios en la Comisión de Postulación para llegar hasta el escritorio del Presidente?

Ningún fiscal general del MP, desde su creación, ha podido hablar de una efectividad suprema porque aunque puedan resolverse casos, siempre ha existido una brecha enorme entre las demandas de la población por sus denuncias y las respuestas de la justicia. Claro está que la justicia no solo depende del MP, si no de todo el sistema y en ella, el rol del Organismo Judicial es clave.

Pero el pacto que hay entre el MP de Porras, la CSJ que preside Silvia Patricia Valdés, el Congreso, el Ejecutivo y hasta la Corte de Constitucionalidad (CC) hacen imposible tapar el sol con un dedo y por eso es que aunque Porras trate de agarrar a “majes” a muchos, aunque haya un grupito pequeño que la aplauda porque ella les sirve para sus intereses, la realidad es que en Guatemala ojalá tuviéramos todo eso que Porras tanto alardea.

Hay una necesidad de justicia para todo nivel de ciudadanos. Desde aquel que va a pie hasta aquel que se mueve en el carro más lujoso, todos necesitan justicia porque la impunidad nos afecta en todos en mayor o menor medida.

“No más divorcio entre fe y vida” decían San Juan Pablo II y la verdad es que bien le haría a doña Consuelo dejar de ser adorada por muchas mafias a las que ha servido con una mano, aunque se quiera tocar a la población honrada con la otra.

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