Claudet Ovalle es una mujer llena de amabilidad, alegría y carisma, nacida en Guatemala y que tenía dos cosas muy claras en su plan de vida: no casarse, ni tener hijos. Pero como a todos, la vida ya le tenía escrito su destino.
En entrevista para Nosotras LH Claudet narró que se enteró que estaba embarazada a los 34 años, su pareja de ese entonces le dijo que él no quería tener hijos y terminó la relación, “a mí no me gusta decir ‘mamá soltera’, porque siento que la mamá no tiene por qué tener un estado civil, entonces siempre digo que era una mujer que tenía un hijo sin una pareja”, narró.
Durante los años trabajó en diversos lugares, hasta que un día un primo abrió un negocio de reparación de aparatos tecnológicos y ella fue a laborar con él; y la vida de Claudet se basaba entonces en viajar todos los días desde Mixco (lugar donde residía), hasta Antigua Guatemala (lugar donde trabajaba).
LOS LIBROS COMO EL INICIO DE TODO
Una de las cosas más apasionantes en la vida de Claudet es leer, por lo que pertenecía a un grupo de Facebook de libros (con gente de España mayoritariamente), un día mientras estaba en el trabajo escribió un comentario sobre un libro, sin ella siquiera pensarlo recibió una respuesta que lo cambiaría todo.
Giacomo, una persona italiana, que se encontraba en Antigua Guatemala recibiendo cursos para aprender español, respondió el comentario de Claudet, lo que los llevó a comenzar a hablar, para este momento ninguno de los dos sabía que estaban escribiéndose desde el mismo lugar: Antigua Guatemala.
Luego de varios días charlando por mensajes descubrieron que los dos se encontraban en el mismo sitio, por lo que decidieron reunirse y platicar en persona.
Tras esa primera cita, decidieron pactar otra en donde se conocieron un poco más, sin embargo, Giacomo tenía que regresar a Italia, “éramos amigos, y yo pensé ‘que bonito conocí a un extranjero’”, contó Claudet.
LAS IDAS Y VENIDAS
La distancia, ni la diferencia de horarios fue impedimento para que el intercambio de mensajes se mantuviera entre los dos; pasados los tres meses de haberse conocido, Claudet es invitada por medio de un correo a viajar a Italia, ya que Giacomo quería seguirla conociendo mejor. El miedo y las dudas de cómo irse a Italia estaba presente, pero Claudet tomó la decisión, el avión y partió.
Durante 6 semanas estuvo en Italia conociéndolo más a él, a su familia y amigos, recorrió diversos pueblos y ciudades del país. “Cuando llegó la hora de regresar para Guatemala, ya estábamos superenamorados, y me dijo dame un año para que yo termine unas cosas aquí y regrese a Guatemala”.
Tres meses bastaron para que Giacomo volviera a Guatemala y conociera personalmente a la familia de Claudet y a su hijo Pablo, luego de esa visita él decidió que quería establecerse y radicar en el país, pero antes tenía que ordenar todo en su natal Italia.
Sin embargo, ese no era el plan que el destino les tenía preparado, pues meses después a Giacomo le fue ofrecido un proyecto en la Comisión Europea, al que no le podía decir que no.
Entonces, le propuso matrimonio a Claudet por medio de una videollamada, “era un día super lindo en Italia y en Guatemala las 5 de mañana yo recién despierta”, cuenta entre risas, pero aceptó y desde hace casi cuatro años vive en Italia, junto a su esposo e hijo.
LA CONEXIÓN QUE LO DEFINIÓ TODO
Para Claudet era muy importante ver cómo sería la relación entre su hijo, Pablo, y Giacomo, ya que lo primordial para ella era el bienestar y comodidad de su hijo. A la semana de que se conocen Pablo lo llama a él “papá”, en ese momento Claudet se quedó sin saber que decir, pero cuando ve Giacomo estaba reteniendo las lágrimas se sorprendió aún más.
“Él es divorciado, en su matrimonio anterior no pudieron tener hijos, probaron de todo, al final ellos se divorciaron y el sueño de él era también tener un hijo”, contó.
Todo el proceso de ellos se dio de forma tan natural que hasta la fecha están muy unidos, por lo que Giacomo adoptó a Pablo, y la relación que establecieron ellos dos fue lo que terminó haciendo que Claudet decidiera tener una relación sentimental con él.
“A mí no me gusta decir ‘mamá soltera’, porque siento que la mamá no tiene por qué tener un estado civil, entonces siempre digo que era una mujer que tenía un hijo sin una pareja”
Claudet Ovalle
EL PROCESO DE INTEGRACIÓN EN ITALIA
Tanto para Claudet y Pablo empezar una vida en un país nuevo fue sencillo en el sentido de que en la comunidad donde viven está compuesta por muchos matrimonios mixtos, es multicultural; “pero sé que no es la realidad de muchas personas, yo pude entrar a este círculo porque Giacomo ya pertenecía a un grupo de personas acostumbradas a viajar”.
Sin embargo, Claudet pasó los primeros tres meses en el salón llorando todos los días porque no se lograba acoplar, y durante dos mantuvo una doble vida: la vida presencial que tenía en Italia de día y la vida virtual a la que se aferraba en Guatemala de noche, pasaba días sin dormir, hasta que se dio cuenta que no podía seguir viviendo así.
Actualmente mantiene comunicación con su familia todos los días, sin embargo, lo hace en horarios adecuados y que le permiten llevar una vida estable y sana.
LOS EPISODIOS DE DISCRIMINACIÓN
A pesar de lo bien que han logrado encajar en otro país, tanto Claudet como Pablo han sufrido diversos sucesos de discriminación; a raíz de un episodio de bullying por el que su hijo pasó dentro del colegio, ella decidió y supo que tenía que aprender a hablar italiano, para poder defenderse y a su hijo.
Uno de los que más recuerda es cuando salió a comprar aguacates a una tienda cerca de su casa y al momento de pagarlos se confundió de moneda, mientras buscaba el correcto dos señoras que estaban detrás de ella en la fila comentaron en italiano:
“Está ¿encontrará la moneda correcta?, ¿te parece?, ellos no saben contar, solo cuentan frijoles”.
Claudet se giró y les dijo: “Querida nosotros contamos frijoles sí, pero lo hacemos en español, en italiano, en francés e inglés, ¿ustedes en cuantas lenguas pueden contar frijoles?”.
A pesar de esto, dentro de su comunidad Claudet ha ido introduciendo costumbres y comidas no solo de Guatemala, sino que, de Latinoamérica, eso es algo que disfruta mucho, ya que una de las cosas que le inculcaron desde pequeña fue el ser una persona muy servicial.
“Esta historia es muy bonita, lastimosamente siempre se escuchan más historias de personas que migran por cosas tan terribles y esta es una historia bonita y diferente, y que comenzó y se basó todo en el amor”, finalizó.
CUÉNTENOS SU HISTORIA
En Nosotras LH reconocemos esta historia como una que nos llega al corazón, nos hacen creer y soñar, el poder de las historias de amor nos hace sentir, porque todo amor tiene una historia.
Además, queremos distinguir a Claudet como una mujer que a pesar de las situaciones que ha atravesado en otro país nunca se da por vencida, trata de resolver, y comparte siempre a Guatemala.
Así como Claudet compartió con Nosotras LH queremos que te unas a nuestra comunidad, porque creemos en lo valiosas que son todas las historias y mujeres.