El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo de apoyo de políticas por US$300 millones (Unos Q2,280 millones) solicitado por el Gobierno de Guatemala para financiar servicios de protección social y programas de salud dirigidos a la población más vulnerable, entre ellos el Registro Social de Hogares, a cargo del Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
De acuerdo con el comunicado emitido por el BID, en el área de salud, los fondos servirán para beneficiar a hogares de los principales programas de protección social, con alrededor de 800 mil personas, así como mujeres embarazadas y recién nacidos (alrededor de 28 mil partos anuales en los municipios priorizados), y poblaciones indígenas que se beneficiarán de políticas con pertinencia cultural (cerca de 430 mil personas).
El BID indicó que la ejecución y mejoramiento de los programas enfocados en la salud de los guatemaltecos buscan:
• Medidas de financiamiento y gestión necesarias para su consolidación.
• Coordinación de la red de urgencias.
• Avanzar a la meta de los Objetivos de Desarrollo Sustentable para la mortalidad materna y reducir las brechas en este indicador entre mujeres indígenas y el resto de la población.
TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN EN SALUD
Además de mejorar la calidad, gobernanza y transparencia de los programas de protección social, se busca el desarrollo de las tecnologías de información en salud mediante la implementación de un Plan Estratégico de Tecnologías de Información.
En dicho plan resalta el Registro Social de Hogares (RSH), iniciado por el Mides el 18 de octubre de 2021 como un instrumento técnico que permitirá localizar geográficamente y saber cómo está compuesta cada una de las familias en pobreza y extrema pobreza.
Según la entidad, el RSH contribuirá a seleccionar a los beneficiarios mediante “metodologías transparentes”, así como analizar los resultados con un enfoque de género que permitirá la estimación de brechas de cobertura y la revisión, adecuación y priorización de los programas sociales para cerrar dichas brechas.
“Este se realizará en 114 municipios priorizados en donde se determinarán quién vive, en qué condiciones, si tienen menores con desnutrición, adultos mayores o personas con alguna discapacidad y que podamos intervenir», expresó el presidente Alejandro Giammattei durante una visita al Mides en octubre de 2021.
FUNDESA: LA EJECUCIÓN ES EL DESAFÍO
Carmen Lucía Salguero, coordinadora del Área de Salud de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) comentó para La Hora que el principal desafío del préstamo del BID son las capacidades institucionales para ejecutarlo.
Salguero considera que dicho préstamo es de gran importancia desde el punto de vista financiero y programático para el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) y el Mides, como contrapartes ejecutoras.
PROGRAMAS A PRIORIZAR
Para Salguero los programas de salud que deben ser priorizados van enfocados en el robustecimiento de la infraestructura, sistemas de información por paciente, así como un monitoreo epidemiológico a nivel de municipio.
Agregó que se debe invertir en la formación del personal médico para que pueda tener salarios adecuados, contar con capacitaciones regulares para diagnosticar adecuadamente, así como manejar los insumos necesarios en los puestos y centros de salud.
IMPORTANCIA DE IMPLEMENTAR EL RHS
Salguero sostiene que la importancia de implementar el RHS recae en que la tecnología facilita el manejo de datos, cálculos adecuados, monitoreo, seguimiento y la rendición de cuentas.
No obstante, señaló que los listados de beneficiarios han sido “instrumentalizados” por los políticos para convertirse en procesos “asistencialistas sin efecto y mucho menos impacto”.
“Son listados cuestionables, modificables y sin vinculación a métricas o indicadores de desempeño. Es imperativo que haya un sistema de registro que unifique la data más relevante sobre los indicadores de desarrollo humano que se quieren medir, y con ello, reducir las vulnerabilidades de que entren y salgan familias que no deberían ser beneficiadas con los apoyos”, puntualizó.
Por ello, agregó que tales programas deben pensarse y dirigirse desde el análisis de necesidades, establecer indicadores medibles y darle seguimiento con personal en campo, ya que es una herramienta de apoyo sobre la implementación de políticas públicas y sus programas.
• Elaborar una depuración seria y técnica en los listados que ya existen sobre familias beneficiarias de los programas.
• Definir los indicadores en materia de salud y desarrollo que se quieren afectar con los programas.
• Establecer el paquete de programas y servicios que se fortalecerán para hacer una canasta de servicios y beneficios de alto impacto.
• Usar la tecnología y sistemas de información de forma obligatoria, no negociable.
Salguero espera que el RHS pueda consolidar herramientas y facilidades tecnológicas que estén al servicio del desarrollo y seguimiento de las políticas públicas del país para medir avances, estancamientos o retrocesos, “recordemos que lo que no se mide, no se consigue”, expresó.
AUMENTO DE POBREZA EN GT
De acuerdo con el BID, las acciones que serán implementadas con el préstamo buscan mejorar los resultados en el combate a la pobreza, que sigue siendo un “desafío” en Guatemala, ya que, en 2020, como consecuencia de la crisis, la pobreza pasó de 51.5% a 54.9%.
“Apoyar a las poblaciones vulnerables, promover el progreso social y trabajar por la equidad de género son objetivos que el Grupo BID se plantea en su Visión 2025, una hoja de ruta para lograr un crecimiento inclusivo de América Latina y el Caribe”, reconoce la entidad financiera, quien otorgará un periodo de desembolso de un año para el referido préstamo.
