Rodulfo Santizo

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Guatemalteco, migrante, facilitador de procesos para fortalecer el tejido social, visor y monitor del bienestar social, multifacético, persistente, soñador por una Guatemala diferente, gestor en desarrollo.

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Rodulfo Santizo

Vale la pena dirigirme a esa clase política corrupta para que entiendan que no pueden seguir robando y utilizando los bienes del pueblo de Guatemala para sus propios intereses por medio del robo descarado, haciéndose millonarios a costa de la pobreza de grandes mayorías.

Estos pensamientos y sentimientos van dirigidos a ustedes burdos ladrones de cuello blanco que han perdido toda decencia y valores al apoderarse de lo qye no les pertenece.

La sociedad civil de Guatemala está viendo la corrupción como un asunto que merece especial y urgente atención. Diversos elementos de la realidad nos muestran que el fenómeno ha adquirido dimensiones preocupantes y que a su vez se han desarrollado múltiples acciones para luchar en contra de ella, mismos que deben triplicarse en cuanto a esfuerzo porque es una lucha titánica esta lucha contra estas estructuras infiltradas en el gobierno en los poderes del estado.

Las altas esferas de la política y los negocios, a lo largo y ancho del del territorio nacional se han visto afectadas por escándalos emblemáticos de este mal generacional. Además las recurrentes acusaciones de corrupción a los políticos no han cesado, así como su conversión dudosa en «líderes naturales» de la lucha contra el fenómeno durante las jornadas electorales.

Nuevas leyes se pretende plantear para castigar severamente las conductas tipificadas como corruptas. Inclusive se han creado entidades dedicadas exclusivamente a la lucha anticorrupción, pero estas se han desmantelado y lejos de fortalecerlas, estas han sido cooptadas para cubrir a los mal hechores corruptos que buscan impunidad a toda costa.

Los medios de comunicación y las redes sociales brindan amplios espacios y un gran despliegue de las noticias relacionadas con la corrupción administrativa. Esta práctica se ha traducido en una enorme bibliografía sobre el tema acumulada a lo largo de los últimos años.

Reuniones, foros y conferencias de académicos, funcionarios y hombres de negocios se han multiplicado para estudiar y combatir el fenómeno. Paralelamente, desde la sociedad civil se han multiplicado las protestas, denuncias, reclamos. y marchas en contra de la

corrupción.

La ética, sin duda alguna, ha cobrado una extraordinaria importancia como medio para enfrentar la inexistencia de valores comunes y la expansión de la corrupción administrativa. Entonces, ¿qué es lo que ha pasado? ¿Por qué razón la corrupción aparece cada vez más bajo muchas y muy variadas formas? La respuesta radicaría en dos elementos: por un lado, la falta de transparencia y cuentadancia en los sistemas de administración pública es un hecho evidente y reconocido; y por otro lado, se ha desarrollado una mayor sensibilidad por parte de la comunidad frente al fenómeno de la corrupción.

Hay sentimiento  amplio de que el servicio público ha perdido su función original, que muchos elementos dentro de él son corruptos, y que también lo son muchas de las empresas del sector privado que comercian con el Estado. El público ve a los funcionarios, y éstos a su vez se ven a sí mismos, como un cuerpo no responsable ante la comunidad a quienes ellos han prometido servir.

La transparencia y la cuentadancia son la antítesis de la corrupción en el gobierno, porque entendido estay que la corrupción es el abuso de poder público para obtener beneficio particular. Sin embargo, las definiciones de corrupción y su impacto varían. No se puede suponer que la corrupción siempre signifique la misma cosa o que tenga el mismo impacto o motivación. Las declaraciones normativas sobre la corrupción requieren un punto de vista, y un modelo sobre cómo el fenómeno opera en casos particulares.

Para los fines de este libro «se define como corrupción al fenómeno por medio del cual un funcionario público es impulsado a actuar de modo distinto a los estándares normativos del sistema para favorecer intereses particulares a cambio de una recompensa. Corrupto es, por lo tanto, el comportamiento desviado de aquel que ocupa un papel en la estructura estatal.  La corrupción es un modo particular de ejercer influencia: influencia ilícita, ilegal e ilegítima. Esta se encuadra con referencia al funcionamiento de un sistema y, en particular, a su modo de tomar decisiones.

La corrupción administrativa, en especial en la actividad de las personas que, en sus cargos como funcionarios públicos, legisladores o administradores, controlan actividades o decisiones que afectan de una u otra manera a la comunidad, aunque la corrupción también existe y, en grado importante, en el sector privado.

Hay dos categorías muy diferentes de corrupción administrativa: la primera acontece cuando por los actos corruptos se cometen «de acuerdo con las reglas» y la segunda cuando las operaciones se desarrollan «en contra de las reglas». En el primer caso, un funcionario está recibiendo un beneficio de parte de un particular por llevar a cabo algo que debe hacer, según lo dispone la ley. En el segundo caso, se cometen actos de corrupción para obtener servicios que el funcionario tiene prohibido proporcionar.

La corrupción de acuerdo con la ley y contra la ley puede ocurrir a todos los niveles gubernamentales y oscila desde la «gran corrupción» hasta las más comunes y pequeñas formas en la escala de la misma.

En la práctica, los ciudadanos pueden ignorar las definiciones legales de la corrupción administrativa y la opinión pública puede juzgar al fenómeno desde una perspectiva distinta a la jurídica.

Esperamos que estos conceptos lleguen a tanto funcionario corrupto en el gobierno en todos sus niveles para que tengan dignidad y dejen de ser corruptos, retirándose de la vida pública para siempre y para los nuevos aspirantes a estos cargos por elección a que también mediten que la población ya no quiere mas gente cortita.  Lean y Oigan  bien!!!!

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