Rodulfo Santizo

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Guatemalteco, migrante, facilitador de procesos para fortalecer el tejido social, visor y monitor del bienestar social, multifacético, persistente, soñador por una Guatemala diferente, gestor en desarrollo.

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Para resolver conflictos sociales en se debe tener conocimiento pleno de la idiosincrasia de la población y sobre todo un acercamiento directo con esas comunidad con profesionales con conocimientos y experiencia de cómo crear confianza para hacer un acercamiento que permita ir conociendo el fondo de los problemas más íntimos de la conflictividad, motivándolos a un diálogo constructivo.

Cuando se trata de conflictos territoriales se deben abordar con más cuidado porque hay intereses históricos que ningún gobierno ha tenido la voluntad de resolverlos, dejando que los involucrados busquen sus propias formas de sobre llevar su confrontación, alargando y dilatando una solución definitiva.

Historias de diferendos territoriales los hay por montón en Guatemala y lastimosamente todos han dejado muchas pérdidas económicas, sociales y la pérdida de seres humanos, solo basta recordar los problemas en Tajumulco e Ixchiguán en San Marcos o los de Bella Linda y Pojom San Mateo Ixtatán Huehuetenango, entre otros; el caso de Tajumulco e Ixchiguán también es una brasa caliente con un tema extra que requiere de especial atención muy similar a la que debería tener el problema de actualidad reciente de Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán Sololá.

Para el caso de Pojom y Bella Linda el conflicto tuvo un aparente final feliz, dentro de lo que, porque hubo un “arreglo” con la compra de la finca Los Achiotes en Barillas para ubicar a la población forzada a abandonar el área, estrategia que funcionó a pesar de los daños psicológicos y emocionales que dejó este enfrentamiento.

La idiosincrasia étnica/campesina/rural debe ser considerada y valorada en su justa dimensión para armar equipos de avanzada comprendiendo los aspectos antropológicos generacionales de estas regiones para no cometer el error de llevar equipos coercitivos armados que lo único que provocan es calentar los ánimos de la población y ponerlos en alerta al verse amenazados por grupos armados del estado.

En estos casos se necesita mente fría con la participación de técnicos en sociología y antropología firmando equipos multidisciplinarios que lleguen al territorio para hacer un acercamiento estrecho que permita ir haciendo esquemas de confianza con esa población que estando tan cerca de lugares urbanizados y de la capital están tan lejos y marginados desde tiempos de la colonia, sufriendo los desgarros de la pobreza, desnutrición, falta de servicios básicos y un completo abandono del estado guatemalteco. sociólogos y antropólogos

El tratamiento que se le ha dado a este conflicto tan cercano, pero lejano para estas autoridades citadinas es el más nefasto porque se evidencia una vez más la falta de conocimiento de esa Guatemala profunda que no la conocieron en tiempos de campaña, mucho menos ahora ejerciendo gobierno, porque sus objetivos están puestos en hacer negocios y no en la atención de los problemas que afronta la población guatemalteca.

Los conflictos sociales se resuelven en el lugar donde se dan y no a distancia con un acercamiento directo con los involucrados, se usa la inteligencia no las armas y no se culpa a terceros de las consecuencias que estas malas decisiones provocaron; para que las autoridades superiores entiendan un poco sobre resolución de conflictos utilizaré granos de frijol y maíz, facilitando el proceso enseñanza/aprendizaje, allí les va: La resolución de conflicto es es el conjunto de conocimientos y habilidades puestos en práctica para comprender e intervenir en la resolución pacífica y no violenta de los enfrentamientos entre dos o más personas, así de sencillo.

La facilitación es la acción de intervención de verdaderos mediadores en un conflicto para buscar una resolución del mismo, cumpliendo sus fines, los facilitadores trabajarán a través de diversas vías, como la confianza, negociación, mediación, conciliación, arbitraje, etc.

La transformación de los conflictos a diferencia de la resolución de conflictos pone el énfasis sobre la cuestión de cambio, no exclusivamente una solución puntual y pasajera de la situación, puesto que no se puede resolver un problema sin cambiar nada. Lo que busca la transformación es resolver el problema y cambiar lo que lo genera.

La transformación del conflicto está más relacionada con los procesos de pacificación y a que no solo interesa eliminar o controlar el conflicto sino describir, entender y cambiar las causas que lo generan. Las principales características de la transformación de conflictos podrían ser las siguientes: cambia las formas de comunicación, en momentos de alta tensión, la transformación y la mediación consisten en recuperar las posibilidades de comunicación entre las partes; cambia las percepciones de una o uno mismo, de las otras y los otros y de los temas que producen el conflicto, ofrece una percepción más amplia y generosa de las personas, sus intenciones y la situación; ayuda en la descripción dialéctica del conflicto, resalta la naturaleza prescriptiva de la reconstrucción de las maneras de percibir los conflictos. Por tanto, la transformación del conflicto describe su dinámica y prescribe alternativas.

De esta manera, la transformación del conflicto busca el crecimiento moral desde dos dimensiones, la del empoderamiento y la del reconocimiento. Es decir, la dimensión de la recuperación de la propia valía, las propias capacidades, el propio poder en interacción con la recuperación del reconocimiento de la otra y del otro.

Todo esto se puede lograr usando la cabeza, dejando en manos de los que saben mediar, dejando armas y toda acción de coerción que solo nos dará mayores problemas y enfrentar como gobierno con responsabilidad los errores, enmendándolos con responsabilidad sin dilatación porque hay vidas en riesgo.

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