Rodulfo Santizo
En Guatemala no deben existir privilegios tan marcados con tanta diversidad y riqueza que siempre hemos tenido en muchos campos, pero sucede todo lo contrario porque siempre hemos sido relegados a ser gobernados por un sector que sólo vela por sus intereses siendo una minoría que aprovechando su poder económico se han institucionalizado para poder manejar los poderes del estado, limitando toda acción para que los sectores mayoritarios puedan sobresalir y hacer una gobernanza equilibrada.
En Guatemala se sigue con estos sistemas de gobiernos impuestos por las clases dominantes en lo económico y político dentro de poco estaremos igual o peor que Haití, ya nos queda poco para llegar a ese nivel porque estamos con los flagelos sociales muy bajos, solo es cuestión de tiempo para ese desplome total; lo más crítico del asunto es que estamos dormidos como sociedad teniendo muchos sectores que ahora pueden ser nuevos actores para hacer gobiernos con justicia social como se da en otros países.
Hace falta que los sectores se unan en un solo sentir en un proyecto de nación con un diálogo nacional para identificar esos liderazgos auténticos producto de las acciones voluntarias en beneficio de nuestra propia población, dejando por un lado ideologías, intereses individuales, partidistas y aquellos discursos de falsos oportunistas asalariados por gobiernos actuales y pasados que sólo buscan perpetuarse en el poder para amasar riquezas que aseguren su proyecto familiar.
Estamos en tiempos críticos y debemos actuar para sentar precedentes como lo ocurrido en Chile o el hartazgo que obligó a Honduras a cambiar a esos partidos tradicionales de los sectores oligárquicos que encuentran sus títeres ejecutores para dar apariencia de ser plataformas políticas que abren espacios a la población, siendo manejadas por mercenarios que obedecen a estos sectores dominantes financiados por el crimen organizado que utilizan los recursos que han obtenido de la corrupción en el gobierno y otros ilícitos.
Toda esta historia nos debe hacer reaccionar a todos los guatemaltecos para tomar con seriedad nuestra manera de actuar en estos procesos electorales que están por venir, pensemos en ordenar la casa en los espacios donde verdaderamente se pueden hacer cambios y no gastar pólvora en aquellos que sabemos no vamos a lograrlos. Debemos buscar ciudadanos que llenen los términos de referencia y perfil idóneos para llegar al Congreso de Guatemala para desde allí hacer los cambios estructurales que necesita el país, a este poder del estado debemos apuntarle para que llegue gente con conocimiento de la realidad nacional y que responda a los intereses de la población y no a la de partidos electoreros con intereses de recuperar y pagar las deudas electorales o ganar impunidad.
Por otro lado es bueno participar en los municipios con personas probas que lleven las mismas intenciones de los diputados porque en los espacios pequeños como son los municipios debemos ir haciendo cambios que realmente impacten para hacer municipios modelo que sean proyectos piloto que se puedan replicar en otros y a la vez ir haciendo ciudadanía comprometida y responsable consiente de que debe participar activamente con honestidad en los espacios sociales/ comunitarios para que esa sea su base para dar el salto a la participación política partidista, luego de haber comprobado que es un líder con apego, arraigo y conocimiento de la realidades de la población; “a este tipo de liderazgo debemos apostarle”.
Ya no pensemos tanto en a quien se lleva como presidente porque esa posición solo ha servido para generar nepotismos, corrupción e impunidad, cambiemos el sistema de gobiernos en el poder del estado que corresponde, siendo el Congreso de Guatemala nuestro objetivo y no lo perdamos de vista, busquemos esos candidatos que hagan compromiso con la población a ser fiscalizados y monitoreados en cabildos abiertos con cierta periodicidad por los votantes de sus distritos con puntos concretos de una agenda nacional que lleve beneficios a todos en un sistema con representatividad, legitimidad y legalidad enmarcado en leyes que privilegien la justicia social y porque no decirlo con una Constitución Política acorde al país que somos.
Muchos nos tildan de ser comunistas, chairos o agitadores por estar pidiendo cambios a la constitución porque son aquellos grupos minoritarios que aprovecharon esos tiempos de dominios de la oligarquía para quedar bien posicionados en los espacios de toma de decisiones actuales y por esa razón es que no aceptan un real cómodo legal de las fuerzas y sectores actuales.
Guatemala no puede seguir con este sistema de leyes de privilegios para unos cuantos e injusticia social para las grandes mayorías, las constituciones de los países deben irse cambiando de acuerdo a los cambios y acomodos de los sectores sociales que conviven en sus territorios; si se han hechos cambios a la Biblia que es un libro sagrado como no se le van hacer cambios a la constitución de un país y en este caso a la de Guatemala que a todas luces fue creada a intereses de estos sectores tradicionales mientras a la población la entretenían en otros temas.
Por esto y mucho más necesitamos una ciudadanía informada, educada, alerta, comprometida, empoderada, con sentido de pertenencia, responsable y decidida a participar, donde todos estemos en el mismo canasto discutiendo cómo deseamos ver al país en un futuro.
Los migrantes seguimos y estamos con este compromiso y haremos nuestro esfuerzo y compromiso para sacar a Guatemala, aportando nuestros esfuerzos y recursos en perfecta sintonía con nuestros familiares en Guatemala. ¡Vamos guatemaltecos no desmayemos! Exijamos participación completa en la Ley Electoral y de Partidos Políticos, para iniciar este proceso.