El Gobierno de Guatemala se convirtió nuevamente en el epicentro de la controversia con su comunicado respecto al ofrecimiento de cooperación del Grupo de Donantes G13 a la Comisión de Postulación para elegir Fiscal General. Para Luis Fernando Andrade Falla, exembajador y ex vicecanciller, el pronunciamiento, además de ser una hipérbole, refleja las intenciones claras del Gobierno de intervenir en el proceso de trascendencia nacional.
El 22 de enero el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex) publicó un comunicado en donde el gobierno de Alejandro Giammattei expresa su preocupación por la propuesta del G13 luego que el embajador de Suecia y presidente pro tempore del grupo, Hans Magnusson, remitiera una nota a la Comisión de Postulación. El comportamiento del conglomerado internacional de ofrecer cooperación fue catalogado por el Minex como “inaceptable” y “no pedido”.
¿INTERVENCIÓN POR PARTE DE QUIÉN?
Si bien el exembajador identificó que el G13 tuvo que enviar la carta a la Cancillería, en vez de hacerlo directamente a la Comisión Postuladora, consideró que la reacción del Gobierno fue exagerada, pues consiste únicamente en una invitación y la Comisión, como ente autónomo, podría aceptarla o declinarla.
“La Comisión es autónoma y pueden ellos decidir si necesitan o no alguna cooperación, como no tienen recursos, pero no llego a creer que ello pueda implicar una intervención extranjera”, remarcó.
El mensaje preocupante del comunicado, desde la perspectiva de Andrade Falla, es la disposición clara del Gobierno de acaparar el control en el proceso de elección de Fiscal General.
“La impresión de los poderes ejecutivos es tener influencia de todas las instancias para mantener o consolidar un poder. Claro, actualmente controlan a la Fiscal General porque responde a los intereses del gobierno de turno. Es una tendencia para acumular poder”, analizó.
En el último párrafo del comunicado, el Minex enfatizó que el Gobierno de Guatemala no aceptará injerencia alguna, sea nacional o internacional. “¿A qué se refiere con no intervenir nacionalmente?”, cuestionó el diplomático; “eso se puede interpretar de muchas maneras, inclusive limitar el acceso de la prensa e información sobre el trabajo de la Comisión”, expuso.
#Comunicado
El Gobierno de Guatemala, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores manifiesta: pic.twitter.com/6QJxPUnwsw— MINEX Guatemala ?? (@MinexGt) January 23, 2022
¿ES COMPARABLE EL LOBBY DE TAIWÁN A LA PROPUESTA DEL G13?
En la pieza “Andrade: Cabildeo refleja la debilidad de la gestión diplomática del Gobierno”, el ex vicecanciller explicó que el Lobby por US$900 mil, financiado por Taiwán para promover a Guatemala en Washington, no es precisamente un ataque a la soberanía gutemalteca o una injerencia extranjera como tal.
Para Andrade Falla, el hecho que Guatemala haya aceptado esta oferta y no la del G13 corresponde más bien a los intereses del gobierno de Giammattei.
“Son situaciones distintas: lo de Taiwán fue porque el Gobierno lo acepta y lo utiliza; lo otro –cooperación G13– pues son ciertas inconsistencias en el manejo de la política exterior. Taiwán es otro ejemplo de que la cooperación se acepta y se utiliza si es en función de la política del Gobierno”, expuso.
Según el análisis del experto, esta ambivalencia radica en que la gestión diplomática del actual Gobierno ha sido aleatoria y más allá de la discusión sobre intervención extranjera, Andrade enfatizó que el manejo del Minex fue incorrecto y deja un mal precedente.
“La política exterior del Gobierno de turno ha sido inconsistente en su manejo internacional. Veo esto del comunicado desproporcional y poco prudente; son países amigos, son socios, son democracias, nosotros compartimos principios y valores; no podemos de primas a primeras por una carta de buena intención sacar un comunicado, es como golpear la mesa, eso no se hace en la diplomacia”, advirtió.
FOCOS ROJOS PARA LA CIUDADANÍA
Cerrar las puertas de esta manera es para el exembajador un comportamiento propio de regímenes autoritarios, por lo que este contexto debe ser tomado por la ciudadanía como una alerta sobre la posible manipulación del proceso de elección que debería ser autónomo y transparente.
“Yo en lo personal no lo veo con la trascendencia que lo vio el Gobierno. Se pudo haber hecho de otra manera sin que surgiera la polémica pública, pero ya es una advertencia de que el proceso no va a ser fácil y que el Gobierno va a querer intervenir. Esa es la preocupación que tenemos”, aseguró.
La elección del sucesor de María Consuelo Porras Argueta es un punto “delicado” para Guatemala, pues desde la perspectiva del exfuncionario esta decisión puede resultar en un apoyo significativo en la lucha contra la corrupción o, por el contrario, mantener el pacto de la impunidad.
La advertencia de Andrade Falla, según señala, va dirigida hacia dos sectores: la ciudadanía y la comunidad internacional, quienes cumplirían el rol de espectadores del proceso; además, a la academia a través de los decanos de las Facultades de Ciencias Jurídicas y Sociales “que tienen un gran deber histórico de no comprometer su criterio y sus evaluaciones para escoger a las mejores personas”.