Emilio Matta

emiliomattasaravia@gmail.com

Esposo y padre. Licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Francisco Marroquín, MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile, Certificado en Métodos de Pronósticos por Florida International University. 24 años de trayectoria profesional en las áreas de Operaciones, Logística y Finanzas en empresas industriales, comerciales y de servicios, empresario y columnista en La Hora.

post author

Emilio Matta Saravia
emiliomattasaravia@gmail.com

Un cuentadante, según el diccionario de la Real Academia Española, es la persona “que da o ha dado cuenta de fondos que ha manejado a quien puede exigírsela y censurarla”. Todos los funcionarios públicos, principalmente los presidentes de los tres poderes del Estado, son cuentadantes con todos los guatemaltecos, no sólo de los fondos que manejan, sino de todos sus actos.  A ese ejercicio se le llama RENDICIÓN DE CUENTAS.

El pasado viernes 14 de enero, a pesar de haber promocionado la entrega del informe anual del presidente ante el Congreso con el mensaje “El Presidente Alejandro Giammattei rinde cuentas al pueblo de Guatemala”, se dio un show (tal como se esperaba) en el que el mandatario, en una impresionante disociación con la realidad del país y de los guatemaltecos, se dedicó a leer una serie de supuestos “logros” de su gobierno. Muchos de ellos son, cuando menos, CUESTIONABLES.

En un auténtico ejercicio de rendición de cuentas, el mandatario debió haber dado todos los pormenores del sucio contrato que suscribieron para la compra de la vacuna rusa Sputnik V, en vez de escudarse una y otra vez en un supuesto contrato de confidencialidad.

GIAMMATTEI NO LO HIZO.

Un verdadero cuentadante explicaría por qué razón estamos en la cola de la vacunación en el continente americano, en vez de dar cifras de cuántas vacunas se han aplicado. GIAMMATTEI NO LO HIZO.

Un legítimo cuentadante expresaría su vergüenza ante la realidad de que en Guatemala no ha disminuido ni siquiera en un punto porcentual la desnutrición crónica infantil; y este gobierno no ha hecho ni un solo esfuerzo real por disminuirla (la “gran” cruzada nacional por la nutrición no es más que un gran show político sin resultados tangibles).  GIAMMATTEI NO LO HIZO.

En vez de rendir cuentas, el gobernante, rebosante de egolatría y narcisismo, se dedicó a leer sus “logros”, como el supuesto crecimiento “real” del PIB en 7.5% (aunque el Banguat publica que el dato aún es estimado, no real, y además es un dato claramente sobreestimado; encima de todo, dos terceras partes del mismo provienen del incremento en las remesas familiares), reservas monetarias internacionales por casi 21 millardos de dólares (producto de la intervención estatal en el tipo de cambio por más de mil quinientos millones de dólares en 2021 para equilibrar la demanda con la oferta), incremento de la inversión extranjera directa a más de 3 mil millones de dólares (casi dos terceras partes de esta inversión es la compra de su parte al socio local de una empresa de telecomunicaciones, lo cual NO es garantía de generación de nuevos empleos o innovación tecnológica), incremento de exportaciones en 22% (según Banguat, la mayoría de los productos exportados tuvieron un incremento muy similar en su precio promedio de venta y en su volumen, es decir que casi la mitad del incremento en las exportaciones del que alardea el Presidente proviene del incremento en precios internacionales de los productos).

Lo que hubo en el Congreso el pasado viernes 14, fue un ejercicio de egolatría y de autoelogio, NO de rendición de cuentas.

Artículo anteriorJusticia… un poco de historia
Artículo siguiente¿Fue plan con maña solo juramentar a 14 de 15 Postuladores?